15. El secreto desde mis ojos

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~~ADVERTENCIA DE CAPÍTULO~~
Este capítulo contiene escenas +18 (un poco explícitas) si no es de tu gusto, de tu agrado o no te sientes cómodo/a , estás invitado pasarlo. Estará todo bien.

El secreto desde mis ojos
| Finn Dickson |

Culpable.

Culpa, siento que todo esto fue culpa mía.

¿Pero como iba a poder evitar no enamorarme de Evelyn Lupei?

La amiga de mi hermana me trae loco desde el primer día en que me la presentó.

El problema no era que me gustara, el problema fue haberle mentido a mi hermana.

Soy un idiota.

Quisiera volver al pasado para poder hacer las cosas de manera ordenada y madura, pero no, eso no fue lo que hice.

Ya es hora, momento de contarle todo.

Todo esto sucedió desde que Evelyn se quedó en nuestra casa, a dormir con Adara. En el momento que nos fuimos, los dos mentimos, yo no fui a beber agua y ella no fue al baño.

Nos besamos.

Ese puto beso que me volvió loco, desarmó todas mis cosas, hasta mi cabeza.

Pero ese cabello rubio y brillante que moría por tocar, esos labios carnosos y rojizos que anhelaba por probar, sin saber que iban a ser completamente míos en un futuro. Esos ojos, que me acuerdan al océano, celestes, profundos y tiernos, que tanto me gustan mirar.

Mierda.

Nos veíamos casi todos los días, a escondidas de la vida cotidiana. Solo éramos ella y yo, juntos, muriendonos por dentro y disfrutando cada minuto.

No fue fácil confiar en ella desde un principio, ya que se le tiraba a lo primero que veía, pero pudimos llevarla con el tiempo, y puedo decir oficialmente, que somos novios, desde hace una semana y media.

Y joder, se siente tan bien saber que ella es mía, completamente mía y de ningún otro imbécil.

Sabía que yo tenía 21, y ella 17, pero este año cumpliría 18 y yo 22. No es muy grande la diferencia...

Me ubicaba en la cama de Evelyn, sentado, con solo unos boxers puestos, mi cabello desordenado y mis abdominales a la vista de todos, con mis brazos hacia atrás, manteniendo mi postura.

La rubia se está bañando, es muy tarde para que se encuentre en la ducha a estas horas. Oigo el ruido de la regadera frenarse.

Pensar, pensar y pensar. Eso era lo único que hacía.
Tal vez tengo que vivir un poco.

Evelyn sale con una toalla cubriendo su hermoso cuerpo, tapando de pechos a un poco más abajo de los muslos. Su cabello pegándose a los costados de su cara porque se encontraba húmedo.

Ella se dirige hacia donde me encontraba, posicionándose sobre mi, sus manos viajando por mi cuello, bajando hasta mis abdominales y no dudo en colocar mis manos en su cintura.

En el momento en que su intimidad toca con mi erección, nuestros miradas chocan y veo cómo la calentura viajaba por sus ojos.

Amor entre mentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora