Una nueva normalidad (todobaku/miritama)

cap 66: sure?

"¿Quien carajo eres?" cuestionó por chat

"no lo sabrás hasta que me veas, te veo mañana a las tres en Kabuki-cho"

"¿Que te asegura que voy a ir?, jodido idiota"

"tengo más cosas de las que imaginas Bakugou" había sonado como una amenaza

Mentiría si dijera que no tenía algo de miedo al respecto, así que decidió llamar a Shindo para que le fuera a recoger, el hecho de sentirse observado le generaba paranoia.

Aquel pelinegro llegó inmediatamente.

-¿que ocurre?¿cómo te sientes?- fué lo primero que dijo tras ver al rubio subir al auto

-nada, solo...un día más que jodido y no quería caminar- se excusó

-¿estas seguro?- cuestionó, Katsuki se quedó callado pensando unos minutos en si contarle sobre los mensajes

-Katsuki...- volvió a llamarle al ver la mirada rubí clavada en un punto fijo

-sí, solo es eso- se recargó en el asiento volteando hacia la ventana, podía con esto solo....¿verdad?

-podríamos ir a dar una vuelta al centro comercial o a comer si quieres- ofreció en un intento de animar a su amigo

-no, solo llevame a casa- pidió

-bien- asintió partiendo para allá

Sintió al rubio mas que distante en el trayecto, se le notaba perdido en sus pensamiento que a decir verdad no eran tan agradables. Bajó del auto encontrandose al semialbino en la puerta, haciendo a Shindo sentir mas seguro ya que el menor no estaría solo.

-Bien, nos vemos, llamame si necesitas algo más o quieres hablar- se despidió abrazandolo

-si, te veo después- imitó la acción bajando y saludando al semialbino para después entrar.

Definitivamente aquel día había sido una mierda y sabía que mañana sería peor.

N. Bakugou:

Desde que había llegado a la UA todo el mundo hablaba jodidos chismes sobre mi, uno reciente sobre lo que ocurrió ayer con Aizawa sensei, me habían visto subir a su auto y como el todo el mundo pensaba que era maldita prostituta, desmeritaban todo lo que habia logrado academicamente diciendo que tenía algo con el profersor como si no pudiera hacerlo por mi cuenta.

Pero eso ya no importaba una mierda, principalmente porque la hora de la salida había llegado y tenía que ir a Kabuki-sho a reunirme con quien sabe quien.

El lugar por si solo no me inspiraba confianza, mucho menos al saber que me encontraría con un jodido acosador que ni siquiera conozco y probablemente me extorsionaria.

Si que esto era una mierda, pero no tenía opción.

Tomé el tren y después un autobus, iba completamente cubierto ya que el hecho de que alguien me viera allí empeoraría las cosas para mi.

"te estoy esperando" llegó una notificación.

Simplemente respondí que ya iba llegando, me dió una ubicación en específico y caminé hacia allí con el estómago completamente revuelto. Al ver a un tipo encapuchado supuse que era él y estaba en lo correcto.

-Si llegaste- aquella voz se me hacía bastante familiar

-habla ya, ¿cuánto dinero quieres bastardo?- no quería estar más tiempo allí

-¿dinero? yo no quiero nada de eso cariño- se quitó la capucha, iba a lanzarme a golpearlo de no ser porque gran parte de mi futuro estaba en sus manos, detesto a ese idiota, maldito Dabi.

-¿que mierda quieres entonces? - cuestioné frunciendo el seño

-verás, mi trato se divide en dos "pagos"- hizo énfasis en aquella palabra -sabes que lo que más me gustaría en el mundo es tenerte para mi, así que te entregas una vez y borraré las fotos publicadas y todas las demás que tenga- explicó encendiendo un cigarrillo

-La segunda vez diré que todo fué una farsa y eliminaré todo rastro de aquellas publicaciones de todos lados- finalizó

-Eres un maldito enfermo- insultó -no voy a aceptar algo así- se negó completamente

-oh Bakugou, creí que eras maduro para tu edad, pero sigues siendo un niño tonto- se reincorporó soltándole el humo en la cara haciéndole toser

-no solo tengo fotos y aquello fué solo una muestra pequeña, dime ¿Qué dirán los demás cuando lo vean? ¿mmm? ¿Y aquel chico con el que me remplazaste? dime, ¿cómo borraras esa etiqueta de tu vida?- habló -no quiero hacer las cosas difíciles, pero si sigues en esa postura no me queda otra opción más que jugar sucio-

-vas a borrar las fotos frente a mi ¿entendido?- condicionó viendo al contrario sonreír

-bien, ¿eso significa que aceptas?- quería que aquello saliera de los labios del rubio

-tampoco es como si tuviera otra opción- estaba aterrado en esos momentos

-Me alegra que por fin nos entendemos Katsuki- apagó el cigarrillo tomándole del brazo

-no perdamos el tiempo, vamos a ver si realmente cumplirás tu parte del trato- lo jaló para caminar unas calles más hasta llegar a un motel.

Una vez en la habitación Katsuki comenzó a arrepentirse de su desición, aun había vuelta atras, o al menos la había antes de que el pelinegro colocara el seguro de la puerta.

-bien lindo, quitate la ropa- exigió

-no necesito hacerlo si lo unico que quieres es follar, urgido de mierda- le vió de mala forma

Retrocedió unos cuantos pasos al ver al mayor acercarse peligrosamente a él, pero la cama le impidió el paso.

Fué tomado bruscamente de las mejillas.

-te recuerdo que no estás en condiciones de exigir nada- apretó su agarre aprovechando la debilidad del rubio para empujarlo a la cama, sometiéndolo contra a esta bruscamente.

-pero veo que eres tan inútil que tendré que tomar el control- lo besó causándole nauseas

Las manos del mayor comenzaron a recorrer y apretar su cuerpo mientras unía sus labios introduciendo su lengua en la boca del rubio, quien estaba mas que asqueado ante la presión del cuerpo que el mayor ejercía sobre el suyo.

Lo empujó para separarse abruptamente al sentir que el aire se escapaba de sus pulmones hasta casi irse por completo.

-Me estas ahogando imbécil- se quejó limpiando sus labios que tenían restos de saliva del mayor

-Hablas mucho, debería meterte algo en la boca para callarte, no recordaba que fueras tan molesto-

-eres un...- fué interrumpido por una bofetada del pelinegro

-Creí decirte que te callaras, las putas no tienen opinión- dijo tras aquella acción

El rubio no respondió, solo se quedó estático sintiendo sus ojos rubí llenarse de lágrimas, jamás en su maldita vida se había sentido tan jodidamente humillado, y odiaba por completo aquella sensación.

Se sentía un completo estúpido.