cap 70: frustration

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-ya llegué- informó el rubio observando a la pequeña Eri sentada en la mesa y a su esposo llevando un tazón a dicho lugar.

-oh, hola cariño, te estábamos esperando para cenar- se dirigió a saludar a Mirio observando que su semblante era algo distinto de lo usual.

-¿Ocurrió algo?- cuestionó, le conocía bastante bien

-si...cuando fuí a dejar los papeles a la empresa de present mic- explicó

-¿Salió mal el contrato?- cuestionó el azabache

-no, no fué sobre trabajo- miró hacía el piso

-¿Entonces?- trató de indagar un poco más sin ser tan insistente

-te cuento después- dijo para después darle un beso y dirigirse a la mesa a darle uno a la pequeña también.

Sin más cenaron y convivieron un rato más antes de mandar a dormir a la menor, una vez solos en su habitación, Togata decidió hablar mientras ambos se colocaban la pijama.

-¿Recuerdas a Bakugou?- cuestionó quitándose la camiseta

-sí, ¿Que ocurre con él?- se le hacía algo curioso el tema ya que su relación con el mencionado no era tan estrecha

-lo encontré en el puente que conecta la empresa con la radiodifusora- explicó colocando una nueva camiseta haciendo una pausa

Tamaki volteó a verle con algo de curiosidad.

-estaba tratando de saltar- explicó

-pero...¿Está bien? ¿Tú estás bien? ¿qué hiciste?- sabía que el complejo de héroe de su esposo a veces le podía hacer cargar mucho remordimiento

-sí, lo detuve, pero se veía realmente mal- respondió

-algo horrible le tuvo que haber pasado...o tal vez sea por lo de sus fotos...- ahora él también se había preocupado

-lo lleve a casa, espero que Todoroki lo ayude a calmarse- continuó

-hiciste bien en ayudarlo, muchas personas deciden simplemente ignorar situaciones como esta- felicitó a su sol, realmente sabía que tenía un corazón de oro

-sí...creo que llegué a tiempo...al menos por una vez- suspiró sentándose en la cama

-Mirio...- se acercó al rubio que lucía realmente deprimido, iba a sentarse a su lado, mas su teléfono sonó indicando la llegada de un mensaje.

Lo revisó ya que era el tono especial que tenía para Shinso, Todoroki y el equipo legal de la editorial.

"Buenas noches Amajiki senpai, no tengo el número de Togata San, ¿Podría decirle que Bakugou ya está mejor? Y también que de verdad le agradezco mucho, gracias." Era un mensaje de Shoto.

-oh mira, es Todoroki, Bakugou está mejor y ambos te agradecen cariño- le sonrió levemente tratando de animarlo

-me alegra escucharlo- respondió correspondiendo el gesto guardando un breve silencio mientras observaba a su pareja colocarse el resto de la pijama.

-Tamaki- le llamó

-¿Si?- cuestionó terminando de abotonar su camisón

-ese día...cuando ocurrió lo de las pastillas...-fué interrumpido inmediatamente

-hace demasiado calor...¿No tienes calor?, voy por algo de agua- los ojos azules del contrario le miraron instantáneamente con algo de seriedad

-Hay una jarra justo junto a ti- añadió

-oh es verdad- se giró hacia aquella dirección para servirse en un vaso y tomar con cierto nerviosismo

-volviendo al tema- nuevamente no le fué permitido terminar

-Quieres que te diga que pasó ¿No es así?- habló posando su vista en el suelo observando de reojo la cabeza del rubio asentir.

-¿Recuerdas nuestro primer beso?- cuestionó

-claro que sí, ¿Cómo olvidarlo?, era primavera y los cerezos y estaba nervioso como el infierno- sonrió recordando aquello -fué uno de los mejores momentos de mi vida, pero ¿Que tiene que ver eso?-

-bueno, también estaba bastante feliz por ello pero...también recordarás lo que ocurrió después ¿No?- continuó

-¿La foto que tomaron y publicaron para que toda la escuela se enterara?- hizo memoria de aquel suceso

-sí, resulta que no solo la escuela lo vió...mi padre también lo hizo-

-oh...- ya sabía por dónde iba la cosa

-como sabrás yo nunca fuí de la forma que el quería, no era seguro, ni fuerte, ni el capitan del equipo de fútbol, ni el chico por el que todas las chicas morían... nunca fuí como tú- guardó una pequeña pausa

-él ya estaba decepcionado de mi de por sí, pero lo que terminó de derramar el caso fué eso...y...creo que sigo sin estar listo para contarte a detalle- desvió la mirada

-está bien, perdón por sacar el tema, yo sé que no quieres hablar de eso, solo...-soltó un bufido tirando levemente de sus cabellos rubios -pensar en que en algún punto te sentiste así y no estuve allí para ti, es bastante frustrante-

-ya pasó Mirio, lo que importa es que ahora sí estás para mí y para Eri...ahora valió la pena todo lo que luchamos ¿Sabes?- se acercó para sentarse en el regalo del mencionado para besar sus mejillas.

-sí...tienes razon- volvió a sonreír levemente

Mientras tanto, Katsuki se encontraba envuelto en una cobija mientras era abrazado por su novio en el sillón.

Hace unos minutos se había calmado un poco más, al menos lo suficiente para no seguir llorando a mares.

Sin embargo, las ideas en su cabeza aún eran confusas, tortuosas y un definitivo desastre.

Su novio "lo había perdonado" sí, pero seguía sin ser compasivo consigo mismo, le costaría bastante autoperdonarse aún si no era culpable de nada.

-¿Quieres más té?- le pregunto el semialbino

-no- negó estirándose levemente para dejar su taza vacía en la mesita de centro

Pronto dieron la 1:00 de la madrugada, así que el de ojos heterocromos cargó al rubio con el propósito de llevarlo a la habitación.

-¿que haces bastardo?- cuestionó agarrándose fuerte a él al sentir que iba a caerse

-vamos a dormir, si no va a dolerte la cabeza- explicó sonriéndole

No obtuvo respuesta así que simplemente se dirigió a su destino, dejando al menos con delicadeza en la cama, notando después que los ojos rubí comenzaban a acuarse de nueva cuenta.

-¿Kats?- cuestionó subiéndose a la cama también

-perdon- se disculpó ante su hipersensibilidad

Por más que intentó, no pudo contenerse y volvió a romper en llanto temiendo por colmarle la paciencia a Shoto, mas este simplemente se acercó a él con delicadeza.

Realmente lo amaba.

Creo que es un poco de relleno¿, pero se vienen mas cosas.

Pd: puro pinche traumado

Una nueva normalidad (todobaku/miritama)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora