cap 40: broken hearts

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El rubio entró al departamento cargando a ambos integrantes de los 3 grandes como si fueran costales de papas, uno en cada hombro.

Pensó en llevarlos a la cama, pero decidió que sería mejor idea dejarlos en el sillón hasta que se calmaran un poco.

Se sentó enmedio de ambos esperando a que alguno hablara o diera indicios de querer parar de llorar.

-saben, creo que deberíamos ir a dormir- añadió al ver que todo estaba en absoluto silencio (a excepción de los sollozos claro está)

-si, estoy cansada- concordó Nejire secando sus lágrimas. -me iré a la cama- informó

-no- negó Tamaki abrazando una almohada hecho bolita

-oh vamos cariño, es tarde, tenemos que dormir- animó

-¿Vas a dormir conmigo?- cuestionó mirándole

-obviamente si- asintió viendo al azabache reflexionar unos segundos

-no tengo sueño- se levantó del sillón

-yo sí- contradijo siguiendo al azabache con la mirada

-quedate despierto conmigo ¿Si?- pidió, viendo al rubio acercarse

-o mejor tu duerme conmigo- se acercó más al más bajo, notando un sonrojó en su rostro

-solo si me besas- pronunció dirigiendo sus ojos a los labios contrarios

-entonces eso quieres ¿Eh?- dijo acorralandolo contra la pared con uno de sus brazos

-si- asintió en un largo suspiro al sentir la cercanía de aquella acción

-bien- accedió tomando la corbata del más bajo con su mano libre, pudiendo así jalarlo de la prenda para acercarlo hasta rozar sus labios

Finalmente se unieron en un beso suave y lento, que poco a poco subió un poco de intensidad hasta dejarlos sin aire.

-bueno, vamos a dormir ahora sí- dijo sonrojado el rubio cargando al más bajo, quien no se negó.

Mientras tanto el otro rubio seguía envuelto en lágrimas en los brazos de su amigo.

-Kats...¿Vas a decirme que pasó?- cuestionó el pelinegro

-yo...el mitad y mitad y yo peleamos- explicó sollozando, fué entonces cuando Shindo se exaltó

-espera qué- susurró, separando un poco al rubio de él -¿Qué tan fuerte pelearon?- cuestionó mirándolo de pies a cabeza, notando las marcas rojas que después serían unos moretones considerablemente marcados debido a la tez clara del rubio

-fué fuerte, no sabía que hacer- dijo en voz baja

-por dios Katsuki, ¿Te hizo daño?- se exaltó -es un idiota- maldijo

-¿podemos solo subir al auto?- no quería decir nada más al respecto

-bien- suspiró subiendo, esperando al rubio

Una vez ambos arriba, iniciaron el trayecto, el cual fué considerablemente silencioso.

Nadie habló...

Al llegar lo que hizo el mayor fue darle una cobija a su amigo quien estaba sentado en la cama, al igual que una taza de té.

-Dejame ver-dijo tomando su barbilla para las heridas en su cara, seguido de las marcas en sus muñecas.

-estoy bien- reprochó con algo de molestia

-¿¡estas loco?! ¡pudo haber llegado más lejos!- le regañó

Una nueva normalidad (todobaku/miritama)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora