cap 56: ready

58 6 3
                                    

-hola cariño ¿Cómo estás?- cuestionó el rubio al otro lado del teléfono

-bien...pero estoy un poco ocupado, creo que voy a quedarme toda la noche en la editorial- explicó

-oh, está bien, ¿Te espero para desayunar mañana?-

-no sé a qué hora llegue, pero voy contigo para comer- prometió

-bueno, voy a mandar a Eri a la cama, cuidate- se despidió

-sip, tu también, descansa- lo imitó

-te amo- añadió

-yo también- respondió para después colgar el teléfono

¿Se sentía mal por mentir? Si, pero era mejor que preocupar a su pareja.

Pronto dieron las 9 de la noche, Shinso seguía en la editorial, pues no tenía ni perro que le ladrara así que era más entretenido quedarse editando que llegar a su solitario departamento.

Tenía la opción de ir a ver a sus padres, si, pero de igual forma su trabajo era un poco más entretenido.

Se había quedado en la oficina de Tamaki, ya que los sillones del pelinegro le gustaban más que los suyos.

Estaba tranquilamente editando en su laptop mientras bebía un juguito de caja cuando se escuchó como abrían la puerta repentinamente.

-Tamaki- oh no, era Mirio

-Mirio san- se atragantó con su bebida

-ah, hola Shinso- le saludó con su característica sonrisa -¿Está Tamaki?- cuestionó

-está en...en su auto- respondió

-pero está estacionado afuera-

-su otro auto- pensó rápido

-¿El que dejó en nuestra casa?- estaba confundido

-ah no, me refiero a el de la editorial, sí, ese- se sentó correctamente en el sillón

-me dijo que iba a estar trabajando aquí- explicó sin entender lo que pasaba

-ah si, estaba aquí, pero salió a cenar- dios, iba a pedir un aumento por esto

-¿En el auto de la editorial?- volvió a cuestionar, eso sí que era extraño

-si...es que el suyo tenía un neumático bajo-

-ah ya veo, que lastima, venía a cenar con él aprovechando que Eri ya se durmió- quería sorprender a su esposo pero quizá llegó un poco tarde para ello

-no puedo con esto- la conciencia de Shinso pesaba ¿Quien podía mentirle a Mirio Togata? A ese pedacito de sol radiante y tierno

-en realidad...Amajiki San está...en el hospital- pronunció en voz baja lo último

-oh eso tiene más...¿Qué? ¿Dijiste hospital?- se exaltó ligeramente

-si, se desmayó está mañana- confesó finalmente

-gracias- le dió una ligera reverencia para después salir rápidamente en dirección al hospital.

Estaba un poco molesto no por la pequeña gran mentira del azabache, si no por ocultarle una situación así.

Llegó rápidamente entrando a la habitación que le indicaron, dónde irrumpió un poco más fuerte de lo planeado, haciendo sobresaltar al más bajo recostado en la camilla.

-¿Mirio?- se sorprendió al verlo entrar

-sí, ¿Por qué no le dijiste nada?- cerró la puerta detrás suyo

-no quería que te preocupadas, además ¿Dónde está Eri?- cuestionó

-está durmiendo, Nejire la está cuidando- explicó -pero ahora...entiendo que no quisieras preocuparme pero no tienes porque ocultarle cosas, en especial algo así- reclamó de forma tranquila

-perdón- se disculpó

-¿Te ha dicho algo el doctor?- se sentó en la silla de junto

-si, tengo anemia- explicó

-okey, eso explica que te hayas estado sintiendo mal- tomó su mano -pero tienes que cuidar mejor de ti- añadió

-lo sé- bajó la mirada

-escucha yo sé que estás ocupado y hay otras cosas de por medio, pero no te quiero perder, no me gustaría pasarla en el hospital contigo de nuevo...sabes- confesó preocupado

-perdón...no va a volver a pasar algo así...lo prometo- se acercó al rubio para abrazarlo como podía

-¿De verdad lo prometes?- cuestionó escondiendo su cara en el pecho del pelinegro

-si, lo digo en serio- acarició los cabellos rubios -sabes...creo que tengo que hablar de algo contigo- se enderezó y el contrario igual para poder mirarse de frente

-bueno yo...realmente estuve pensando en Eri y esas cosas y decidí algo- dijo de primera cuenta viendo la cara atenta del rubio -me gustaría que la adoptaramos- soltó instantáneamente

-¿Te refieres a como sus tutores legales?- cuestionó

-No Mirio, yo...estoy listo para la paternidad, pero me gustaría ejercerla con Eri chan- respondió

-¿En serio?...es decir sí, me parece buena idea, es decir abría que negociar cosas con su abuela entre más asuntos pero, ¡Vamos a lograrlo!- habló emocionado abrazando al azabache aplastandolo un poco

-si, sé que vamos a hacerlo pero no me dejes sin aire cariño- añadió sonriendo

-ah si, claro, perdón- se disculpó soltando al más bajo

-está bien- le besó la frente

-te amo tanto- besó los labios del pelinegro tiernamente

-yo también- correspondió -pero deberías ir a dormir-

-no te voy a dejar aquí solo- respondió -además, este sillón es realmente cómodo- lo acercó a la camilla para acostarse y poder tomar la mano del azabache

-¿Estás seguro?- preguntó

-por supuesto- depositó un beso en aquella mano

-bien- sonrió -igual, toma- le dió una de sus almohadas

-gracias- agradeció sonriente -descansa- apagó la lámpara que alumbraba la habitación

Vió a su esposo acomodarse y cerrar los ojos para dormir, él de igual formó se puso un poco más cómodo, pero no durmió.

Se quedó pensando en las emociones encontradas que tenía, sí, estaba feliz por su nueva paternidad, pero igual estaba preocupado por que le fuera a pasar algo a Eri en el proceso.

También estar en aquel hospital le traía recuerdos, principalmente de una tarde en la que llegó a casa después de entrenar y recibió una llamada de su suegra diciendo que su entonces novio estaba hospitalizado por una sobredosis de fármacos.

Aquel día sentía que había llegado tarde, que no importaba lo fuerte que fuera si no había podido sostener a quien amaba de no caer a tal punto en el que había terminado.

Sabía que no era culpa de ninguno de los dos y aunque Tamaki ya estaba mejor en muchos aspectos, el se seguía sintiendo algo culpable por no haber podido evitarlo, por no cuidar lo suficiente de su amado.

-te amo demasiado- susurró abrazándose a Amajiki mientras inconsientemente dejaba escurrir lagrimas por sus mejillas, no se imaginaba su vida sin su felicidad, su calma, su luna...no se imaginaba como serían las cosas sin Tamaki.

Realmente habían luchado tanto para llegar a este punto, ahora solo quería vivir tranquilo al lado de su esposo y ahora con la nieva integrante.

Se prometió internamente cuidar de su familia, nada malo les pasaría mientras el estuviera allí.

Primer "conflicto" o bueno segundo¿ De la trama, poco a poco van subiendo de intensidad los problemillas.

Pd: miritama mis papás. (Acabo de notar que todo el cap trata de ellos, en fin, disfruten)


Una nueva normalidad (todobaku/miritama)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora