cap 72: maldito

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-Aquí estás- habló Mitsuki tomándolo del brazo

-¿Qué pasa?- cuestionó el semialbino

-No quiere salir de allí- explicó -Y tenemos que hablar con él...- añadió bastante preocupada

-¿Ocurrió algo más?- devolció la pregunta bastante asustado

-sí...- sacó su telefono 

-Es de hace algunos minutos...es mucho peor- Se sumó Masaru

Los ojos heterocromaticos miraron horrorizados aquel video publicado, "una pequeña venganza" tenía por encabezado y era básicamente el abuso hacia Katsuki documentado como si fuera una jodida porno, cuando no lo era, y lo peor eran los comentarios.

No sabía si Katsuki ya se había enterado o si sería bueno decirle en caso de que no fuera así, pero estaba bastante seguro de que debía entrar ya a esa habitación.

-Kats, abre la puerta- dijo después de tocar levemente

No hubo protesta y la puerta se abrió en seguida.

-pensé que te habías ido- comentó el cenizo con voz quebradiza

Se veía bastante vulnerable en esos momentos.

-claro que no...yo...solo pasaron unas cosas, pero sería incapaz de abandonarte- explicó acercándose al más bajo

-¿Lo prometes?- cuestionó

-claro que si...te amo más que a nada en el mundo Kats-  tomó su mejilla acariciándola mientras sacaba aquellas lágrimas

-tus padres están aquí y quieren hablar contigo, escúchalos ¿Si?- animó al blondo

-bien, diles que entren- accedió a lo que el semialbino fue a buscarlos

-Katsuki, esto no puede seguir así, tenemos que ir de nuevo a la comisaría - fué lo primero que dijo Mitsuki

-ya los escuchaste, no les importa, para ellos no soy más que un niño idiota- se quejó

-oh no, creeme que esta vez nos van a escuchar, porque esto llegó demasiado lejos- afirmó más que molesta

-se filtró el vídeo...-comentó Masaru-

-¿Qué vídeo?- cuestionó el de ojos rubí

Su progenitor se lo enseñó notando aquellos ojitos rojos llenarse de lágrimas nuevamente, pero está vez era furia e impotencia.

-¡Ese jodido bastardo! ¡Es un tramposo!- golpeó sus propias rodillas para desquitar su dolor interno

-por eso opino que hay que hacerlo pagar- añadió Shoto -y si no es suficiente, obtendrá otra paliza-

-¿Otra...?- cuestionó el rubio

-si... yo...puede que haya tomado tu teléfono y leído ciertas cosas, y tal vez lo haya ido a buscar y puede ser que le haya metido unps cuantos golpes y por ello termknar en la cárcel- explicó

-¿Que tú hiciste qué?- preguntó exaltado

-se lo merecía- se defendió

-claro que si...pero pudiste haber salido más perjudicado tú bastardo- regañó

-¿Y qué?, no iba a quedarme sin hacer nada después de lo que te hizo-

El menor de los Bakugou se quedó callado, bastante conmovido por las acciones de su novio.

El hecho de que arriesgara su reputación por darle una lección al maldito abusador de su ex le parecía algo invaluable y aunque no le hiciera pagar como debería, le llenaba bastante.

Pero de igual forma seguía molesto, ya había llorado bastante, ahora era tiempo de exigir justicia y perseguir su propio final feliz.

No era una princesa en apuros, era Katsuki Bakugou y sí, el abuso le había dolido, pero al igual que otras dificultades en su vida, sabía que podría superarlo, por ser una persona fuerte.

Y no se iba a quedar callado, no iba a dejar a ese idiota suelto en la calle para que hiciera con otros lo que hizo con él.

-entonces...¿Qué quieres hacer cariño?- le preguntó el castaño al menor

-hay que...agendar otra cita con la policía- afirmó

-bien, ese es mi mocoso- animó Mitsuki

-si no nos quieren escuchar, los obligaremos a hacerlo- apoyó la causa Shoto

-si...esto no se puede quedar asi- habló nuevamente el Bakugou menor

-bien, entonces nos vemos mañana, te avisaré a qué hora tienes que estar allí-

Tras animar al rubio, la cita quedó programada el día siguiente, así que el mencionado se dirigió a la estación acompañado de su novio esta vez.

Entraron nuevamente Mitsuki y Bakugou mientras sus respectivas parejas los esperaban afuera. El mismo oficial les atendió.

-escuchen, la vez pasada hablé con ustedes...no compliquen mas las cosas - dijo aquel empleado

-disculpeme señor, pero si usted hubiera hecho algo, esta situación no abría empeorado-  se quejó la rubia

-yo no le dije a su hijo que fuera a acostarse con su acosador- se defendió

-no, pero sí lo orilló a eso y créame que exijo que busque al culpable o iré con su maldito jefe y le diré que su personal es tan incompetente que no puede no siquiera resolver un caso de ciberacoso ni de abuso sexual, a quien por cierto es un menor de edad- amenazó acercándose considerablemente al oficial dispuesta a darle una cachetada si sus palabras no funcionaban

-bien, señora, abriremos la carpeta- accedió rodando los ojos molesto

No hizo falta una investigación ya que tanto el rubio como su novio testificaron e hicieron acusaciones muy específicas directas contá el pelinegro (con ayuda legal, claro está).

A los pocos días, este fue detenido mientras  la pareja discutía con otro policía en compañía de sus abogados.

-lo tenemos- anunciaron pasando por ahí

-ah así que al final si hicieron algo así- se burló el pelinegro mientras se lo llevaban

-no se preocupen, no se desaran de mi tan fácil- dijo comenzando a reírse

El semialbino estuvo a punto de ir y partirle la cara a golpes nuevamente.

-no hace falta bastardo, es un tonto- le detuvo, no quería que también terminara tras las rejas otra vez.

-ojalá te jodan en la cárcel- le gritó el semialbino al pelinegro sacándole el dedo de enmedio

Bakugou admitía que también quería lanzarse a golpear a su ex, pero entendía que no tenía caso ya, por lo menos ahora se haría justicia.

Aunque el encierro le traía la tranquilidad de que no volvería a ser molestado por Dabi, lo que había le había dejado una huella que sería difícil de borrar.

Aún tenía miedo de que el semialbino se fuera de su lado...

Ahora sí ya estamos en la recta final, ¿Qué pasará?.

Pd: al final decidí sí sacar la tercera temporada porque me emociona bastante escribir los conflictos futuros.

Una nueva normalidad (todobaku/miritama)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora