Una nueva normalidad (todobaku/miritama)

cap 23: the talk

-¡no está!- exclamó el semialbino al terminar de vaciar la ultima maleta sobre la cama

-¿ya buscaste bien bastardo?- preguntó

-si, yo la había guardado en mi bolso y ya no está- se sentó en la cama para remover por décima el bulto de ropa situado allí sin encontrar lo que buscaba.

-creo que la deje en el hotel- suspiró

-¿y si la busco y la encuentro que te hago?- le miró acusadoramente Katsuki

-no creo que lo hagas- dijo cabizbajo

-trae acá- le arrebató la mochila y volvió a buscar de nueva cuenta; encontrando solamente la pluma que la madre del semialbino le había heredado al mencionado

-la dejaste en el hotel- confirmó botando la mochila

-lo mismo dije-

-no es cierto, lo tuyo fué una suposición, lo mio una afirmación- reprochó enojado

-ajá- respondió el mayor

-¿y qué tenías en esa maldita libreta para que fuera tan importante?- cuestionó

-una novela en la que llevaba meses trabajando, solo me faltaban 2 capitulos para terminar- explicó dejándose caer en la cama

-bueno, no podemos regresar hasta México por ella- recalcó lo obvio

-lo sé...está perdida- paso sus manos por su rostro y volvió a suspirar

-tsk- fué lo unico que se escuchó como respuesta del contrario quien se sentó junto a el en la cama

-tanto trabajo para nada- siguió quejandose

-deberías tener más cuidado con tus cosas, mitad y mitad- recalcó

-gracias por decirme lo obvio kats- se dejó caer en la cama

-ya no seas tan chillón- se acostó sobre de el

-dejame en paz- rodeó su cintura con sus brazos

-eso no está entre mis planes- sonrió para molestar

El semialbino estaba por contestar cuando alguien tocó la puerta, obligando a ambos a pararse para asi ir a abrir.

N. Bakugou:

Cuando abrí la puerta pude ver claramente a la vieja y al viejo, ambos me abrazaron y luego me hicieron un lado para pasar sin que yo se los dijera.

-que linda casa- alagó mi papá

-obviamente, aqui vivo- respondí

-¿y Todoroki?- preguntó la vieja

-estaba desempacando, ahora le digo que baje- contestó tranquilamente

-¡bastardo, ven aqui!- gritó

-¿que pasó?- preguntó saliendo del cuarto

-vinieron mis viejos- explicó jalandolo para ir a la sala donde estaban ambos mayores

-mitsuki, masaru san ¿como están?- preguntó educadamente sentandose en un sillón

-bien ¿y tu?- fué el castaño quien respondió

-bien- sonrió

-espero que esa mierdecilla no te esté dando muchos problemas- añadió la rubia

-callate bruja- dijo Katsuki

-callate tu- contestó dandole un zape en la cabeza

-maldita vieja- se sobó el golpe

-y...¿que los trae por aquí?- preguntó el semialbino y entonces los dos mayores se pusieron un poco más serios