"por dios, me quiero morir" pensó el cansado azabache dejando caer su cabeza en su escritorio, dándose unos cuantos azotes no tan fuertes con este.
Se escucharon unos toques en la puerta llamando su atención.
-¿Quién es?- cuestionó sin levantarse
-yo ¿Quién más?- entró su esposo rubio, radiante y sonriente como siempre
-hola cariño- apenas y levantó la cabeza unos segundos
-hey ¿Por qué esa cara? ¿Un mal día?- se acercó a él
-uno terrible- dejó salir un suspiro -alguien saboteó la fiesta de la editorial y le puso alcohol a las bebidas que no lo llevaban y encima metió drogas- explicó
-vaya, eso si es algo serio- nunca había pasado algo asi
-lo sé- a la cuenta de tres iba a llorar, y ya iban 2
-bueno ¿Que te parece si tenemos una cita?- sugirió acercándose a él, para tratar de animarlo
-estoy cansado- abrazó al rubio para hundir su cara en su pecho.
-¿Y que tal otras formas de quitar el estrés?- siguió buscando opciones
El azabache sonrió al entender a lo que el rubio se refería.
-hoy no- rechazó esa propuesta
-¿Estás seguro? Porque acabo de verte sonreír por ello- molestó mientras se sentaba en el escritorio, el cual, si lo pensamos bien, era bastante fuerte para aguantar su peso.
-eres un tonto- respondió únicamente, levantándose de su silla para acercarse a su marido
-tu tonto favorito- se defendió acercando su rostro al del pelinegro
-eso no lo puedo negar- le rodeó del cuello con sus brazos , aunque el rubio estaba sentado seguía quedándole un poco alto
-lo sé, me amas- lo jaló de la cintura para que tuvieran más cercanía
-eso es evidente- sonrió besando los labios contrarios, apegándose cada vez más para profundizarlo
El rubio recorrió la cintura de su pareja, bajando sus caricias cada vez más, hasta llegar a la espalda baja, mientras que el más bajo enredaba sus dedos en los cabellos dorados.
Repentinamente se escuchó un carraspeo, que llamó la atención de ambos, teniendo así que separarse.
-ah Shinso- habló Tamaki -¿Qué pasa?- cuestionó disimulando el sonrojo que tanto el como togata tenían
-solo quería decir que lograron poner las demandas en negociación, tiene junta para ello pasado mañana- avisó el pelimorado
-entendido, gracias- vió al rubio bajar del escritorio -por cierto, ya me voy, cualquier cosa llamenme- informó tomando sus cosas
-está bien-
Ambos cónyuges se miraron con algo de complicidad propia de enamorados, saliendo así de la oficina.
-sabes creo que tendrías que contratar un secretario o secretaria- sugirió Mirio -Shinso hace demasiado-
-tienes razón, voy a mandarlo de vacaciones cuando solucionemos esto- prometió el más bajo
-tambien deberíamos ir nosotros a algún lugar- propuso de nueva cuenta el rubio
-pero no tiene mucho que regresamos de nuestra luna de miel- respondió
-lo sé, pero quiero ir contigo de viaje otra vez- insistió
-bien, bien, lo haremos- accedió
Mientras tanto, tras el pequeño silencio, el semialbino se dignó a hablar primero.
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Una nueva normalidad (todobaku/miritama)
Hayran KurguNo se trata solo de usar cubrebocas, cargar gel antibacterial y lavarse las manos cada 5 minutos, si no de una nueva etapa de su vida, una donde estén juntos. °•segunda temporada de "cuarentena"•°