Los segundos pasaron con un enorme peso de tensión sobre sus hombros, y a pesar de que intentara fingir que no, sentir el contacto de aquella mano alrededor de su cintura le hacía sentir un poco de náuseas, se sentía con la espalda contra la pared, ¿qué debía hacer ahora? No tenía ningún plan para este tipo de situaciones, si actuaba por impulsividad podría hacer fracasar todo el resto de pasos que quedaban por delante, y a Tabi no le gustaría eso, lo que menos quería era ser un estorbo para el.
Este sujeto era vomitivo, ¿cómo es que aún no lo atrapaban?, llevaba prófugo desde hace varios días, ¿nadie pensaba en el daño que un enfermo pervertido como él podía causar en alguien indefenso?
— Lo siento. —Habló el Andromeda cambiando su voz lo mejor que pudo para evitar ser reconocido.— No te conozco, me confundes con otra persona. —Miró en otra dirección.
— ¿Enserio? —Le miró de pies a cabeza, no lucía muy convencido.— Supongo que me equivoqué. —Pero aún así sonrió.— ¿Cuál es tu precio, lindo? Me recuerdas a cierto chico que conocí en el trabajo, ¿te interesa el RolePlay?
"Ew" pensó Agoti frunciendo el ceño debajo de aquella tela que le cubría parte del rostro. No había que ser muy listo para adivinar que ese chico del cual le hablaba se trataba de él, y pensar en que estaba presente en la mente de ese asqueroso individuo le hizo sentir aún más vomitivo, peor al saber que era capaz de pedir un juego de roles donde seguramente él sería uno de los protagonistas. Quería golpearlo, quería hacerle pagar por todo lo que había hecho a escondidas de gente inocente que confió en él, pero...
Negó con un movimiento de cabeza. No podía arriesgar todo el plan de Tabi por sus ganas de atacarlo. Abrazándose a sí mismo, presionó sus dedos en la piel de sus brazos en lo que intentaba alejarse de la mano ajena en su cuerpo, pero ese sujeto era insistente, salir de sus garras no sería trabajo fácil.
— No, no trabajo aquí. —Intentó decir el muchacho.— Lo siento, pero-
— No importa. —Interrumpió.—Ven conmigo, te enseñaré lo que es entretención de verdad.
— Pero-
— Sin peros, amigo mío. —Le arrastró con el.— Te aseguro que este lugar es mejor de lo que aparenta.
Inquieto, Agoti miró hacia el pasillo que iba dejando atrás. Se supone que no debía alejarse de aquella habitación en donde había ingresado su mejor amigo, pero su cuerpo era presa del pánico, ¿qué se supone que debía hacer? Ni siquiera sus piernas respondían para el, es como si cualquier rasgo de autodefensa hubiera abandonado su mecanismo mental.
— Me llamo Jayden. —Dijo aquel ex empleado que en realidad Agoti no quería conocer de más.— ¿Cuál es tu nombre?
— No creo que identificarme contigo sea una buena idea, no te conozco de nada. —Respondió algo arisco.
— Oh claro, tienes razón. —Rió con un tono algo desagradable.— Nos conocimos en unas condiciones algo cuestionables, pero no debes tenerme miedo. —Le acarició el pecho.— Estás en buenas manos conmigo.
"Lo dudo" pensó Agoti antes de mirar al frente, viendo como aquel hombre le abría paso en una de las tantas habitaciones disponibles que había en aquel nivel del edificio.
El lugar se veía considerablemente ordenado y limpio, pero aún así no dudaba de que tuviera una higiene bastante cuestionable, por no decir que deplorable. Sobre la cama, un par de mujeres junto a un muchacho esperaban alguna indicación para algún acto sexual, y Agoti temió un poco por esto, pero en lugar de ir con ellos, pasaron hasta una de las puertas del fondo, donde al entrar llegaron al instante a unas escaleras que le llevaban al piso superior. Con aquella mano en su espalda, no pudo negarse a subir cada escalón, pero le intimidaba lo lejana que percibía la música ahora. Miró atrás, viendo como aquellas anteriores mujeres les miraban desde la parte inferior de las escaleras, unas con cara de angustia, otras con horror, ¿por qué?
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Mᴇ Aɴᴅ Tʜᴇ Dᴇᴠɪʟ
FanfictionEn las vibrantes luces de la fama y las sombras del sigilo, Agoti, el adorado artista musical, guarda el oscuro y misterioso secreto de su mejor amigo. Entre acordes apasionados y susurros mortales, su amistad se teje en una danza peligrosa donde el...