20- Recuerdos

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-Un error muy tonto Kill~ -, se puso enfrente del pequeño agachándose levemente para quedar cara a cara- no sabes lo afortunado que soy, en la casa no te podía hacer nada por que después de esa última vez papá ordeno a los mayordomos seguirte cada visita-, ¿de qué mierda estaba hablando Illumi?- y en la escuela, nunca podía ir a tu edificio y siempre estabas en tu cuarto con ese tonto de Gon.

-¡¿Por eso le dijiste eso a papá?!-, se exaltó el albino tratando de reunir las piezas en su cabeza.

Illumi dejo caer su cabeza en su hombro.

-Tal vez -, se mano la acercaba al cachete del albino quién solo tiritaba de miedo- pero ahorita nadie te va a poder salvar de mis garras -, sonrió con morbo.

-{}-

Estaba llegando a la entrada y no había ni encontrado a Leorio o visto a Killua. Eso le preocupaba.

Salió de ese edificio viendo en todas direcciones para ver si podía encontrar alguna señal del albino pero no encontró nada. ¿Se había ido Killua?, ¿por qué no estaba ahi?, ¿tal vez entró al edificio?.
El edificio era muy grande y sin duda tal vez se había perdido. Entro de nuevo.
Le mandaría un mensaje, era mejor. Si el albino se encontraba en una situación preocupante donde tal vez tuvo que esconderse y no hubiera silenciado su teléfono, la llamada hubiera revelado su ubicación.

"¿Dónde estás?".

Envío el mensaje pero nadie le respondio. Decidió dar una vuelta pero ir por otro camino, si no vio al albino en el camino se había ido por otro, ¿no?.

Escucho un pequeño ruido de algo metálico moviendose por el suelo. Como cuando movías una silla ya oxidada en el salón de clase y se escuchaba el chirrido. Lo escucho un poco lejos, pero estava decidido a encontrar de donde provenía aquel ruido. ¿Y si era el pequeño que necesitaba ayuda?, se debía apurar.

Movió la puerta corrediza para poder abrirla y la escena que encontró no se puede describir con palabras.

-¿Illumi?-, habló tembloroso. Sabía quien estaba abajo de él pero no quería mirar.

-Oh, Hisoka. ¿Te hablé de mi lindo hermanito?-, una sonrisa macabra se apoderó de él. Y movió bruscamente su pelvis sacándole un quejido al albino.

-¿Qué haces...?, ¿por qué...?, killua...-, sólo había llorado en su niñez por las cosas tan crueles que paso. Pero desde que inicio su adolescencia había sido un despiadado que era muy frío.
En ese momento sus ojos se llenaron de agua,
pero aún no las soltaba.

-¿Por qué lloras?, ¿eres de los sentimentales que solo comparten el sexo con una persona?-, ladeó su cabeza, apoyando su codo en la mesa enfrente de él dejando caer su cabeza en la mano de ese mismo codo.

Por el contexto en el que no solo estaba él, con esa pregunta tan imprudente en ese momento y por la forma en él que el albino estaba decidió decir lo siguiente.

-Tu y yo no somos nada-, se acerco más a él.

-¿No?, todo lo que tu hiciste por mi, todo lo que yo hice por ti, ¿para ti no es nada?-, detuvo su movimiento.

-Deja a Killua-, se acercó aún más al pelinegro. Deben de entenderlo. Illumi su amigo y cómplice de años, habían formado algo más que una simple amistad sin llevar a algo serio como una relación, y Killua un amor enfermizo que le tenía, un amor mal. Por que si miramos de un punto objetivo todo, Hisoka un hombre de 27 años que le gustaba un adolescente de una manera loca, un adolescente de 14 años. Eso estaba mal.

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⏰ Última actualización: Feb 18 ⏰

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𝘊𝘢𝘳𝘪𝘤𝘪𝘢𝘴 𝘳𝘦𝘱𝘶𝘭𝘴𝘪𝘷𝘢𝘴   [ʜxʜ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora