NARRA CARVAJAL
En cuanto nos separamos, ambas nos miramos y la reacción más natural que tuvimos fue de sonreír, aún así el miedo que ambas sentíamos invadía todo el lugar.
- ¿Que estamos haciendo? - pregunto muy preocupada, llevo ambas manos a su rostro y yo con incertidumbre tome las mismas y las aparte con cuidado para poder verla a los ojos...esos preciosos ojos cafés.
- no estamos haciendo nada malo Juliana, somos dos personas adultas que se atraen y se acaban de besar...pasa todos los días, a todas horas y en cualquier parte del mundo -
- Valentina te llevo quince años___
- corrección...catorce, me llevas catorce años- le corregí como si la diferencia hubiera disminuido considerablemente.
- tú deberías enamorarte de personas de tu edad, no de una mujer como yo - ella iba enloquecer con lo que acababa de pasar, apagó la estufa de la cocina y fue a la sala.
- juliana tu mejor que nadie sabe cómo son los chicos de mi edad...ademas en el corazón no se manda - ella agachó la cabeza y llevo sus manos a la misma - Lo siento por enamorarme de ti...lo tenía que decir, lo siento - sin darme cuenta ese peso que sentía en todo el cuerpo se fue... me basto de una semana, dos horas al día con ella para enamorarme perdidamente de su completa existencia.
De repente se levantó de golpe y empezó a caminar de un lado a otro - si se enteran en la universidad de esto, mi carrera se va a la basura - yo mejor que nadie se lo mucho que ama enseñar y jamás podría permitirme que pase algo así, me acerque hasta frenar su paso y la tome de la cintura...en este punto ya nada me importaba.
- nadie se tiene porqué enterar...o al menos hasta que yo acabe la carrera - ambas sonreímos - este puede ser el secreto mejor guardado y todo se quedaría aquí, en tu maravilloso hogar...por favor Juliana. No me pidas que me aleje por qué te juro que no me veo con nadie más que contigo -
- nadie puede saber de esto...-
- nadie se va enterar - Ella me miró a los ojos y segundos después me abrazo hasta ocultar su rostro en mi pecho.
Sentirla tan cerca, tan mía...me tenia en paz.
- hey...- quise llamar su atención, ella levantó la mirada y me sonrió - eres...eres eso que jamás busque, pero que no pensé que necesitaba con toda mi alma - acomode un mechon de su pelo detrás se su oreja y tome una de sus mejillas con mi mano, la otra se mantuvo en su cintura.
- jamás pensé que podría llegar a sentir algo así...menos a mi edad___
- Juliana, pudiste sentir esto muchos años después, o años antes...incluso pudiste llegar a sentir esto con tu ex esposo. Esto tenía que pasar y ya, no te martirices más - la complicidad que se sentía era inexplicable.
- tienes algo de razón...- ella tuvo la iniciativa y se acercó hasta poner sus labios sobre mis labios - yo no quería enamorarme de ti, pero seamos honestas...fue imposible no hacerlo, eres tan dulce, tan hermosa, tan misteriosa que no sabía cuanto dolor cargabas...si me lo permites, quiero ser tu lugar favorito cuando necesites escapar del mundo - me límite a asentir y me fui acercando hasta que ella atrapó mi labio inferior en una mordida, ambas deseábamos ese beso con todas nuestras fuerzas...y nada, ni nadie iba impedir que eso pasara.
Fui retrocedido gracias a un plan maligno que pensé rápidamente y me deje caer sobre el sofá, la lleve conmigo y termino a horcajadas sobre mis piernas mientras que no podíamos parar de besarnos. Comprendo esas ansias a la perfección...yo quise esto desde el primer día que la Vi.
- okay basta - dijo luego de alejarse - hay que ir despacio...es lo más sensato - se estaba por levantar pero logre impedirlo cuando la tome de sus caderas con firmeza.
