Capítulo 12

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||Playlist||

12 - Last Friday Night - Katy Perry
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Un nuevo día en la vida de la peli[c/c] consistía en hacer hasta lo imposible por no despertar temprano, ni estar a tiempo para las clases. Dormía plácidamente en su ignorancia, omitiendo de su memoria todo lo relacionado con las ocurrencias de sus previos días vividos. Tan pronto como su móvil atentó con emitir su alarma, la fémina extendió su brazo y rápidamente impidió que el sonido se prolongase por más de meros segundos. Acto seguido, procedió a sumergirse aún más en las sábanas tibias y las suaves almohadas, no queriendo dejar su comodidad por nada ni nadie. Fastidien las clases, ella quería dormir.

Palabra clave: "Quería"

Sus gruñidos de molestia no se hicieron esperar cuando alguien jaló las sábanas y le hizo rodar sobre la superficie de la cama como un perrito caliente en el asador.

—¿Cuál es tu problema? Deja dormir a la gente que así lo quiere. —se quejó, ocupando una almohada para cubrir su cara de los rayos matutinos que se colaban entre las cortinas entreabiertas.

—Mira cómo eres. Primero te cuelas en mi casa y luego no te dignas ni a asistir temprano a clases.

—"¿Colarme en su casa?" —se cuestionó a sí misma, descubriendo parcialmente su cara y abriendo sus ojos, solo para encontrar a un pelimorado cruzado de brazos mientras sostenía malamente las sábanas, que antes le había arrebatado, con una de ellas. —¿Ah...?

—Por tu bien te advierto que te levantes si no quieres que el viejo lo haga por las malas. Recibir un sermón a estas horas es insufrible, que lo sepas. —advirtió antes de lanzar las sábanas directo a su cara y salir de la habitación.

La peli[c/c] apartó las telas blancas de su rostro y miró a su alrededor aún medio dormida. Efectivamente, esa NO era su habitación. Y si recapitulaba los eventos anteriores, muy vagamente, en el fondo de su cajón de recuerdos, sí que se había colado en su casa por un capricho. Solo en el momento en que desbordaron el avión, sintió todo el estrés y el cansancio que su propia histeria y preocupación estuvieron conteniendo durante un mero fin de semana, y como le daba demasiada flojera llegarse hasta su casa y desempacar, decidió invitarse sola a la de Ouma. ¿Y por qué no? ¿Qué iba a hacerle? ¿Negarse? Lo dudaba en demasía. Kokichi era lo más pasota que habrá conocido Japón, tenerle de invitada en su casa no era ni sería nada raro o molesto para él.

—Clases esto, clases lo otro... Debería pedir la baja del instituto de una vez... —se quejó para sí misma.

—¿Qué fue eso, [T/N]? Suenas como una anciana. —se burló el dueño de la habitación desde la sala contigua. Aparentemente se encontraba tirando una buena cantidad de utensilios en alguna parte de la cocina.

—Kokichi, ¿qué estás haciendo?

—Cocinar, ¿no es obvio? Usualmente el abuelo se encarga, pero ya ves que no está.

—Oh, vaya, sorpresa mañanera. No sabía que eras de los que sabían mantenerse solo. —se burló ella con todo su sarcasmo, a lo que los ruidos cesaron y ella rápidamente corrió a esconderse dentro del armario. Sabiendo que se avecinaba otra riña infantil entre ellos.

El manager del pelimorado se encontraba ingresando a la suite cuando un zapato cruzó volando por la puerta recién abierta. Podía escuchar las voces de ambos adolescentes insultando se mutuamente desde alguna parte, la sala de estar estaba hecha un desastre y ni hablar de la pequeña cocina, por otro lado, la habitación... Era el averno. Prendas de ropa, almohadas y hasta zapatillas volando de un sitio a otro. En el suelo se encontraban ambos desastres humanos en su pelea diaria para molestarse. El mayor suspiró pesadamente antes de acercarse. Kokichi se encontraba golpeando la cabeza de la peli[c/c] con un plumero mientras le retaba a repetirse mientras que ella se cubría y le aventaja lo primero que alcanzase su mano a ciegas.

Hold on, movie star! [Kokichi Ouma x fem!reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora