Capítulo 14

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14 - Revenge Syndrome - MafuMafu
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La fémina se encontraba caminando hacia la oficina del mandamás de la compañía. Había sido citada poco después de su última actividad en la agenda, una interacción que no podía posponerse bajo ningún concepto. La chica llamó a la puerta, presentándose con nombre completo y esperando que el permiso le fuese concedido. La autorización fue dada instantes después. La oficina se encontraba en la máxima altura del edificio, la pared frontal a la puerta de roble tallado estaba totalmente cubierta de amplios y limpios paneles de vidrios que proveían de una iluminación ideal para trabajar en horas del día. Un sofá en L se encontraba a la derecha, en la esquina, una mesa pequeña de caoba y superficie perfectamente pulida, descansaba una pequeña bandeja sobre la cual se presumía una botella de whiskey y tres pequeños vasos. A la izquierda, estanterías con variados e importantes documentos, delante de los cuales se encontraba un pequeño escritorio en el que trabajaba la chica de hebras lila pálido y ojos morados: Kyoko Kirigiri. En el centro, cerca de los grandes paneles de vidrio, un amplio escritorio de madera fins y oscura, impecable y en cuya superficie descansaban infinidad de papeles, contratos y carpetas con demás documentos de importancia. Escribiendo en uno de estos se encontraba el individuo a quien la fémina pretendía ver después de ser citada: Kyousuke Munakata. Frente a su escritorio, dos grandes sillas de cuero negro destinadas a posibles visitantes.

—Señor. Tal cual lo ha pedido, he acudido tan pronto ha terminado mi última sesión de hoy. —habló la fémina, tomando asiento frente al escritorio en una de las dos cómodas sillas de cuero procesado que había frente al escritorio. Munakata cesó el movimiento de sus manos para prestar total atención a la recién llegada, mientras que Kyoko, quien se encontraba organizando documentos, redujo al mínimo posible todo sonido emitido de sus acciones.

—Sasha. Me complace saber que has sido lo más puntual posible. Necesitaba tratar algunos asuntos contigo. —inició el albino, reclinándose en su asiento lentamente. —He sabido que has mejorado exponencialmente desde tus comienzos, me complace decirte que pronto podrás ser una actriz independiente. —explicó, mirando de reojo el documento correspondiente a la información expuesta, que descansaba sobre el escritorio, fijado bajo un pisapapeles con la forma de un pequeño sabueso.

—Me alegro muchísimo de saber que cumplo sus expectativas.

—Lo siguiente... He sabido que te has cruzado con esta persona durante la gala en Ōsaka. —continuó el albino, presentando a la fémina una fotografía de una peli[c/c] que ella conocía muy bien. Sasha usó todo su autocontrol para evitar señalar aquella foto de forma acusadora y gritar sus pulmones al completo sobre lo mucho que se resentía de esa chica, aunque apenas la conociera.

El mero hecho de que su crush fuese rumoreado en una relación con aquella chica le hacía hervir la sangre. No era sorpresa ni secreto para nadie que Sasha, en todas sus entrevistas, expresaba su obsesión por el pelimorado, y tampoco era sorpresa que sus fans le diesen ánimos en su largo (y probablemente, eterno) camino a conquistarlo. Pero que de la nada apareciera aquella desconocida y lograse lo que ella no podía incluso si se paraba en el mismo peldaño que el chico, era irritante. Vivían en el mismo mundo, trabajaban bajo el mismo oficio casi desde la misma edad, incluso asistieron a la misma academia privada. Pero él solo reconoció su existencia cuando tuvieron la casualidad de cruzarse en el mismo proyecto años atrás.

Desde la primera vez que la Academia llevó a cabo su primer evento, quedó encantada con los dotes del de hebras moradas. También de lo sencillo que era en comparación con la gente superficial del entorno, y el hecho de que fuese un solitario, al menos a sus ojos, hacía resaltar sus virtudes la mayor parte del tiempo. Pero nunca pudo acercarse, y perdió toda oportunidad cuando ocurrió el incidente de Himiko Yumeno. Cuando él fue aceptado en una agencia importante, ella recurrió a Munakata en un intento de acortar las distancias todo lo posible. Un intento vano, pues él avanzaba demasiado rápido, y mientras ella solo obtenía papeles secundarios en obras poco conocidas de momento, él se apoderaba de papeles importantes en obras de renombre y objetivo de las redes. Su única posibilidad de acercarse se mantenía en la Academia a la que aún asistían, hasta que él pidió su transferencia, y luego apareció ella...

Hold on, movie star! [Kokichi Ouma x fem!reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora