Hold on, movie star! [Kokichi Ouma x fem!reader]

Capítulo 13

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13 - chAngE - Miwa
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—¿Los exámenes? —cuestionó la peli[c/c], dejando de trabajar en el atuendo que tenía en sus manos para continuar su charla con el pelimorado, que le miraba desde uno de los cojines puff de la sala de estar. —Sí, deben estar a dos semanas como mucho. Aunque dudo que te supongan un problema, prácticamente deberías estar saltándote el curso.

—¿No deberías estar estudiando? —cuestionó él, ladeando su cabeza.

—Tranquilo, sé medir bien mi tiempo. Comenzaré a revisar los apuntes en cuanto termine el siguiente atuendo en la lista y podré ocupar el día de mañana para ponerme rápidamente al día antes de seguir.

—Menudo sentido de la responsabilidad...

—Te vendría bien tener algo de eso. ¿No estás escapando de tu sesión de fotos?

—¿Yo? Para nada. —negó con todo su sarcasmo, ganando con ello una mirada de reojo por parte de la fémina.

Tras la pequeña charla volvió a reinar el silencio. Habían estado así toda la tarde tras salir de clases, a [T/N] no le cabía la menor duda de que Kokichi solo había decidido "ser un caballero" y acompañarle de vuelta para escapar de su agenda. Aprovechando el hecho de que solo su manager sabía donde ella vivía y actualmente estaba ocupado. Ella solamente le dejó hacer lo que quisiera, y Kokichi se paseaba de un sitio a otro como si de su propia casa se tratase, hasta que ella comenzó a trabajar. En ese momento se le antojó hacerle compañía e iniciar pequeñas charlas de tanto en tanto, pero luego volvía a haber silencio, y de tanto en tanto era algo incómodo, sobre todo el hecho de que sus ojos morados no dejaban de verle fijamente.

—[T/N]. —le llamó después de otros instantes en silencio.

—¿Qué pasa?

—Me aburro...

—Ve a trabajar tú también, verás que pronto se te pasa.

—Oh, por favor... —se quejó, hundiendo su rostro en el cojín al estar bocabajo. —Puedes hacer eso luego.

—Kokichi, ¿no puedes ver que estoy ocupada? Ve a ver algo en la tele o usa tu móvil para entrar a las redes sociales. —propuso después de suspirar con algo de histeria. Kokichi le miraba con un puchero infantil en su rostro al saberse cruelmente ignorado por ella. —Eres como un niño. Ya estás mayorcito para esos berrinches. —comentó, pero solo ganó un gruñido distorsionado como respuesta cuando el pelimorado volvió a enterrar su rostro en el cojín.

—... ¿Puedo quedarme acá?

—¿No estás ya justo ahí?

—¿El resto del día?

—Haz cuanto te plazca, "mi casa es tu casa". —permitió ella vagamente. Era justo, él le había dejado quedarse en su suite. Si él quería quedarse en su casa, bien lo permitiría. Si con eso le dejaba trabajar en paz.

Para cuándo terminó con el trabajo que se traía entre manos, tal cual se había organizado, [T/N] tomó sus apuntes y repasó lo que creyó esencial en las últimas lecciones. Había estado tan ocupada con su vida laboral que a veces olvidaba que seguía siendo una estudiante. La casa se sumió en absoluto silencio por largo tiempo, cosa que eventualmente le sacó de su trance y provocó que apartase la mirada de los apuntes. ¿El tornado morado se había marchado? ¿Salió sin avisar? ¿Se habría quedado dormido en alguna parte? Después de revisar su habitación, la contigua y hasta la cocina sin hallar rastro suyo, comenzaba a creer que realmente habría salido sin avisar, pero en su lugar le encontró en la sala de estar, mirando incesantemente una fotografía. Hasta ella se extrañó de ver aquella foto, ¿desde cuándo la tenía? Ella no era de tener retratos ni fotografías por ahí. Sus paredes estaban cubiertas con algún que otro cuadro que llamó su atención en su momento, pegatinas y pequeñas luces. Estaba casi convencida de que aquella foto no estaba ahí antes.