Efecto Mariposa

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28 de noviembre de 2023 fue la noche en la cual el sentido de las agujas del reloj se alteraron y el 29 de noviembre de 2023 ese reloj se rompió.
Ese dolor que sentí esa noche jamás podré explicarlo. Pero en otra vida ese 28 de noviembre tras esa charla, hubo un efecto que produjo que la relación que iba a avanzando poco a poco en vez de acabar, siguiera adelante. El mes de diciembre se reforzaron unas bases que hizo que diciembre fuese hermoso, te invite por nuestros tres años y tres meses a un fin de semana en valencia, en aquel hotel que tanto nos gustó. Volvíamos a dormir juntos varios días, yo seguí perdiendo peso y tu lo veías y estabas cada día mas orgullosa y yo cada día veía a la mujer de mis sueños que estaba consiguiendo todo lo que se proponía.
Llegó navidad y decidí dar el paso llegaron los ansiados regalos  y allí tenías tu bolso favorito y tus zapatos que tantos querias y además una caja misteriosa llena de tus chuches favoritas con una carta con frases que adoraba de ti y canjeables que iríamos haciendo.
El primer vale fue un vale por un fin de semana de spa, el segundo vale por una noche romántica, el tecero vale para una primera cita y el último vale para un viaje a Marruecos.
No creías lo que estaba sucediendo pero se veía bonito y a lo largo de los meses iban pasando esos vales, llegaría enero y nos iríamos de spa, llegaría San Valentín y rememorariamos esa primera cita, en marzo una escapada romántica y en abril, mayo, cogimos nuestras maletas y nos fuimos de viaje, la vida nos estaba sonriendo y estábamos tan unidos y era todo tan perfecto...
Llegaríamos a una vista preciosa y fue entonces cuando decidí arrodillar mi rodilla y proponerte con mi más sincero corazón que si quisieras casarte conmigo. En esa vida decías que si y al poco ahorramos tanto que nos fuimos a vivir juntos, yo conseguí el trabajo de mis sueños y tu conseguiste sacar el grado y además poder estudiar y trabajar de enfermera. Nos casamos en una ceremonia preciosa con vistas a la playa y nos fuimos de luna de miel a las Maldivas, llegarían miles de viajes más como Paris, Londres, Nueva York un crucero por el mediterráneo y también por el caribe, daríamos a la vida a una hija primero llamada Aitana y a un hijo después llamado José Antonio, crecerían en un ambiente bonito y tu y yo nos mirábamos viendo que tras esa noche seguimos de la mano y conseguimos sobreponer todo y conseguir nuestras metas, más tarde llegaría nuestro tercer hijo, una niña preciosa, nuestra luz de nuestros ojos llamada Triana.
Y así hubiese sido esa vida de ensueño, con nuestra casita, tú vestidor, nuestro patio con piscina y adornada a tu gusto.
Una vida de amor verdadero y puro como te prometía porque mis ojos solo brillaban ante ti.
Una vida que nunca llegará ya que aquel 29 de noviembre termino todo por lo que una vez soñé y mi mayor deseo se esfumó como si nada.
No hay día en que no recuerde ese momento y no hay hora tras cincuenta y siete días que mi mente no te recuerde y mi corazón supliqué por ti. Te amo todos los días de mi vida y te amare por siempre. Aunque amar signifique dejarte ir para que seas feliz.

Desde que te fuiste Donde viven las historias. Descúbrelo ahora