Estamos a cinco días de hacer un mes desde que se apagase todo y la vida empezará a tomar otro rumbo, empiezan unos días que hace un año mirabas y eras feliz porque lo compartías con ella tres años seguidos y este era el cuarto hubiese sido el cuarto pero nunca se volverá a hacer, ya no tomaremos una cerveza en el bar de la esquina o en pleno centro y viviremos una noche preciosa.
Ya no habrá un 31 de diciembre y no habrás uvas contigo y empezar el año con un beso tuyo.
Parece que hay tramos en los que superas los momentos en los que crees que todo está yendo bien y que puedes con todo y más, luchas por ser feliz y solo enfocarte en ti día a día, quieres conocer gente nueva y a veces piensas que no estás preparado o que tal vez sea aburrido el procedimiento y noches en las cuales sueñas que tal vez haya una llamada o un mensaje y que solo haya sido un triste revés pero con solución.
Muchas noches lo que sueño es mi vida real y cuando despierto simplemente es una triste pesadilla que avanza día a día y a lo largo del día sueñas con que esos sueños sean realmente realidad.
Estoy cansado y decepcionado, hundido y a la vez ambicioso y con voluntad de sacar una simple sonrisa fuera aunque la mayor sonrisa que buscaba era la tuya.
Quisiera cogerte de la mano y bailar contigo y acercarme y oler tu pelo y darte un beso en la frente, en la nariz, en el cuello en la boca, en cualquier parte de tu cuerpo pero ya no es realista y a veces solo queda esperar a dormir para creer y soñar contigo y pensar que es la realidad hasta que me despierte y vuelva a la pesadilla de la triste realidad
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Desde que te fuiste
Romancela soledad y la melancolía de ver cómo mi vida se acabó. Viendo cómo eres feliz sin mi