Seguí a Jane hasta el estacionamiento donde nos esperaba una suburban negra totalmente polarizada, Jane subió adelante en el asiento del copiloto, yo quede en la parte de atrás en medio de dos repulsivos vampiros. Nadie de los Vulturis se dispuso a romper el silencio, así que seguí su ejemplo y no hable en todo el viaje, nos detuvimos frente a un enorme castillo estilo medieval. El chofer aparco y Jane bajó delicadamente del auto, la siguieron Félix y Demetri, yo bajé a mi paso e intente alcanzarlos.
- No vayan tan lento-Comente sarcástica, arrastrando mi maleta tras de mi.
-Si lo pides tan amablemente-Dijo sonriendo Jane antes de acelerar, por un momento pensé en correr tras ella con un poco de esfuerzo la alcanzaría pero prefería no llegar cansada a la base del enemigo después de todo nunca se sabe que puede pasar.
Jane se detuvo delante de una entrada trasera y saco una llave de su túnica, después de asegurarse que no hubiera testigos abrió la puerta, supuse que esta sería la entrada trasera, por lo que sabía también usaban la fachada del castillo para atraer a humanos incautos con la idea de un “maravilloso” destino turístico por supuesto dejaba de ser tan maravilloso cuando descubrían que serían la cena. Entramos e inmediatamente no pude evitar toser, había demasiado polvo, caminaron tras los escombros después de doblar en un pasillo entraron a una alcoba y ahí Félix movió un estante de libros, quedo descubierta una puerta de madera sumamente lujosa y en buen estado, en el centro de la puerta estaba tallado en oro un escudo con una elegante “V” supuse que sería el escudo de los Vulturi yo por mi parte llevaba mi símbolo Cullen en un hermoso collar que Alice había mandado a hacer específicamente para mi, Jane giro la manija de oro de la puerta y yo contuve el aliento, una brisa de aire helado hizo que mis vellos en la nuca se erizaran.
-¿No piensas entrar hibrida?-Me pregunto Jane molesta.
-Tengo un hombre y antes de que lo preguntes no es hibrida-Le respondí entrando tras ella, Jane azoto la puerta escandalosamente, caminamos por el pasillo pasando a una recepcionista humana, tomamos un elevador (al que me forcé a entrar) y esperamos, las puertas se abrieron y salimos del ascensor, nos detuvimos delante de otra enorme puerta antigua. Tuve que reconocer que muy a mi pesar el castillo Vulturi era hermoso algo gótico pero hermoso a fin de cuentas, Jane saco otra llave y abrió la que esperaba fuera la última puerta.
-Jane, Félix, Demetri y ohh Renesmee Cullen-Dijo Aro con una sonrisa y fingiendo estar sorprendido.
-Pero como has crecido, y que bella te has puesto...-Siguió con la fingida charla.
-¿Por qué estoy aqui?-Pregunte provocando murmullos entre la multitud, al parecer no era muy común que alguien interrumpiera a Aro
-Oh querida no eres muy paciente, pues bien te lo diré, queremos vigilar como va tu crecimiento- Informo Marco, los reconocía gracias a un cuadro de ellos en el estudio de Carlisle, eran los rostros de las personas que había sido enseñada a odiar, que uno de ellos me llamara cariño me produjo querer cortarle la garganta.
-¿Si?, porque yo pensaba que era por los repentinos asesinatos en Forks ¿No me estarán culpando? o ¿sí?-Pregunte fingiendo no saber mucho de ese tema, los Vulturi eran tan crueles que serian capaces de asesinar a todos esos humanos solo para acusarme a mí de haberlo hecho.
-Oh no pequeña claro que no, solo queremos vigilar tu crecimiento como ya te he dicho antes- Dijo Marco ¡maldito mentiroso! Me contuve y fingí creerle.
-¿Cuánto tiempo tendré que permanecer aquí?- Pregunte, esta vez Cayo hablo.
-Un mes-Respondió con su fría voz que provoco otro escalofrió en mi, al parecer tendría que considerar llevar un suéter conmigo mientras me hospedara aquí.
-Ahora si me permitieras querida-Dijo Aro entendí perfectamente que quería, mi mano para poder ver mis pensamientos, seria inútil y estúpido negarme, aunque no me agradaba la idea de que alguien viera mis pensamientos irónico ya que mi don era mostrarlos, por lo menos estaba acostumbrada al constante escrutinio viviendo en una casa de vampiros sobreprotectores.
-Claro-Dije entre dientes y avance a paso lento hasta él, Aro tomo mi mano y susurro cosas como "interesante,”mmm”, “Ohh”, después de un rato soltó mi mano.
-Maestros lamento haber llegado tarde, tuve que castigar a unos vampiros que querían mostrar nuestra existencia-Me volví para poder ver al propietario de tan seductora voz, ¡Era el chico más atractivo que hubiera visto!, era alto, extremadamente pálido (como cualquier vampiro), su cabello tenía un tono castaño claro, sus labios tan llenos que hubieran parecido femeninos de no ser por sus otras facciones masculinas y sus ojos eran rojos como la sangre de sus víctimas, si era muy atractivo pero era un Volturi su capa y sus ojos lo delataban, me odie a mi misma por haber pensado que un Vulturi era "sexy"
-Alec, en qué momento más oportuno llegas-Dijo
Cayo sonriendo, Alec fijo sus ojos carmesís en mis ojos chocolates, al parecer quería intimidarme pero yo le aguante la mira desafiándolo, el arqueo una ceja y sonrió de lado divertido de mi reacción hacia él.
-Oportuno ¿para qué? -Pregunto Alec dirigiendo su atención a sus maestros
-Serás el encargado de proteger a Renesmee, llévala a su habitación-Pidió Cayo con un tono de voz que no dejaba lugar a quejas el me miro irritado y salió sin esperar a que lo siguiera (ya me estaba acostumbrando a eso), salí detrás de él.
-Genial, niñera de la hibrida - Murmuro él, sabiendo que está ahí y que podía escucharlo perfectamente, rechine los dientes antes de resoplar con incredulidad.
-¿Tú crees que a mí me agrada estar con un asqueroso Vulturi? –Conteste
Y antes de que me diera cuenta, Alec jalo mi muñeca y me pego a la pared puso un brazo sobre mi hombro derecho y al ver que intentaba escapar puso el otro en el lado izquierdo.
A si fue como acabe acorralada por un cabreado y sexy Vulturi.
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My Lovely Enemy (Renesmee and Alec)
ФанфикNovela perteneciente a ARANZA GALINDO publicada originalmente en mitoxicromance. Créditos a la autora. "Querido Clan Cullen: Nos han informado de una serie de asesinatos en Forks, todos jóvenes de no más de dieciséis años, con la extraña coincidenci...