My Lovely Enemy (Renesmee and Alec)

CAPITULO 5

IL PERFEITO VENDETTA.

LA VENGANZA PERFECTA.

Me levante con un nuevo propósito: hundir a los Vulturi.

Para lograrlo tendría que ser metódica, fría, y lo que sería lo más difícil para mí: dejar a un lado las
emociones. Decidí darme un baño con el fin de despejarme y relajarme un poco estaba perdida en mi pensamientos cuando la alarma que había programado la noche anterior comenzó a sonar, me envolví en una toalla y abrí la puerta del el closet para sacar algo de ropa, me encontré con una desagradable sorpresa, todo era negra.

Resignada escogí un abrigo negro, en otro momento hubiera pensado que era lindo, pero no cuando estaba siendo obligada a usarlo, intente relajarme, no tenía sentido molestarme por algo tan tonto, en cualquier momento podría ir de compras.

-Que agradable sorpresa, hermanos, miren quien se nos une hoy-Dijo Aro en cuanto me observo entrar.

-Buon Giorno-(Buenos días)- Salude entre dientes intentando seguir el protocolo.

Todo el clan Vulturi se encontraba sentado alrededor de la mesa, note que nadie había guardado un lugar para mi, fingí no darle importancia y me situé en el único asiento vació,
alado de Jane.

-¿Han averiguado algo de los asesinatos en Forks?

-Pregunte levantando la voz, al instante todas las miradas se posaron en mi.

-En realidad pensábamos hacer una visita, aunque ya no han habido más asesinatos-Comento Cayo mirando fijamente su copa llena de sangre, no tenía que acabar su frase todos habíamos entendido que me culpaba a mí.

-Qué extraño, te vas y ya no hay mas asesinatos- Murmuro sarcástica Jane

-Si, juraría que alguien quiere inculparme, pero solo son suposiciones mías-Dije sonriéndole

-¿Por qué alguien querría hacer eso?-Cuestiono la chica de ojos violetas que ayer había estado muy interesada en la venganza de Jane.

-Eso mismo me pregunto-Conteste con los ojos entrecerrados.

-No nos hemos presentado correctamente-Dijo Aro intentando restarle tensión al ambiente -Esa hermosa mujer-Señalo con la mano un lugar-Es mi adorable esposa Sulpicia-Y si, no podía negarlo era
hermosa pero su actitud de mujer sumisa "no-hablo-hasta-que-mi-esposo-me-de-permiso" me fastidio.

-Yo soy Atenadora, la esposa de Cayo-Se presento una mujer de cabello castaño y lentes de contacto verdes, su sonrisa parecía vacía al igual que su personalidad.

-Heidi, se encarga de conseguir el entreteni... alimento-Dijo Marco señalando a la chica de ojos violetas, supuse que la habían escogido por su
aspecto, incluso yo no hubiera sospechado de su maldad de no haberla escuchado hablando con Jane.

-A Corin lo conocerás después ya que tiene la tendencia a desaparecerse-Murmuro Heidi

-A mí ya me conoces-Asentí a Demetri

-Y a mi-Voltee a ver a Félix, al mismo tiempo que Jane, la cual me dirigió una mirada furiosa que claramente decía aléjate de él.

-Los gemelos de la guardia, Jane y Alec- ¿Gemelos? los observe detenidamente, compartían algunos rasgos como los carnosos labios, pero nunca hubiera adivinado que eran gemelos.

-Renata y Santiago-Observe a la pareja que se mantenía junta, había una especie de conexión entre ellos que no había visto en mucho tiempo.

-¿Puedo retirarme?-Pedí, hastiada de la hostilidad con la que todos me observaban.

-Claro-Acepto Aro y salí disparada. En realidad no había sido tan difícil tenía una idea perfectamente clara de que molestaría a Jane, solo tenía que ponerla en práctica.

-Félix se que estas detrás del pilar-Dije sonriendo para mis adentros.

Al parecer seducirlo no iba a ser tan difícil.