CAPÍTULO 37 SEGUNDA PARTE

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Hola:3 advertencia cap. corto.
:D

Entonces entendí su papel en todo esto, comprendí porque mi madre se había mostrado tan tranquila ante la idea de que abandonara el continente.

-¿No estas algo grandecito para hacer de niñera?-Dije hundiendo juguetonamente mi codo a la altura de su cadera.

-¿No estas algo grandecita como para necesitar una?-Se mofo de vuelta Habían pasado cinco años desde la última vez que lo había visto, sus ojos me observaban fijamente y con lo cerca que estabamos comprobe que no eran completamente cafés incluso parecían salpicados de un verde aceituna, también su cabello había cambiado ahora lo llevaba más corto casi a la altura del cuello. Era bajo de estatura para un chico promedio y su mosculatura tampoco era sorprendente sin embargo había algo en él que lo hacía incapaz de pasar desapercibido, tal vez eran sus brillantes ojos o tal vez era tan solo su personalidad.

-Renesmee, cariño ¿Porqué no llevas a Nahuel a la cocina y le ofreces algo de comer?-Sugirió tía Rose, mire a mi familia fijamente dejándoles claro que sabía que algo tramaban estaba decidida a no moverme hasta que un brazo me jalo con rumbo hacia la cocina.

Abrí el refrigerador y saque dos refrescos sin gas le ofrecí uno a Nahuel y bebí el otro

-¿Qué?-Le pregunte sintiendo su mirada

-No puedo creer que sigas comprando de estos-Respondió señalándome su bebida, inmediatamente me puse a la defensiva ¿Y qué si era una bebida infantil?

-Había olvidado lo fácil que es hacerte sonrojar-Murmuro pellizcando mis mejillas tal y como harían como una niña pequeña, bien, ¿Quéría tratarme como a una niña pequeña? ¡Pues como una niña pequeña actuaria! lo mire con un brillo malicioso en los ojos y antes de que pudiera interpretar mi mirada me colgué sobre su espalda rodeando su cintura con mis piernas y entrelazando mis brazos con su cuello tal y como lo hacía a los cinco años de esas -Has subido de peso-Se burlo provoncadome a la vez que me tomaba de un pie haciendome cosquillas

-Y tu te has vuelto débil-

Los dos reímos recordando viejos tiempos, con el me sentía segura y feliz, además me entendía algo que ni siquiera mis padres hacían.

-Si han acabado con su reunión de fenómenos tenemos que irnos-Dijo una voz peligrosamente plana detrás de nosotros, mordí mi labio Alec furioso era aterrador pero Alec actuando indiferente y calculador podía ponerme a temblar.

-¿Cuál es tu problema?-Dijo Nahuel con cuidado me puso sobre el suelo y se volvió para encarar a Alec.

-¿Cuál es el punto de explicarme? cuando es obvio que alguien como tu no lo entendería....- "Como tu" las palabras ardían como sal en una herida, ¿Acaso Alec se había olvidado de que yo también era una mezcla de sangre? sus ojos me observaban como espadas afiladas, no, no lo había olvidado. Al parecer el comentario iba dirigido para ambos.

-¿Y quién eres tu para jusgarnos? ¡Vas por ahí creyéndote mejor que los demás! ¿pero sabes algo? no.lo.eres-Choque ligeramente mis hombros al pasar a su lado tal y como había visto en las películas que los tipos duros hacían, pase por el pasillo y me despedí de mi familia prometíendo cuidarme.

Encendí el estéreo mientras esperaba por Emma, Nahuel y Alec, unos minutos más tarde toque el claxon impaciente, si ese trio de lentos no se apresuraba acabaríamos por perder el vuelo, escuche el familiar sonido de maletas arrastrandose y suspire relajada.

-Fuera de mi lugar Cullen-Ordeno Alec reclamando el asiento del conductor, puse el seguro y le di mi más dulce sonrisa a la vez que negaba con la cabeza.

-Arrancare la puerta-Advirtió

-Y entonces nunca conseguiremos llegar a tiempo-Pareció considerarlo unos segundos, después derrotado se sentó a mi lado, Nahuel hizo un sonido de burla y Emma miro con desinterés por la ventana, por primera vez había vencido a Alec en algo.

-Deberías abrocharte el cinturón Volturi-Dije antes de arrancar.

My Lovely Enemy (Renesmee and Alec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora