CAPITULO 9

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-No. Pero ¿Desde cuando has tu seguido las reglas? Además está oscuro y aquí nadie puede encontrarnos-Hubo algo en su tono de voz que provoco un escalofrío en mi. Supe inmediatamente que sus intensiones no eran decorosas.

Muy bien revinemos ¿Que se supone que hagas cuando un chico te dice eso? Nerviosa di un paso hacia atrás intentando aumentar la distancia que nos separaba, no sirvió de nada, Félix dio un paso hacia mi como si estuviéramos bailando un extraño bals.

-No te me acerques-Amenace, el me miro y soltó una estruendosa carcajada, volvió la mirada a mi cuerpo y comenzo a mirarme lentamente.

-Escucha si te quedas quieta, aseguro que pasara rápido-Lo mire incrédula

-¡Ja! ¿Eso es lo mejor que puedes ofrecerme? Pues te diere algo no hay trato-Dije antes de darle un golpe en sus partes bajas, exactamente como Emmet me había enseñado a hacer.

-Hija de...-Me eche a correr antes de que el terminara su amenaza, en el camino fui escrutando el piso, buscando alguna piedra, rama ¡lo que fuera! Al parecer no era tan buena buscando como lo era golpeando por que tropece con una rama y antes de que pudiera levantarme ya tenía a Félix sobre mi vi la ira en sus ojos rojos, esta vez estaba realmente enojado.

-¡Quitate de encima asqueroso Vulturi! Eres repugnante ¡Si estas tan urgido ve a buscar a Heidy e oido que no cobra tan caro!-No era idiota, me había dado cuenta de las miradas que se intercambiaban aquellos dos y lo único que había conseguido insultandola era cabrearlo aun mas.

El peso de Félix sobre mi me impedía poder moverme y en un instante temí lo peor, hasta que se levanto, fije mi mirada hacia arriba, más bien lo habían forzado a levantarse.

-Alec ¿Qué haces aquí? bajame quieres-Pidió Félix con miedo, ante la fuerza de Alec.

-Para tu desgracia no quiero hacerlo-Contesto antes de golpearlo fuertemente en la quijada aparte la mirada en cuanto escuche como crujia un hueso.

-¡Maldicion! Alec me rompiste la quijada, de todas formas ¿A ti que te importa? es solo una híbrida-Estuve tentada a ir a ayudar a Alec a golpear a Félix, pero deseche la idea.

-Será una hibrída pero no por eso puedes forzarla, me das asco Félix-Pese a que no era a mi a la que estaban insultando algo en el tono que Alec uso, provoco que me pusiera a temblar, bajo y letal.

-Alec, creo que es suficiente-Félix se encontraba tirado en el suelo en una posición fetal, mientras Alec le daba patadas por todo el cuerpo.

Él me ignoro y siguió golpeando con ira a Félix, al parecer estaba cegado por la ira.

-Alec-Susurre tras de su espalda, se dio la vuelta para mirarme

-Regresa al castillo Cullen-

-¡Para antes de que hagas algo que de lo después te arrepientas!-Intente que mi voz sonara calmada, pero en realidad estaba preocupada parecía dispuesto a matar a Félix.

-No veo por que debería de arrepentirme-Dijo, pero aún así paro, se dio la vuelta y hablo sin volverse

-Te recomendaría que te fueras antes de que Félix pueda volver a moverse-Y con esas ultimas palabras desapareció en la oscuridad, dandole un ultimo vistaso a Félix decidí aceptar el consejo , al principio había pensado que estaba perdirda pero después de una media hora comencé a reconocer el camino.

-Cullen ¿Has visto a Alec?-Me pregunto Jane en cuanto llegue, intentaba mostrarse fría pero sabía que por dentro temía por su hermano.

-Lo vi por el bosque-Respondí y antes de que pudiera parpadear Jane ya había desaparecido, ¡genial! Y como se supone que entre al castillo, si nadie me ha dejado ver la entrada.

-¡Ey! Grito Demetri ¿Has visto a Jane?-Cuestiono Demetri

-Se fue por... espera necesito entrar-Me detuve justo a tiempo de decirle donde estaba Jane, sabia que pasaría en cuanto se lo dijera, adiós Demetri.

-Muy bien hibrída si te ayudo entrar ¿Me dirás por donde se fué Jane?-Preguntó malhumorado, asentí con una sonrisa, resignado me condujo atraves de unos matorrales hasta que nos detuvimos frente a una puerta, saco una llave del bolsillo y abrió.

-Se fué por donde huelas sangre de Félix-Dije y antes de que pudiera cuestionarme por que habría de haber sangre de Fèlix, le cerre la puerta en las narices.

Lo escuche gritar mi nombre por haberme quedado con su llave, se la devolvería después, en cuanto consiguiera un duplicado, pensé antes de echarme a correr rumbo a mi habitación.

En cuanto llegue me dí un baño, envuelta en una toalla me puse mis audifonos y prendí la música, necesitaba desconectarme del mundo un rato.

Escuche como alguien tocaba la puerta, extraño, generalmente nadie se molestaba en hacerlo.

-¡Adelante!-Grité sacandome los audifinos, entro una sirvienta humana.

-Los amos la buscan-Permaneció parada junto a la puerta.

-Esta bien, puesdes irte-Dije al notar que estaba esperando que le diera permiso, me vestí rápidamente, y me cepillé el cabello.

Camine con los tacones de mis zapatos resonando por los pasillos.

-¿Me mandaron a llamar?-Pregunte en cuanto aparecí en la sala.

-Si, querida. Nos enteramos de lo que sucedio con Félix-Sentí como me ruborizaba por las palabras de Aro.

-Queriamos pedir una disculpa de parte de todo el clan Vulturi-Continuo Chelsea aunque a jusgar por lo apretados que estaban sus labios no parecia muy complacida.

-Acabo de tener una brillante idea ¿Por qué no liman asperezas y van juntos a la fiesta?-Dijo Aro, hasta ese momento repare en las vestimentas de Jane y Chelsea con unos cortos vestidos y el pelo suelto.

-Yo...-Por la mirada que me lanzó Jane supe que no se le podía decir que no a Aro.

-Iré-Con esa única palabra sentí como si el peso del mundo se depositara en mis hombros.

My Lovely Enemy (Renesmee and Alec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora