My Lovely Enemy (Renesmee and Alec)

CAPITULO 3

Me quede mirando fijamente los ojos de Alec, tenía que admitir, que aunque fueran rojos, eran hermosos, tanto que parecía que de un momento a otro iban a hipnotizarte. Él me desafiaba a que bajara la mirada y yo me negaba a hacerlo, así estuvimos por lo menos un minuto sosteniéndonos la mirada.

-Tienes suerte de que hayas insultado el nombre Vulturi delante de mí y no de Félix-Dijo mirándome, hasta ese momento me di cuenta de que estaba hiperventilando, controle mi respiración consciente de que él podía escuchar como respiraba aceleradamente y lo asumiría como que estaba asustada.

-¿Por qué?-Pregunte sin apartar mi vista de él

-Félix te golpearía….-Contesto con un brillo de maldad iluminando sus ojos- yo por mi parte tengo otras formas de castigo mucho mas placenteras- Me susurro en el oído antes de alejarse, dejándome sin palabras, me detuve muda, ¿Un Vulturi acababa de amenazarme?

Me quede sola en el pasillo y recordé que se suponía que Alec me guiara a mi habitación, suspire frustrada y camine esperando encontrarme a alguien que me indicara cual era mi cuarto.

-Por aquí-Indico Jane apareciendo detrás de mí, casi me da un paro cardiaco, era igual que tía Alice, nunca las oyes venir hasta que aparecen a tu lado y te dan un susto de muerte.

Seguí a Jane hasta detenernos delante de una bonita habitación donde estaba tallado mi nombre en oro, se supone que solo iba a estar aquí un mes, entonces ¿Por qué se habían molestado en mandar a tallar mi nombre en la puerta?,

Renesmee leí, solo mi nombre... sin mi apellido, me estremecí y al ver la cara de Jane intente reponerme, sin decir adiós ni darme tiempo a que le agradeciera por mostrarme el camino se fue.

Temerosamente abrí la puerta, en realidad era bonita algo anticuada pero hermosa, me acosté sobre la suave cama y sin darme cuenta me quede dormida...

-¡Derivare!-(¡levántate!), oí que alguien susurraba, fon su aliento frio haciendo que se me helara la nuca, entreabrí los ojos para ver a un Alec que me miraba sonriendo sádicamente.

-¿Que se te da bien molestar a las personas? ¿o es que acaso tienes un complejo de despertador?-

Pregunte sarcásticamente, el cambio su expresión a una divertida, perfecto al menos uno de los dosbestaba feliz

-Así que no te agrada que te despierten, ¿O me equivoco?-Dijo burlón.

-Algunas personas VIVAS todavía necesitan dormir-Replique remarcando mi mortalidad

-Hablando de necesidades físicas, es hora de cenar-Me dijo y yo palidecí, ¿pretendía que yo bebiera humanos?, en realidad estaba a favor del vegetarianismo

-¡Yo no bebo humanos!-Dije rápida y
nerviosamente

-No me refería a eso Cullen-

- Si te explicaras...-Comencé a rezongar

-Tengo entendido que bebes sangre animal-Dijo Alec sin poder reprimir una mueca de asco, yo asentí dándole ánimos a que siguiera su explicación

-Te traje la cena, esta sobre el tocador-Me indico, la tome y la olisque, olía mas dulzona que de costumbre sin pensarlo dos veces la trague rápidamente, estaba deliciosa ¿Qué clase de animales tenían en Italia?, después de un momento lo entendí... No eran animales, me obliga a escupir la sangre y por supuesto la escupí directo en el rostro de Alec

-¡Sei matto!, Questo é sangue umano-(¡Estás loco!, esto es sangre humana)Le dije en perfecto italiano y completamente furiosa

-Tuo maledetto Vulturi!- (¡Tu maldito Vulturi!)

Seguí maldiciéndolo, y para mi odio estallo en carcajadas , en ese momento no me pude controlar me pare echa una furia de la cama y lo patee con fuerza en sus partes bajas, no era tan fuerte como un vampiro, pero sabía que aun así debía de dolerle

-¡Tuo maledetto Cullen!-¡(Tu maldita Cullen!) Ahora me maldecía a mi mientras se quedaba en el suelo esperando recomponerse entonces comencé a reír, disfrutando por primera vez del dolor de alguien, empezaba a sentir remordimientos cuando Alec se puso de pie, su expresión de furia me hizo querer salir corriendo pero me controle, no me haría daño, tenía órdenes estrictas de no hacerlo

-Estoy usando de todo mi autocontrol para no golpearte ahora mismo-Me dijo entre dientes y con los ojos mas rojos de lo habitual.

-¡Pues nadie te obligo a hacerme beber sangre humana!-Replique

-¡A sido tu culpa! por maldecir el nombre Volturi en primer lugar-Entonces lo recordé su amenaza de pocas horas antes ¡Como había sido tan tonta como para olvidarlo!, me reprendí a mi misma

-Supongo que ahora los dos estamos a mano-Dije mirando el suelo, el me miro con una sonrisa de lado

-No ahora me debes una patada en los...-Lo interrumpí con las mejillas sonrojadas

-¡Suficiente información!-Grite avergonzada

-Muy bien Cullen solo recuerda...-Dijo encaminándose a la puerta

-Vendetta- (venganza) Amenazo y cerró la puerta dejándome con las palabras en la boca por segunda vez.

Este sería un mes largo...