My Lovely Enemy (Renesmee and Alec)

CAPÍTULO 39

Dedicado a @candyslq

Capítulo 39 primera parte.
"¿Lo sellamos con un beso?"

Disfruten ;)
En este capítulo pasa todo lo que hemos estado esperando que pase *-*

Nos separamos por unos segundos, los dos mirando fijamente en los ojos del otro, pero esto no se sentía como nuestro habitual duelo de miradas, de algún modo era más profundo, casi como si tratáramos de revelar la verdad de lo que callábamos tan solo en el reflejo de nuestros ojos. Y su mirada me decía mucho, mucho más que sus palabras de desprecio, pero ¿podría ser verdad? antes tenía la errónea idea de que Alec no podría amar a nadie, el demostró que me equivocaba buscando a Jane pero ¿podría llegar a querer a alguien que no tenía ningún lazo de sangre con él? a ella la quería antes de haber sido convertido en vampiro, a ella la amaba porque era su hermana y le correspondía hacerlo.

¿Pero y si no me quería? yo lo haría hacerlo.

Me baje del columpio cayendo en la fría nieve.

-Ven-Lo llame moviendo mi mano sugestivamente

-Te enfermarás, el suelo esta helado -Replico tendiéndome su mano, esperando que me levantara del suelo en vez de eso tire de él.

-Entonces ven y calientame-Dije con la voz ronca por el deseo, me quite la blusa quedando solo en sujetador, sus ojos recorrieron mi cuerpo y sonrió, con una sonrisa que hacía pensar en todas las cosas dolorosamente placenteras que el podía hacer conmigo. Pero dos podían jugar sucio, me acerque a él y comence a besarlo dejando mi cuerpo apretarse contra su torso desnudo; dejando mis labios bajar hasta su cuello, su torso... cada vez más abajo, sentí sus dedos deslizarse por mi cintura, por mi cadera, por mi espalda se detuvo en el broche de mi sujetador no lo abrió de inmediato dándome tiempo a que lo detuviera No lo hice. Siguiendo su juego conduje mis dedos a su cremallera, yo no fui tan amable como el baje sin consideración el cierre dejándolo solo en boxers.

Una exclamación ahogada que estaba segura no venía de Alec me hizo detenerme en seco, no tenía que voltear para saber quien era, su olor a sándalo y especias era demasiado particular como para que fuese alguna otra persona.

Sin embargo desee que lo fuera.

Miré a Alec, este no estaba sorprendido de ver parado inmóvil frente a nosotros a Nahuel y el entendimiento me golpeo.

-¡¿Sabias que Nahuel estaba ahí y no dijiste nada?!-Le exigí, el ni siquiera respondió.

-¡Contestame, imbécil!-Grite golpeándolo duro en el pecho, me sentía humillada, justo cuando comenzaba a creer que el me apreciaba, que por lo menos le importaba un poco me demostraba lo equivocada que estaba.

-Si lo sabía-Admitio

Me puse la blusa y corrí tras de Nahuel este avanzo más rápido en cuanto escucho mis pasos, me apure hasta que por fín lo cogí del brazo obligandolo a detenerse.

-Detente. Quiero hablar contigo-

-Ya lo hiciste-Me dijo cortante.

-Por favor-Suplique, con un suspiro cansado se sentó en una banca, yo me senté a su lado esperando a que hablara, abría la boca unas cuantas veces murmuraba algo y luego volvía a cerrarla.

-¿Te gusta?-Lo mire confundida-Alec-Aclaro

-¡Por supuesto que me gusta!-Reí-No se que opinión tengas de mi pero no hago lo que me viste hacerle a cualquiera-Nahuel se sonrojo avergonzado

-Entonces esta bien, no tienes nada que explicarme-

-¿Eso es todo?-Pregunte, el asintió con la cabeza y sonrió-¿Ningún sermón? ¿Ningun intento de encarrilarme al buen camino?-