1. El olor del deseo.

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Después de haber sido celosamente protegido por el mundo, en un solo momento de descuido, me encontraba en un gran peligro. Esa bestia mantenía sujeto mi cuerpo contra la fría pared de azulejos blancos, su único objetivo era despojarme de mi inocencia. ¿Cómo podría salvar mi propio cuerpo? ¿Sería este mi final?


***


"Han quedado atrás los días oscuros donde omegas eran masacrados en las calles. Dejamos en el pasado nuestra naturaleza salvaje e irracional. Podemos vislumbrar un futuro pacífico para nuestros hijos, gracias al trabajo de los doctores Perdpiriyawong y French, quienes con su descubrimiento sellaron el rio de sangre que se había desatado en el mundo"



La exposición continuó por dos horas. Estaba acostumbrado a permanecer sentado en la primera fila con los flashes y reflectores sobre mí. Ocasionalmente me pedían alguna impresión sobre la investigación de mis padres pero esperaba que ésta, no fuera una de esas ocasiones.



"Suplicamos al joven NuNew Chawarin Perdpiriyawong French que suba al escenario para brindarnos unas palabras sobre el futuro próximo".



Miré seriamente al profesor Arana, había acordado con antelación que mi participación en este encuentro se reduciría a sonreír a las cámaras. El profesor aplaudió detrás del micrófono y con audacia, apuntó sus callosos dedos hacia mí. Los aplausos a mí alrededor se intensificaron, sentí la garganta debilitada pero en ningún momento perdí la sonrisa que siempre me caracterizaba.

Caminé lentamente hacia el escenario, no esperaba este tipo de traición de su parte, volví a mirar al profesor y supe que esta vez, le devolvería el golpe.

- ¡Buenas noches! – saludé con una imperceptible inclinación de cabeza.

El volumen de mi voz se escuchó en todo el auditorio, pero quedó reprimida bajo la ola de aplausos.

- Felicito al profesor Arana por esta gran presentación, siento que el trabajo de mis padres es muy valorado por él. Jamás me cansaré de agradecerle incluso por mi propia existencia. - reí y guiñé un ojo hacia la audiencia.

- ¿A qué se refiere con eso? – preguntó un estudiante que se encontraba sobre el escenario.

- Es un tema pasado. – volví a reír. – El profesor Arana fue muy allegado a mi madre y...

Miré al profesor con malicia y vi el pavor en su rostro, podía continuar y hacer leña del árbol caído pero había dejado atrás las venganzas infantiles y me contenté solo con incomodarlo levemente.

Me detuve y contuve los escabrosos detalles que relacionaban a mi madre con el profesor en su juventud, solo quería perturbar al hombre que me había obligado a subir al escenario, no quería, bajo ningún punto de vista, exponer mi propia vida privada.

- Con gusto... – hablé pausadamente sin distanciarme del micrófono – responderé a sus dudas.

El profesor se aproximó a su silla y respiró con tranquilidad, desde allí inclinó la cabeza y de esa forma agradeció mi piedad.

La luz del reflector derecho era muy intensa, por lo que todo el sector derecho del escenario era completamente brillante e imposible de ver para mí. Divisé muchas manos alzadas y de entre todos, vi una cabeza con rulos.

CORONA DE SANGRE (Parte 1: "Sin Omega")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora