18. De 10 a 210km/h.

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A los veinte minutos escuché el anuncio de la llegada del señor Panich.

- Buenas noches – saludó el alfa.

- Buenas noches.

El señor Panich no se veía como alguien que estuviera disfrutando de unas vacaciones, por el contrario su aspecto era el de alguien que llevaba trabajando todo el día. A pesar de ello, tu cabello estaba completamente ordenado, su traje oscuro sin arrugas y su expresión era amena.

- ¿Cómo le ayudo, señor Perdpiriyawong? – preguntó ingresando al living.

- Tenemos que hablar sobre su sueldo. – Lo frené en seco.

- Eso podemos arreglarlo mañana. – exclamó lanzándome una odiosa sonrisa.

Me quedé observándolo por varios segundos, como si el hombre trajera pegada una barra de chocolate en su frente, pero finalmente, dije:

- De acuerdo... tiene que ayudarme con algunas prendas.

Subimos hasta un pequeño salón que mi madre utilizaba para reuniones, cuando en el piso inferior se llevaba a cabo una entrevista o se encontraba ocupado con algún otro evento.

Le pedí al alfa que se sentara en uno de los sillones.

- ¿Qué tengo que hacer? – preguntó acomodándose en un butacón Luis XV

- ¿Sabe algo de moda? – Interrogué.

- ¡¿Yo?!¡¿Es un chiste?! ¡Vendo telas! Mi negocio es la moda.

- Fantástico... necesito que me digas si lo que llevo puesto es aceptable.

El alfa me miró de pies a cabeza y dijo:

- No hay duda que la tela es de primera calidad, el corte es adecuado y el talle es el indicado. Sin embargo, creo que debería usar algo menos formal.

- ¡Aún no me pruebo la ropa que debe juzgar!

- Lo lamento, creí que...

- No se disculpes... su opinión es calificada - Le dediqué - Enseguida regreso.

Tomé varias bolsas y me dirigí a mi habitación. Elegí una camisa clara y unos pantalones blancos y las zapatillas azules con lunares blancos.

Al rato regresé y me paré frente al alfa, quién miraba una de las cortinas.

- ¿Esto se ve bien? – pregunté tímidamente.

El hombre se acomodó en su lugar y comenzó a dudar:

- ¿Puede girar? Necesito tener una visión completa.

Giré y lo vi contemplarme por un largo minuto.

- No es digno de ti, a pesar de que la tela es de buena calidad y el diseño es actual.

- Solo quiero saber si se ve bien. Solo eso. – me quejé.

- Sí, se bien... combinan los colores y los diseños. – dijo desanimado.

- Bien.

- Sin embargo opino que debería pasar por una de nuestras tiendas, con gusto le daré un recorrido y podrás elegir entre prendas exclusivas. Además contamos con modistas que realizan modificaciones a pedido para clientes VIP.

- Se lo agradezco, señor Panich pero ya compré muchas prendas y no sé dónde guardarlas, no debería traer más.

- ¿Qué más va a probarse? – preguntó sin dejar de mirar las prendas que llevaba puestas.

CORONA DE SANGRE (Parte 1: "Sin Omega")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora