Como cada día, me preparé para ir al trabajo. Anoche cené con Argentina, se sintió realmente bien por fin haber podido salir con él, más porque era la primera vez que salía a con él a algún lado y mejor, que no se trataba de trabajo, solo de nosotros.
Me ajusté la corbata, tomé mi portafolio y salí de casa. Me subí a mi auto y puse marcha. Conducí hasta el trabajo, estacioné el auto y pasé.
Como todos los días, Argentina estaba en el ascensor, como de costumbre también mirando su teléfono pero a diferencia de todos los días, esta vez me saludó antes de que yo lo haga.
--Buenos días, USA.
--Buenos días, Argie--le respondí el saludo.
--¿Cómo estás?--guardó su teléfono.
--Bien, ¿y tú?--devolví la pregunta.
--Bien--me sonrió.
Se formó un pequeño silencio entre nosotros, silencio que él mismo cortó.
--La pasé re bien con vos anoche, gracias otra vez.
--No es nada, una salida de amigos únicamente, ¿no?
--Sí.
¡Genial! Oficialmente ya éramos amigos, eso me llenó de ilusión, pude formar un vínculo con él, y eso me encantaba.
--Capaz que la próxima yo te invite a vos a ir a algún lado--me dijo, me llené de emoción.
--Con gusto, cuando y donde quieras--le respondí de inmediato.
Me asintió con su típica y hermosa sonrisa, como amo verlo sonreír, es tan bello.
El ascensor llegó a nuestro piso y el momento acabó, así que se fue cada quien por su lado.Me fuí hasta mi lugar con mi computadora, dejé el portafolio arriba de la mesa, me acomodé en mi asiento y a trabajar como exclavo por las próximas 3 horas hasta que llegue el descanzo y luego otras 3 horas más.
Luego de un par de horas, pude ir a comprarme un café, así podría trabajar mejor. Pero volviendo a mi sala de trabajo, ví a México con Argentina a lo lejos, con un café en la mano cada uno, hablando.
Sé que son medio hermanos y no debería sentirme celoso de él, pero aún así mis celos se hicieron presentes. Me sentí muy celoso, demasiado. Pero decidí ignorar aquellos celos para no hacer una idiotez, al fin y al cabo, es su medio hermano, no alguien que pudiera quitarmelo, porque si ese fuera el caso...Te quitaría del medio como sea, maldito idiota..--apretar puños--.
Pero no es el caso ahora, así que solo ignoré mis propio celos, pero pensé algo. Pensé entre si solo irme o unirme a ellos y conversar un rato. Me decidí por simplemente irme, no era como que el mexicano y yo fueramos amigos de toda la vida, así que solo decidí irme y no molestarlos.
Volví a mi lugar de trabajo y continué, aun que de vez en cuando los miraba un momento, hasta que ambos se fueron. Creo que debo hacer algo ya, ¿ir a terapia será buena idea para esto de los celos? Hmm... Nah, no estoy loco, solo es cuestión de calmarme.
Luego de aquella infernal jornada de trabajo, ví a Argentina igual que la otra vez, cuando lo lleve a su casa. Estaba solo, en el estacionamiento, pero esta vez, había algo más. Parecía estar esperando a alguien, quizá a México o solo alguien más, no lo sé, pero decidí ir con él.
--Hey, Argie--le llamé--. ¿Qué haces aquí solo?
--¿USA? Eso te tendría que preguntarte yo a vos--se rió un poco--. Estoy esperando a Rusia.
Mis celos volvieron de inmediato... Ese ruso, ese maldito ruso... Todavía tengo recuerdos de todo lo que me hizo cuando éramos niños y todavía en la actualidad me sigue afectando apesar de ser un adulto de casi 30 años.
Solo recordar todas las humillaciones, el abuso y como me hizo la vida imposible en aquella época, me hace odiarlo.--Oh, ya veo, pensé que esperabas a México, justo tenía algo importante que decirle--me excusé.
--Sí querés yo le digo por vos--me respondió con una sonrisa.
--No hace falta, solo le enviaré un mensaje luego--puse otra excusa--. Bueno, nos vemos mañana.
--Chau.
Antes de que me vaya, se acercó y me dió un beso en la mejilla como siempre. Obviamente se lo correspondí y le dí uno a él también. Ojalá poder besarlo en los labios... Bueno, quizá más adelante logre aquello.
Luego de despedirme, me dirigí a mi auto y solo me subí a este. Suspiré apoyando la cabeza en el volante, estaba algo frustrado, ¿por qué Rusia? Bueno, quizá ya para este punto no sea el mismo de hace 18 años, pero todavía sigo con aquellos recuerdos y no puedo evitar tenerle rencor. Todavía recuerdo cuando escribió "gordo" en mi pecho con una navaja a los 15, solo recordar eso me dá escalofríos. O cuando a los 11 cuando me vió por primera vez y empezó a insultarme por mi peso de esa época y a agredirme con otros chicos.
Solo recordar todo aquello me llena de escalofríos y odio hacía él. ¿Por qué era así conmigo? ¡Yo nunca le hice nada para que me trate así! Y esa época en la que dejé de comer por completo al estar harto de todo y acabé internado. Son recuerdos que no me dejan en paz en tanto a él. Lo odio, ¡lo detesto! Pero al mismo tiempo... Le tengo miedo.
Despues de unos momentos, solo decidí arrancar el auto e irme a mi casa.No pude dormir nada esa noche, los recuerdos del ruso me empezaron a volver a la mente y a perturbarme. Su jodido nombre me tiene traumado, lo único bueno es que no alcanzé a verlo, ahí sí hubiera perdido el control y haber hecho algo estúpido o terminar peor de lo que ya estoy.
Para poder dormir, no me quedó de otra más que tomar una pastilla, sino al otro día con el duro trabajo que tengo, seguramente me dormiría y me despedirían y devería decirle adiós a Argentina. Y no tengo planes de eso.
Así que solo tomé la pastilla y volví a acostarme, esos recuerdos permanecieron molestandome hasta que logré dormirme.
//Continuara//
Buenas gente, espero que les haya gustado el capítulo :3
Sé que tardo en actualizar este libro y que el otro lo actualizo más seguido y todo eso, pero es porque este es más complicado a mi parecer porque es narrado en primera persona y muy rara vez uso este tipo de narración, y de paso que quiero escribirlo bien y de manera descente así que tardo porque me la paso borrando párrafos o EL WATTPAD ME BORRA PÁRRAFOS *impulsos violento* pero bueno, solo era eso :)
Preguntas, dudas y quejas:
Hasta la próxima^^
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Obsessed With You // Usarg
Teen FictionEl amor... un sentimiento tan fuerte y díficil de esconder o aceptar. Algo tan complejo, algo tan... debilitante. Todos somos testigos del desastre que este hace. No es algo bello como se suele decir o ver, puede ser el inicio de una pesadilla y has...