17: "Accidentalmente"

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Otro día más, ¿qué tan harto puedes estar de tu rutina de siempre? Creo que romperé un record. Cumplí con mi rutina de todos los días, tan repetitiva y aburrida... Esto apesta. Ayer me interrogaron, una persona desconocida dijo a los oficiales que yo tenía una enemistad con Rusia y eso me convirtió en el principal sospechoso. ¿¡Cómo puede ser que todo se vaya a la mierda de un día para otro!? Esto me enfada y me saca de quicio.
      Le dejé la comida a Washi y me puse a dar vueltas por la casa, pensando en un millar de posibilidades en tanto a quien pudo haber sido el desgraciado o desgraciada en ponerme contra las cuerdas. Estaba de nervios, tanto que comenzé a morderme las uñas hasta hacer mis dedos sangrar y dejar la carne viva afuera. Me eché alcohol en las heridas que yo mismo me hice, y me ardieron, sí que lo hicieron, y me puse unas vendas en los dedos para taparlas.
Es difícil de creer la locura en la que comienzo a caer, estoy nervioso, enloquecido, furioso y agobiado. ¿Qué se supone que haga ahora? Solo intentar mantener el perfil bajo hasta que todo esto se tranquilize, supongo.

Intenté arreglarme lo mejor posible para ir a trabajar y aparentar total normalidad. Puse mi mejor sonrisa (obviamente falsa) y actúe como si estuviera en el mejor de mis días. Todos me miraban extrañados, para ellos yo siempre fuí una especie de depresivo y el verme sonreír parecía sorprender o inquietar a los de la oficina. Esas miradas se posaban solo en mí, y comenzaban a ponerme más nervioso de lo que ya estaba, sentía una gran presión ahora mismo. Tantas miradas dirigidas solo a mí me agobiaban, me traían malísimos recuerdos del pasado que solo quisiera olvidar. Me recordaba tanto a las humillaciones de mi infancia y a cómo todos me miraban y se reían de mí cuando me molestaban en la escuela, ahora enserio me estoy sintiendo verdaderamente agobiado y pérdido.

     Me senté en mi oficina de siempre y me dediqué a trabajar normalmente, no quería llamar la atención de los oficiales, apesar de que como tal no estaban en el lugar, temía que alguno me notase raro y les llamara y entonces quedar aún más hundido de lo que ya estoy. Sin más, prendí la computadora y comenzé a hacer lo mío. Habían montones de documentos de ventas que escribir y luego dejar para imprimir. Mi labor es redactarlos a detalle para que los compradores de la empresa estuvieran al tanto de todo antes de comprar los productos a revender y así no ser estafados o al menos que no nos estafen a nosotros con la excusa de;"no se me informó de tal cosa", ya que una vez firmados los papeles, no tienen nada que decir. Mi ocupación es escribirlos, cada día una lista diferente de lo que debo escribir y detallar, cada día un producto diferente que promueve la empresa. Para la gente ajena esto suena sencillo, pero no lo es del todo, incluso hay que explicar en términos técnicos el funcionamiento de las maquinas, lo cual si no utilizas las formas correctas de explicar, es imposible de entender a su 100%, lo cual a veces se vuelve estresante.
Luego de horas escribiendo aquellos documentos, finalmente acabé y guardé los archivos PDF para enviarlos a la impresora y luego ir a retirarlos. Me levanté un momento para ir hacia dicha impresora para dejar el número exacto de copias que se necesitaban y de paso debía quedarme allí a esperar y abrochar hoja por hoja los documentos. Me quedé parado al lado, en un suspiro, mirando a un punto fijo y esperando las copias. Cada minuto se volvía eterno, solo quería que las horas se pasaran de una vez para poder irme a casa o a donde sea, este trabajo apesta, se nota a kilómetros que solo continúo aquí por Argentina, al menos hasta estar con él y luego renunciar y conseguir un trabajo mejor... Eso me motiva cada día para continuar en esta posilga.

Luego de casi dos horas allí, finalmente acabé de abrochar los documentos e imprimirlos. Estaba mentalmente agotado de contar y releer cada documento para asegurarme de que estén perfectos y bien acomodados. Los apilé todos luego de ordenarlos y abrocharlos y los tomé para llevarlos a la oficina del jefe. Podría alegrarme el día saber que acabé la mitad más rápido que de costumbre y que quizá, si me apuraba, podría salir antes. Me dirigí hacia la oficina y golpée la puerta para esperar una autorización a entrar:
"Pase", fue la autorización de 'El Mayor' para que pasara. Abrí la puerta y entré, posteriormente cerrando la puerta detrás de mí, el jefe odiaba que dejaran la puerta abierta.

Obsessed With You // UsargDonde viven las historias. Descúbrelo ahora