Obsessed With You // Usarg

6:Bar

Por la noche, solo en mi casa. No logré dormir casi nada estos últimos días... No sé que me pasa. Como siempre, lo único que me mantiene cuerdo es Argentina, verlo en el trabajo y conversar con él me dá paz.
El día de hoy, Argentina me había invitado a ir a pasar el rato con el en un bar el fin de semana, obviamente acepté. Hoy es viernes, mañana tengo la cita con él y sé que lograré calmarme bien luego de eso.

Mis deseo de estar con él cada vez se hace mayor, no sale de mi mente, solo pienso en él y puedo calmarme. Pero hay alguien más que no sale de mi mente y no justamente por razones positivas... El ruso... Desde ese encuentro en el estacionamiento no ha salido de mi mente. Se volvió aun más incómodo verlo en el trabajo todos los malditos días, lo peor; actua como si nunca hubiera hecho nada, como si fuera tan santo como Jesús Cristo.

Miré la hora en el reloj de la pared, eran las 23:40, suspiré sin despegar la vista de aquel reloj. Me quedé estático mirandolo, desde mi cama, acostado. Me puse a pensar y reflexionar y me doy cuenta de lo patético y miserable que soy:literalmente trabajo como exclavo por un sueldo que realmente no vale la pena, vivo solo, mi familia no me habla (a exepción de mi hermano Australia), no tengo verdaderos amigos, no tengo ninguna mascota, y soy propenso depresivo. A veces quiero siemplemente cerrar los ojos y dejar que todo a mi alrededor deje de existir, o mejor dicho, a veces quiero dejar de existir y desaparecer de este mundo. Creo que la única razón por la que sigo vivo es Argentina, (sí, lo es literalmente).
Cuando volví en sí, el reloj marcaba las 24:20, estuve 40 minutos así, ¿quien lo diría? Se sintieron segundos.

Suspiré pesado, debía dormir, como sea, no quería ir como zombie al bar donde me encontraría con Argie, así que debo descanzar. Apagué la luz y me acosté en mi cama, esperando lograr dormirme.
Me pasé un buen rato dando vueltas y vueltas sin consiliar el sueño, solo me quedaba una opción... Me levanté y fuí a la cocina, tomé mi frasco de pastillas para dormir y con un cuchillo partí una por la mitad y la tragué con un poco de agua:"Una dosis dá como resultado 8 horas de sueño, media dosis:4".

Volví a apagar la luz, siendo que ahora mi única luz era la de la luna que entraba por la ventana, una luz ligera y agradable, la oscuridad del ambiente no era tan sombría, era agradable aquella oscuridad. Me acosté nuevamente y abrazé una almohada, asimilando que estaba con Argentina.

--Pronto seremos solo tú y yo--dije para mi mismo en tóno bajo, mientras abrazaba la almohada con un poco de fuerza.

Estaba cómodo, mis musculos y cada extremidad de mi cuerpo empezaban a relajarse, mi mente quedó en blanco y finalmente acabé en un sueño profundo del que no quería salir.

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Finalmente, desperté. Sentía un fuerte dolor de cabeza, pero ya era costumbre este. Solo me levanté y me dirigí al baño, me lavé los dientes y de una me metí a duchar.

Me desvestí y puse mi vestimenta en el cesto de la ropa sucia. Me solté el cabello y prendí el agua, salió caliente tal y como me gusta. Me metí debajo de la lluvia y dejé que el agua repase todo mi cuerpo, a la vez que el vapor del agua llenaba el lugar y la luz anaranjada del amanecer entraba por la ventana. Cerré los ojos para relajarme y dejar que el agua se pasée por todo mi cuerpo, dándome esa sensación de paz de cada mañana y disfrutando del momento.

Luego de terminar de ducharme, tomé una toalla y me sequé primero el rostro, me miré por el espejo empañado, me veía... Diferente. Noté que había algo diferente en mí... ¿Pero qué?

Decidí restarle importancia y solo me dediqué a secarme. Luego salí del baño totalmente desnudo y me fuí a mi cuarto, a fin de cuentas, vivo solo, no tengo la necesidad de llevarme la ropa al baño.
Me fuí a mi cuarto y me puse un boxer, luego miré entre mis prendas que era lo más descente que tenía para ponerme. Opté por unos jeans, una camiseta blanca y una casaca color marrón claro.
Luego me puse los zapatos de siempre y ya estaba presentable.