14:Visita

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Otro día de trabajo, pero hoy es el mejor día de la semana; viernes. Y mejor aún para mí: Argentina me invitó a cenar a su casa. Estoy muy emocionado, es la primera vez que me invita a su casa y eso me emociona muchísimo, y cuando digo "muchísimo" me refiero a:
--¡Ay, me invitó a su casa! ¡Que emoción!-saltos de emoción-
Bueno, creo que se entiende demasiado mi grado de entusiasmo.

Al salir del trabajo me fuí a mi hogar para ducharme y vestirme mejor. Me puse una camisa blanca y unos jeans negros, pero para no verme tan formal me llevé también una chaqueta a cuadros de color rojo. Me perfumé bien, le dejé comida a mi tierno amigo de 4 patas y salí de casa. Mi padre también me dió consejos para esta situación:
--"Si te invita a su casa, no vayas demasiado formal, vé más una mezcla de formal con casual, eso llama la atención la mayoría de veces."

Me subí a mi auto y decidí aplicar su segundo consejo: "Llevale un regalo, pero no algo necesariamente caro, mejor algo sencillo pero bonito. Como unas flores por ejemplo, pero no le regales rosas, esas dejálas para ocasiones más especiales".

Me bajé en una florería, habían todo tipo de flores allí, desde las más grandes a las más pequeñas, de las más coloridas a las más oscuras. Me quedé alrededor de 5 minutos decidiendo que ramo o que flores llevarle, hasta que ví algo que me llamó la atención: "Ramo Van Gogh".
Era un ramo de flores azules, celestes, blancas y amarillas en referencia a la pintura "La noche estrellada" de Vicent Van Gogh. Sé que a Argentina le gusta ese pintor holandés, así que decidí comprarle ese ramo.

Salí de la florería con el ramo en manos y volví a subir a mi auto para conducir hasta su casa. Estaba un poco nervioso, obviamente, pero mi emoción era mayor. Michael Jackon como siempre en la radio y haciendo que mis preocupaciones se vayan por un rato al menos. Mientras iba de camino, me puse a pensar las palabras indicadas para cuando apenas lo vea y de que forma le daría el ramo, quería que fuera especial por lo que debía pensarlo bien.

Al llegar a la dirección de siempre, me bajé del auto con el ramo en la mano, activé la alarma y cruzé la calle hasta su vivienda. Me aclaré la garganta y preparé para darle el ramo, toqué el timbre y esperé pacientemente a que me abra la puerta. Me quedé allí parado mientras que tenía las manos detrás de la espalda junto al ramo, sabía que estaba ruborizado porque mis mejillas dejaban sentir un pequeño cálor y mis manos estaban sudando un poco.
Finalmente me abrió, ay~ solo verlo me dejó cautivado y mi corazón comenzó a latir a mil por segundo: Se veía tan hermoso con ropa casual y sin el uniforme del trabajo. Ese sueter negro que estaba usando le quedaba tan bien que me dejó embobado.

--Hola Usa, que gusto que ya hayas llegado--me saludó y enseguida me dió el beso en la mejilla de siempre.

Antes de que se aleje de mí, lo tomé del mentón y también le dí un beso a él en la mejilla. Eran segundos de ese saludo pero eran los más hermosos para mí. Saqué el ramo de detrás de mí espalda y se lo enseñé.

--Te las traje para tí--le dije sonriendole--. Sé que te gusta Van Gogh, así que te traje este ramo de regalo.

En ese momento; sus preciosos ojos color miel miraron con ilusión el ramo. Sus mejillas se ruborizaron un poco y su expresión era bellísima. Era la expresión más hermosa que jamás le ví poner, creo que verlo así solo me acaba de enamorar más. Me dieron unas enormes ganas de besarlo en ese instante, pero como siempre, me aguanté las ganas. Ya pronto podré hacerlo en un futuro cercano.
Agarró el ramo y me sonrió mientras me miraba a los ojos.

--Muchas gracias, es el detalle más hermoso que alguien me hizo en mi vida hasta ahora--oír sus palabras fue como si me vendara el alma y la curara.

--No es nada--reí levemente--. Solo es un pequeño detalle que se me ocurrió en el momento.

Obsessed With You // UsargDonde viven las historias. Descúbrelo ahora