3:Cena

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Finalmente viernes, despues del trabajo iría a cenar con Argentina a un restaurante. Y para mejor, justo ese día me habían pagado, este día sería uno de los mejores de mi vida.

Me pasé todo el día emocionado por la noche, ya que por fin podría salir con Argentina a algún lado y conversar con él, o mejor aún, establecer un vínculo con él.

Finalmente, al terminar la jornada laboral, bajé hasta el estacionamiento y lo esperé en la puerta. Mis ansias eran increíbles, mi emoción era la más fuerte que tuve en mi vida. Lo esperé por casi 10 minutos hasta que por fín lo ví caminar hacía mi.

--Hola otra vez--le saludé torpemente.

--Hola, de vuelta--se rió levemente.

No me importaba que esté con el traje del trabajo, para mí, él siempre se veia perfecto con cualquier cosa que tuviera puesta, a mis ojos siempre será el más bello de todos.

Me dedicó una sonrisa, sonrisa que me cautivó el corazón, esa sonrisa suya siempre me daba esa sensación de dulzura.

--Bueno, ¿vamos?--sugerí.

--Vamos--repitió con su sonrisa.

Lo guié hasta mi auto y le abrí la puerta para que suba. Luego dí la vuelta y yo me subí, puse las llaves y entré en marcha. En la radio decidí poner canciones de Michael Jackson, ya que su música sentaría bien.

Durante el camino, conseguí establar un tema de conversación. Nos mantuvimos entretenidos durante todo el camino, conversando de multiples cosas.

Lo llevé hasta un pequeño restaurante, Fer's Res-taurant. Bajé del auto y le abrí la puerta, luego caminamos hasta dentro de este.

El lugar no era ni pequeño ni grande, y era muy agradable. Las luces cálidas le daban al lugar un ambiente tranquilo, habían músicos de Jazz lo cual relajaba y grandes ventanas que daban un preciosa vista al exterior, justamente reservé una de esas mesas al lado de la ventana para mejorar la noche.

--Es un lindo lugar--dijo--. Es agradable, gracias por traerme acá.

--No es nada, me alegra que te guste el lugar--respondí con nervios.

Me sonrió otra vez, esa sonrisa calma que me llenaba de paz, me encanta verlo sonreír.

Otra vez, conversando, sacar temas de conversación empezaba a tornarse más fácil, con él me sentía... Libre, ya que podía hablar con él de muchas cosas que ni con mis propios padres hablaba, quizá estoy confiando demasiado, pero no me importa, mientras que él no se sienta incómodo o agobiado, ya ni yo mismo me importo.

--Y dime, Argie, ¿cómo empezaste a estudiar cóntabilidad?--pregunté para seguir con la conversación.

--Mis padres me obligarón--esa respuesta no la esperé...

--¿Qué?

--Bueno... Mi papá, él era... Exigente y sí o sí quería tener un hijo que sea éxitoso y como yo soy el mayor, me tocó a mi ir por ese rumbo. Pero tiene un lado bueno, y es que al menos a mi hermano le pudo quedar libertad para perseguir sus sueños, me conformo con saber que él no va a tener que vivir como infeliz.

--Lo... Lamento, no lo sabía...

--Tranqui, no es nada, no me importa en realidad. Nunca tuve un sueño al final, así que es lo mismo--contestó.

--Comprendo, pero... ¿No te afecta el hecho de que literalmente te cambiaron de rumbo la vida?--cuestioné.

--No--contestó--. Igual iba a terminar arruinado o algo así si me dejaban hacer con mi vida cualquier cosa, así que prefiero esto.

Obsessed With You // UsargDonde viven las historias. Descúbrelo ahora