El destello blanco me hizo sentir un ardor intenso en las retinas, como si estuviera mirando directamente al sol. Cerré los ojos de inmediato, sintiendo una comezón incómoda mientras esperaba a que todo se aclarara. Poco a poco, pude abrir los ojos y noté las luces intermitentes de colores que se cambiaban rápidamente a mi alrededor. Mi cabeza palpitaba con fuerza y sentí un revoltijo en el estómago, una sensación tan intensa que no pude contenerlo más. Me agaché y vomité, sintiendo alivio momentáneo mientras mi cuerpo se deshacía de todo lo que me estaba causando malestar. Respiré profundamente, tratando de recomponerme mientras las luces seguían parpadeando a mi alrededor.
Note que vomite en los zapatos de alguien, subí mi mirada, vi un largo cabello con rulos y un vestido de graduación ceñido al cuerpo, sentí mi piel helada cuando me di cuenta de que no era Tweek. Me miró con enojo, lamentándose por haber ensuciado sus zapatos. Detrás de ella, la mujer que estaba detrás de la cámara fotográfica también se enfadaba por haber manchado su escenario perfectamente decorado.
Sentí las miradas de todos los presentes dirigidas hacia mí, mientras miraba a mi alrededor, percatándome de que todo esto era el escenario del baile de graduación. Pero mi pareja no era Tweek, sino Bebe Stevens. Los recuerdos de una vida que no había experimentado inundaron mi mente como una avalancha. Imágenes y escenas pasaban velozmente frente a mis ojos, como si estuviera viendo una película en una pantalla gigante. Todo lo que creía saber sobre mí mismo se desmoronaba en pedazos.
Nunca antes había sido "shipeado" con Tweek, nunca habíamos estado juntos, él nunca se había unido a mi grupo de amigos. Pero lo más desconcertante de todo era que Tweek no era mi novio. Mi corazón se hundió al darme cuenta de que la realidad en la que me encontraba no coincidía con mis recuerdos, ¡¿Qué diablos es todo esto?!
Intenté encajar las piezas del rompecabezas en mi mente, buscando una explicación lógica, una razón para este extraño giro de los acontecimientos. ¿Cómo había llegado a este punto? ¿Qué había causado esta distorsión en mi vida?
De repente, Bebe me sacó de mis pensamientos al tocar mi hombro. Estaba tan agitado que no pude evitar retroceder, tropezando con algunas parejas en el proceso. Sus quejas y molestias pasaron desapercibidas mientras yo luchaba por mantener el equilibrio. El mundo parecía dar vueltas a mi alrededor mientras me encontraba en el centro de la pista de baile, observando a todos reír y disfrutar. Todo parecía ir en cámara lenta, como si estuviera atrapado en un sueño febril. Sentí un nudo en mi garganta y las lágrimas amenazaron con brotar de mis ojos.
Quería desmayarme, llorar, gritar. Todas esas ideas se agrupaban en mi cabeza, amenazando con desbordarse. Pero entonces, lo vi. En medio de la multitud, destacándose entre todos los demás, estaba él. Ni siquiera lo pensé. Empujando a quien se cruzara en mi camino, llegué hasta Tweek. Llevaba una camisa bien abotonada y tirantes, luciendo absolutamente hermoso. Lo agarré de los hombros y, sin querer, lo empujé contra la mesa de bocadillos detrás de él.
-¡Perdón! -le grité, mis lágrimas sin control. Tweek me miró con sorpresa, sus tics corporales característicos apareciendo en ese momento-. ¡No sé qué pasó! S-se suponía que retrocedería y tendría mi oportunidad de enmendar todo.
-¿Q-qué? -Tweek estaba visiblemente sorprendido, sin comprender lo que le decía-. ¡¿Kenny le echó alcohol al ponche?!
Su mirada se desvió hacia Cartman y Clyde, quienes observaban con dudas sus vasos. Cartman dejó su vaso a un lado, optando por no tomar, mientras que Clyde parecía no importarle la situación.
-¡No importa el ponche! -exclamé entre sollozos-. Lo que importa es que... te amo, Tweek. Siempre te he amado, pero fui un cobarde al no decirlo antes. Ahora, con todo este caos, me doy cuenta de que no quiero perder la oportunidad de estar contigo.
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Libre albedrio | Creek
Fiksi Penggemar"Si pudiera volver el tiempo atrás, nunca me hubiera casado con Tweek", ese era el pensamiento constante de Craig. Llegar a los cincuenta y sentir que no haz hecho nada significativo en tu vida, es una sensación horrible, ¿Qué harías si pudieras vol...