[SECUELA DE "MISIÓN"]
Todo era alegría después de vencer al malvado doctor Robotnik, los dos erizos vivían felizmente al lado de Tom y Maddie, mientras que cierto sentimiento surgía entre ellos. Todo estaba bien, pero... ¿que pasaría si Robotnik vol...
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Sonic y Tails cruzaron el portal, sin ella.
Sin perder tiempo, se lanzó hacia el equidna; este observó cómo la eriza se acercaba, y antes de reaccionar, recibió un contundente golpe en el rostro, derribándolo de su tabla.
El rojizo la contempló airado, percibió la avalancha descendiendo desde arriba y se dirigió hacia la oji-______ con la intención de huir. No obstante, la chica lo golpeó nuevamente con potencia, impidiéndole el paso. Esto se repitió dos veces más; Knuckles intentaba avanzar, pero _________ no lo permitía.
—¿Qué haces? ¿Estás loca? ¡Si no te apartas, morirás! —espetó desesperado y confundido, sin comprender los planes de su oponente. La chica dibujó una sonrisa en sus labios, desconcertándolo aún más.
—Lo sé, pero Eggman no podrá llegar a la Esmeralda solo. Además, Sonic y el resto estarán bien sin este peso extra —admitió serena. Sus palabras sorprendieron aún más al rojizo.
Knuckles lo procesó, sin entender si con "peso extra" se refería a ella o a él.
Sus ojos se posaron en la enorme cantidad de nieve que se deslizaba hacia ellos; prefería evitar las molestias de ser arrastrado por esta. Pero ya no tenía tiempo para nada. Intentó apartar a la fémina otra vez, pero esta imitó el movimiento anterior, lo levantó en el aire y lo estampó contra el suelo una vez más. Intentó incorporarse, pero ________ se posicionó encima suyo, inmovilizándolo con su poder, apoyándose en él y empujándolo contra la nieve. No conseguía apartarla, como si una roca gigante lo aplastara.
_______ sintió su pulso acelerado al ver que la nieve estaba a punto de arrastrarla, pero no le importó. Estaba dispuesta a aceptar lo que tuviera que venir. Su familia estaría mejor sin ella; Sonic podía manejarlo solo, siempre pudo hacerlo solo, ¿no?
—Debo decir que Garra Larga te ha entrenado bien, al menos a ti —admitió el oji-violeta.
Refunfuñó ante lo dicho; si ese iba a ser su último momento, al menos debía ser honesta.
—¿Hasta ahora no lo entiendes? Yo no soy aprendiz de Garra Larga —el equidna la observó confundido—Soy ________ (T/A), la última Guardiana que queda en el universo.
El equidna ensanchó sus ojos ante la revelación; varias dudas llegaron a su cabeza. ¿Los guardianes no desaparecieron hace años? Solo eran rumores, ¿verdad? O eso significaba que la joven frente a él era...
La Vigilante Extraviada.
No pudo articular una palabra, pues la avalancha finalmente los alcanzó. Ambos sintieron cómo ese manto blanco colisionaba violentamente contra ellos, helando sus cuerpos.
Y de repente, oscuridad.
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