[SECUELA DE "MISIÓN"]
Todo era alegría después de vencer al malvado doctor Robotnik, los dos erizos vivían felizmente al lado de Tom y Maddie, mientras que cierto sentimiento surgía entre ellos. Todo estaba bien, pero... ¿que pasaría si Robotnik vol...
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Seguramente ya habían pasado de las 4:30 de la tarde. La verdad, no lo sabía muy bien; se pasó las últimas horas metida en el pequeño puff de la habitación que compartía, escuchando música lo suficientemente alta como para no distraerse con nada más que eso, con la mirada baja hacia su propio cuaderno, trazando líneas y perdiéndose en los más insignificantes detalles del preciso dibujo a lápiz que estaba haciendo. Esta vez no se trataba de Ozzy o de algún lindo paisaje que haya visto, sino del erizo azulado que últimamente corría por sus pensamientos mucho más de lo que imaginó, ahora más que nunca.
A medida que terminaba los últimos detalles, no pudo evitar sonreír satisfactoriamente al ver su casi resultado. No sabía si solo era la nostalgia de estar enamorada, pero era perfecto, o al menos para ella lo era.
La tranquilidad se esfumó cuando sintió un torbellino pasar frente a ella, exaltándola levemente. Se quitó los audífonos tratando de descifrar si era real o si solo lo imaginó, haciéndose a la idea de quién era, pero ya era demasiado tarde.
—Ah, ¿pero qué tenemos aquí?—la voz que escuchó detrás de ella la hizo congelarse por un segundo.
Dio un grito ahogado y cerró el cuaderno a una velocidad comparable con la del azul, apretándolo contra su pecho. Su rostro se puso colorado instantáneamente mientras su mente entraba en pánico. ¡¿Cuánto había visto?!
—Sonic...—murmuró soltando una risilla mientras volteaba su cabeza hacia el chico detrás de ella—Eso... eso no es lo que tú crees.
La sonrisa del cobalto se amplió, al mismo tiempo que descansaba sus manos sobre los hombros de su novia, asomándose.
—¿Y qué es lo que creo? ¿Que me dibujas como si fuera un supermodelo?
—¡No es eso!—se apresuró a negar. Sintió cómo el calor se le subía al rostro, específicamente a sus mejillas. Era bastante inútil tratar de esconder el cuaderno; el erizo ya lo había visto todo. Pero más que nada, la avergonzaba que la haya pillado tan embobada viendo un dibujo de él.
—¡Ay por favor! Enséñame—dijo, caminando unos pasos para quedar frente a ella, arrodillándose en una sola pierna, tratando de transmitirle confianza—Me veía bastante genial ahí, solo déjame echarle un vistazo.
Claramente no iba a insistir si ella se negaba, pero una parte de él sentía curiosidad de saber cómo es que lo veía ________.
La joven torció un poco la boca con vergüenza, finalmente extendiendo su brazo y entregándole el cuaderno al chico. Él lo tomó y se sentó en el suelo, abriéndolo con cuidado y quedando impactado por lo que veía.
Había dibujos terminados de cada miembro de la familia y amigos de (T/A): Tom, Maddie, Ozzie, Tails, Wade, Jojo e incluso se sorprendió cuando encontró un boceto de Carl el Loco (lo cual era bastante inesperado, ya que ni una sola mención de Knuckles se encontraba a la vista). Suponía que no era un cuaderno de práctica por lo realistas y correctos que eran los dibujos, aun así, notó cómo la figura que más se repetía era la suya, siendo captado en distintas poses y ángulos, con acuarelas, marcadores y lápices, incluso emocionándose con el pequeño detalle de los corazones revoloteando a su alrededor.
