ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ sɪxᴛʏ ᴇɪɢʜᴛ.

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—Estaremos en contacto estos días —le dijo Zael a TaeHyung mientras abre la puerta de su habitación—. Ponte al tanto de tu celular.

—Esperaré pacientemente tus mensajes —sonrió TaeHyung.

Zael movió la cabeza poniendo la mano en la espalda baja del menor para acompañarlo al piso de abajo, aunque sus pies chocaron con algo que lo hizo detenerse y bajar la vista.

Encontró el bolso que YajaTzael se lleva al centro médico, indicando claramente que YajaTzael había regresado a casa.

Callado Zael se agachó para coger el bolso y luego reponer su debida postura, sabiendo perfectamente lo que eso quería decir.

YajaTzael había visto o escuchado algo mientras él se hallaba con TaeHyung. Maldita sea.

—Vete a casa y no regreses hasta que yo te lo diga —le ordenó a TaeHyung con la vista sobre el pasillo, apretando las cintas del bolso.

—¿Está todo bien? —TaeHyung se mostró confundido por su repentino actuar, acercándose queriendo tocarlo.

—¡Es una puta orden! —le gritó en la cara cuando violento le metió un empujón—. ¡¿No escuchas?!

TaeHyung le movió la cabeza cientos de veces casi congelado del miedo por su evidente enojo. Prefirió quedarse callado y acatar la orden antes de que su enojo llegase a crecer.

Y se sabe que nunca tiene el control de sí mismo cuando se enfada, así que TaeHyung le bajóla cabeza sin decirle nada, encogiéndose en su sitio; atemorizado.

Él gruñó muy molesto y echando humo por las orejas se fue caminando a punta de grandes zancadas, empujando a todo hombre o trabajadora doméstica que se interpuso en su camino.

—¿En dónde está YajaTzael? —se refirió a la ama de llaves, deteniéndose un segundo—. ¡Estoy hablándote!

—Me parece que está en el jardín, señor —le respondió la ama de llaves sonando cohibida—. ¿Quiere cenar...?

—¡Ahorita no quiero una puta mierda! —gritó furioso en lo que le mete un empujón a la señora.

Ella habría caído al piso a causa de la fuerza, sino hubiera sido porque una trabajadora doméstica supo actuar rápido y sostenerla antes de que todo terminara en una tragedia.

Por su parte, Zael se encaminó hasta el jardín principal, volviéndose un tomate de lo increíblemente rojo que estaba su cara. Sus ojos desbordaban llamas.

Y cuando llegó al jardín principal y observó a YajaTzael a la lejanía con un rostro pensativo, supo que debía de calmarse para evitar una jodida pelea que ponga a YajaTzael reacio a él.

Así que cogió tremenda bocanada de aire, botó sus hombros y haciendo una sonrisa en la cara se dirigió hasta la banca en la que YajaTzael se encontraba.

—Terroncito de azúcar morena, ¿por qué no avisaste que vendrías? —habló con un tono suave, sentándose al lado del mayor—. ¿Por qué estás aquí tan solito?

El mayor se tensó ante su cercanía, él lo notó. Tampoco quiso darle la mirada y se quedó callado, para no exponer esos ojos hinchados y esa voz rota.

Él maldijo para sus adentros, porque estaba clarísimo que el mayor lo había visto con TaeHyung en la habitación.

—Estoy hablando contigo, YajaTzael —sonó un poco más serio, pero siempre con aquella sonrisa—. ¿Qué te sucede, cariño?

—Nada, sólo... me siento cansado —el mayor murmuró luego de un suspiro, cuando pareció tener el valor para hacerlo—. Quise tomar un poco de aire.

Mαη's Ƭσxıc ༝ 「ʏᴏᴏɴᴍɪn」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora