¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
09 de Julio
Si decía que no me estaban gustando estos días, estaría mintiendo. Pero tampoco me sentía a gusto al cien por ciento.
Había sido todo muy repentino, pensé que George se enojaría conmigo pero lo único que hizo fue hablar, hablar como la persona civilizada que es.
—Me interesas en serio, Miranda —me había dicho. Tenía apenas unos minutos de haber llegado al hotel, yo no le había avisado que ya había llegado. Así que supuse que la persona que lo había hecho había sido Anthony. ¿En qué momento pasaron de no hablarse a hablarse como si fueran mejores amigos? No tenía idea.
—Y lo he estado intentando, en serio lo intento. Aunque sé que hay alguien más que ocupa tus pensamientos, no es difícil de adivinar. Pero quiero que me des una oportunidad. Porque desde aquel día que te vi, hablando con tu papá, la noche de Mónaco, esa noche cambió algo en mi y sé que en alguien más también...
Él no dejaba de decir alguien más y sentía algo cuando hablaba de él, sin necesidad de mencionar su nombre, ambos sabíamos de quién hablábamos pero sabía que Georgie era sincero. Lo podía ver a través de sus ojos pero algo en mi me decía que también había algo con Charles, algo que también era sincero y que se había vuelto fuerte en poco tiempo, él entendía perfectamente cómo me sentía, lo que pasaba.
Y quise rechazarlo por muchas razones, una de ellas era lo que Sergio había dicho, que él no era bueno por muchas otras razones pero quise demostrar lo contrario, quise decir que no pero dije que si porque algo en el fondo de mi quería decir que si.
Y entonces esa noche me invitó a salir y lo pasé realmente bien, reímos de muchas cosas, él también se veía contento por lo que pasaba, parecía contento por haber recibido un sí.
Estar con él me hacía sentir como la canción de "IT GIRL", la chica a la que todos voltean a ver, porque con él estas cosas eran fáciles pero había algo más allá de eso. Algo que no me dejaba estar bien, pero quería intentarlo porque George estaba poniendo de si y sería una egoísta si yo no pusiera mi parte...
Es más egoísta lo que estás haciendo...
La voz en mi cabeza se hizo presente después de mucho tiempo, ¿será que tenía razón?
Por supuesto que tengo razón, Mirada. Piénsalo. Te estás dejando llevar por los comentarios en internet y por aquel mensaje...
Aquel mensaje, aquel mensaje...
—¿Miranda, sigues aquí? —George habló a mi lado.
—Ah, si por supuesto.
George rio junto de mi mientras se limitaba a rodear mis hombros con uno de sus brazos. Me dejé llevar tratando de dispersar los pensamientos.