19.

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what a feeling

—Miranda —la voz detrás de mi hizo que diera un salto que me hizo girar sobre mis talones

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Miranda —la voz detrás de mi hizo que diera un salto que me hizo girar sobre mis talones. Detrás mío tenía a dos personas que se observaban como si llevaran una vida peleados.

—¿Nos vamos? —se adelantó Charles a preguntar. George le regresó una mirada poco amigable pero no hizo ningún comentario al respecto.

—¿Puedes regalarme cinco minutos por favor? —ahora habló George. Observé a ambos frente a mí, y unos metros más atrás estaba mi hermano, del cual lo miré fugazmente suplicando ayuda sin embargo el solo se limitó a reír. Rodé los ojos.

"Gracias por tu ayuda, hermano".

—Puedo esperar —dijo Charles regalándome una sonrisa.

No había nada planeado al cien por ciento. Solo había platicado con Carola, me había dicho que regresara a Mónaco, a su casa. Que podía quedarme ahí para cuidar a Carlota y Sergio. Y que podíamos ir de visita en cuanto estuviera mejor, mencionando que igual cuando hubiera mejorías podrían trasladarlo a un hospital en Mónaco.

Charles había escuchado y se había ofrecido a llevarme de regreso pues el de igual manera iba a su casa a descansar hasta que comenzara el movimiento del siguiente gran premio.

Suspire y asentí dirigiéndome a George. Sabía que no podía darle la vuelta a la situación siempre.

Caminamos unos metros hasta salir del hospital y en cuanto se detuvo habló.

—Lo siento mucho, Miranda. En verdad lo lamento, por todo —se apresuró a decir.

—Está bien, hoy comprendí que la gente comete errores y está bien aprender de ellos —contesté serena. No quería comenzar otra guerra más.

—Me comporté como un imbécil a decir verdad y honestamente me hierve la sangre ver que por culpa de mis errores, estás con alguien más.

—No, George no te equivoques, Charles y yo no estamos juntos como tú y yo tampoco lo estuvimos.

—Auch.

—Lo intenté, en serio lo intenté porque me sentía muy bien contigo, sentía que estaba en las nubes y ese fue el error.

—Miranda yo lo siento tanto.

—George está bien —encogí los hombros—, por supuesto que me dolió...

—Quiero darte el tiempo que consideres necesario, aceptaré lo que tenga que aceptar para darte tu tiempo y espacio hasta que podamos nuevamente estar juntos —interrumpió.

—George, es solo que quien deja a alguien completamente solo en una ciudad que no conoce a mitad de la noche, nadie George. Menos alguien que dice que te quiere mucho y te va a cuidar

George guardó silencio por unos segundos, mirando al suelo antes de levantar la vista y fijar sus ojos en los míos. Había una sinceridad en su mirada que me hizo sentir un nudo en el estómago.

M ó naco | ᴄʜᴀʀʟᴇꜱ ʟᴇᴄʟᴇʀᴄDonde viven las historias. Descúbrelo ahora