Jennie se sentía muy enamorada de Lisa.
Rosé estaba a su lado, hablándole acerca de cómo fue su cita con Jisoo, pero siendo honesta, la pantera la estaba ignorando. Su mente estaba volando al día anterior, cuando se fue de la mano con Lisa hacia la casa de ella para dejarla allí. Lisa estuvo todo el camino con los mofletes colorados por la vergüenza, aunque sin soltarla un poco, y Jennie estaba muy feliz de verla así.
Le gustaba Lisa, le gustaba muchísimo. Le gustaba su cabello negro, las pequeñas orejitas peludas que se asomaban entre este y cómo se movían cuando se encontraba nerviosa. Sus ojitos oscuros y enormes, que brillaban cuando veía algo que le gustaba, como un aguacate o nueces o almendras. Esas bonitas mejillas rechonchas, que le provocaban ganas de besar y pellizcar y acariciar en todo momento. Se veía especialmente tierna cuando se las llenaba con comida, poniéndose tímida y cohibida. Los pucheros que hacía con esos labios rosaditos, y la sonrisa de niña inocente que formaba cuando algo le hacía feliz. Por Dios, y su risa... su risa era tan contagiosa, que no podía evitar reírse por cualquier tontería que dijera.
Jennie estaba muy impaciente con que Lisa aceptara pronto ser su novia, tener algo oficial, para así poder darle besos en sus labios. Sin embargo, no le iba a presionar, ¡jamás podría hacer eso! Ella esperaría a que la omega agarrara más confianza, aunque sí esperaba que fuera pronto. Besar a Lisa debía ser como el cielo mismo.
―¿Me estás escuchando? ―preguntó Rosé.
―Claro que sí ―mintió Jennie con facilidad―. Jisoo te dijo que quería salir a cazar conejos contigo, ¿y?
―Le pregunté si eso no ofendería a Shuhua, pero contestó que no debía enterarse, así que...
Desconectó su mente otra vez cuando, al levantar la vista por entremedio de la multitud, sus ojos se detuvieron ante una figura a varios metros suyo, que le estaba ignorando. Olisqueó el repugnante aroma del resto de los estudiantes, haciendo un mohín de disgusto, pero sonrió con suavidad al notar la esponjosa cola de Lisa alzándose. La chica le daba la espalda, sacando unas cosas de su casillero para la siguiente clase. Por primera vez, en mucho tiempo, la vio sin sus amigas.
Estuvo atenta por si alguien soltaba un comentario hiriente hacia la chica. No estaba dispuesta a tolerar alguna tontería de ese estilo, no frente a ella, y si cualquier persona ofendía a su omega, entonces pagaría las consecuencias. Jennie no podía entender el motivo por el que molestaban a Lisa, por Dios, era sólo una pequeña de diecisiete años con un leve problema de sobrepeso. ¿Desde cuándo algo como eso era motivo de burla? Eso le enfurecía hasta puntos inimaginables.
―... luego de eso, cuando salió la luna, Soo se sentó en mi regazo y nos comenzamos a besar.
―Qué asco ―bufó Jennie.
―Por favor, te mueres por un beso de Lisa.
Jennie rodó los ojos, aunque su mirada se volteó con rapidez hacia una escena que le desagradó por completo. Su garganta soltó un gruñido involuntario.
¿Por qué la idiota de Seo Soojin, la estúpida de su amiga, estaba abrazando a su ardilla?
Una persona se cruzó y Jennie se movió, ignorando la conversación de Rosé y alejándose unos pasos. Soojin estaba casi colgada del cuerpo de Lisa, sonriendo con felicidad. Peor aún: dejándola pasada en su aroma.
Ese pensamiento la puso más celosa. El olor de Soojin sobre su omega. Su ardillita. Era indignante.
Estaba bien que fueran amigas, pero eso no se lo iba permitir a ella. No se lo permitiría a nadie, ¡ella era la única que podía marcarla!
Sintió a su pantera interior sacudiéndose en celos, dando otro paso. Básicamente, dejó a Rosé hablando sola, mientras caminaba hacia las chicas.
Lisa, en tanto, quería que Soojin ya le soltara porque estaba muy pegajosa, la verdad.

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Wild chipmunk | Jenlisa
RomanceLisa es sólo una pequeña ardillita en un mundo de horrendos carnívoros. Al menos, hasta que Jennie llega a su vida. ➼ Jennie G!P ➼ Adaptación © Hobibuba ➼ Prohibido copiar o adaptar mi versión