Disfrutando de los grandes y pequeños momentos
Katherine Lombardo
Ya pasaron una semana desde el cumpleaños del magnante, habíamos paseado por los lugares más concurridos de la isla juntos, ya que mucho no podíamos hacer en la casa solos, aunque, de otra manera siempre inventamos algo para hacer.
Hoy teníamos que volver al país natal de Christopher, no porque queríamos, si no porque él necesitaba manejar el puesto de la mafia, y yo hablar con Félix quien se está ocupando de mi mafia también. Ya que John se fue con Guillermo, y Félix está al tanto de todo, obviamente con ayuda de John.
Pasamos la mañana en la cama, para después ir a comer a la cocina. Habíamos decidido ir a caminar por la selva y es donde ahora mismo estamos, creo que paramos como dos veces ya que las caminatas eran largas. Ninguno de los dos había traído celular para ver la hora, pero Christopher tenía un reloj en su muñeca para poder estar al tanto de todo.
-Mueve ese culo - me reclama cuando me quedo viendo el mono que está a unos metros de nosotros, lo observo, seguía caminando pero sabía que se detuvo para mirarme - Cada vez que ves un mono parece lo mas maravilloso que hayas visto en tu vida
-Yo veo uno todos los días y eso no quiere decir que este maravillada - contesto alzandome de hombros
Se detiene y me visualiza con las cejas alzadas, da dos pasos hacia mi quedando a centímetros de mi cuerpo.
-¿Ahora soy un mono?
-Eso te pasa por burlarte de mi en el camino viniendo hacia aquí - paso por su lado siguiendo con la caminata -. Espera - me detengo dándome vuelta para mirarlo. Estaba sonriendo - , ¿Dónde vamos? Porque creo que ya estamos dando vueltas
-Hay una cascada cerca de acá, quiero ir - me dice borrando la sonrisa y pasando ahora él por mi lado - no creo que quede mucho
-Entonces camina - le hago una seña con mi mano alentando para que comience y me guíe
Momentos así eran lindos, no había peleas, ni gritos, ni odio. Eran momentos pequeños, pero que disfrutaba, más si él estaba conmigo.
Seguimos caminando hasta que encontramos el lugar que tanto queria ver Christopher, era un hermoso lago con la cascada atrás. Lo observo de reojo y veo como sigue caminando, lo sigo porqué no pienso quedarme sola, así que después de unos minutos estábamos arriba de la gran cascada.
-¿Te vas a tirar?
-Nos vamos a tirar - me corrige girandose hacia mi - no pienso dejarte sola aquí, ni abajo
Afirmo con la cabeza viéndolo, clavo mis ojos en el precipicio y un mareo hace que me agarre la cabeza. Es Christopher quien se acerca a mí preocupado y con temor.
-¿Estás bien? - inquiere sosteniendo mi cara con una de sus manos. Y con la otra, mi cintura.
-Si, estoy bien - afirmo con la cabeza cuando el mareo se me pasa
-¿Segura?
-Si, Volkov - susurro
-Bien - asiente con la cabeza - saltemos al agua y salgamos de aquí de una vez - me dice dándose vuelta dándome su espalda - sube a mi espalda, no voy a dejar que te tires sola
Subo a su espalda dejando que sostenga mis piernas con sus manos, aferro sin fuerza alguna mis brazos a su cuello antes de que se tire.
-¿Estás?
-Estoy - murmuro cerca de su oído - Hazlo, Chris
Salta al agua junto conmigo, no me suelta en ningún momento, ni para cuando nuestros cuerpos tocan el agua fría. Agarra de mi mano cuando me suelto de él y juntos nadamos hacia arriba, saliendo al aire libre después de saltar como dos desquiciados.
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Cayendo en el infierno [Completa] +21
Lãng mạnDespués de aquella catástrofe que habían pasado la mafia rusa e italiana hubo aquella separación entre ellas en la que todo se había borrado como una tinta en un papel. Pero más allá de eso los diferentes líderes de las distintas mafias estaban tot...