Cayendo en el infierno [Completa] +21

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¡Feliz cumpleaños, Lizzie!

Katherine Lombardo

-¡Sorpresa! - le grita el padre y la madre cuando la niña me ve entrar por la puerta principal de la gran mansión de los Volkov

-¡Katherine! - corre hacia mi para abrazarme, me agacho rápidamente para poder abrazarla yo también

-Feliz cumpleaños, Lizzie - le entrego el regalo

La bolsa de regalo la fui a comprar después del caos que tuve con la absurda de Zara. Félix me acompaño al centro comercial de Rusia y entre los dos no sabiamos que comprarle, así que elegí y terminé decidiendo que comprarle ropa sería una muy buena decisión, ya que le iba a encantar.

-¡Gracias Kathe! Y gracias, Félix - mí amigo le sonríe

-De nada, preciosa

Miro a su padre de reojo, a su madre quien sonreía y su hermano quien se encontraba unos pasos más lejos junto a su prometida, estos se encontraban con los brazos cruzados como si me odiaran desde que nací. Los ignoro mirando la niña.

-Abre - alienta mi amigo

-¡Me encanta! - grita sacando el vestido color rojo - Mami, mira, ahora sí seré como Kathe -le muestra el vestido, se vuelve a girar a mi y me abraza - gracias, gracias y gracias - se separa con una gran sonrisa

-Me alegro que te haya gustado, ahora ve a divertirte - sonrío levemente

Ella se va corriendo dejandole el vestido y la bolsa a su madre. Me alegra que le haya gustado, ya que lo elegí con mucha dedicación.

Robert nos hace una seña para que podamos salir al patio de la casa. Era enorme, veo todo decorado con colores vivos, y no me desagrada la combinación que hicieron.

Me siento junto a Félix y minutos después llega Christopher con su prometida. Volkov se sienta a mi lado, trago saliva y miro a Robert quien sonreía. Idea de él, lo puedo notar desde aquí.

-¿Cinco años cumple? - inquiere Zara en un susurro solo para Christopher, pero lamentablemente lo logro escuchar.

Me río ante la pregunta que le hizo, niego con la cabeza para después mirarla con las cejas alzadas.

-Si, Zara - le contesta con frialdad

Su voz me deja perdida, y su aroma que cada vez se siente más. Me hace sentir en un abismo, pero sin paracaídas.

-Katherine, que gusto volverte a ver - me giro encontrando a la abuela de Christopher.

-Renata, que gusto verla - me levanto para saludarla y me vuelvo a sentar en mi lugar

-Supe que pasaste por muchas cosas - comienza a relatar mientras que se sienta en su respectiva silla - te han secuestrado y aún así, sigues de pie, eso es de admirar. ¿Y ahora que haces?

-Sigo manejando la mafia italiana junto a mis hombres - la observo ver como mira a mi amigo con intensidad - El es Félix, un gran amigo para mí

-Un gusto señorita, Renata - saluda con la cabeza educadamente

-Igualmente

Los sirvientes de los Volkov empiezan a servir la comida. Como muy poco ya que mucha hambre no tengo, y veo a Christopher sin disimular, como clava sus ojos en los míos con intensidad.

No había nada que pueda llegar a sentir, ya que sus ojos transmitían lo que siempre me dolió. No obstante, eso no significa que yo me sienta peor que él. Recuerdo de golpe cuando me mintió y me giro hacia Félix borrando todo contacto directo con Christopher.