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Simplemente me ruborice y el sutil sonido de florecitas brotando sobre el agua me dejaron en completa evidencia, mientras que Natsu solo sonreía con aires de grandeza, sabiendo que significaban.

-Ya te lo dije, no puedo evitar avergonzarme, me haces sentir... pequeña- suspire y sus manos me tomaron por la cintura, mis piernas lo rodearon y quedamos completamente abrazados, recargue mi cabeza en su hombro y suspire. Este hombre me tiene completamente enamorada.

-No hay nada de qué avergonzarte, simplemente acepta la idea de que eres mía, mi mujer, mi todo y no dudes que quemaría todo por ti, si tú me lo pidieras, solamente quiero tenerte para mí- me dio un casto beso en mi cuello y yo suspire.

-No sé cómo va acabar esto, estoy tranquila porque siento como si las raíces de cada árbol, de cada planta, las corrientes de agua, hasta las corrientes de aire, se sincronizan con mi respirar, es extraño, pero siento como si yo invadiera el mundo, siento pequeños pinchazos de dolor cuando algo lo daña, es extraño pero mi relación con cada rincón del mundo cada día es más notoria y más significativa- Las manos de Natsu comienzan a acariciarme suavemente.

-Es normal, aunque entrenes tu poder es infinito, no hay absolutamente nada que lo detenga o al menos no lo hemos encontrado, tu gran debilidad. Pero pienso que es cuestión de tiempo en que esto termine, no hemos visto humanos, ninguna señal que nos diga que estamos acompañados, los restos que hemos visto a lo largo del camino están a nada de integrarse con la tierra, nuevo fruto crecerá, aunque la humanidad haya acabado, la vida continua, de una manera muy diferente. - Suspiro y me separo de él dejando mis brazos en su cuello.

-Tienes razón, tal vez sea en una semana el final o tal vez en 10 años, no lo sabemos, solo sé que debo limpiar el mundo de alguna u otra forma, lo siento en mis manos, como si hebras de poder se entrelazaran y crearan una gran raíz a lo largo del mundo, siento como todo va sanando aunque, aun me falta recorrer más lugares, siento que he pisado más lugares de los que hemos visitado, supongo es mi magia- Natsu pega su frente con la mía y cierro mis ojos, su cercanía me provoca muchísima paz, aunque el mundo esté a punto de quedarse solo u tal vez ya estemos solos, no significa que me sienta en paz, siento que algo está por pasar, algo que dará inicio a este gran cambio que tienen los Dioses para nosotros, solo espero que ese cambio no sea malo, necesitamos tiempo, necesitamos darnos todo el amor que en algún momento nos arrebataron, no quiero perderme en mi memoria, quiero vivir el presente. Con él, solamente con él y por supuesto con Zero.

-Ya no pienses más, solamente relájate estas en este lugar, en tu lugar, conectada completamente con la naturaleza, si pudiera darte el poder de verte con mis ojos, lo haría sin dudar, pareces una diosa llena de poder, tu cabello tiene destellos, el agua te acaricia y tu piel brilla, eres como una estrella, y no sabes cómo me encanta verte así, estoy a nada de salirme y dejarme caer de rodillas ante ti, y rezarte todo lo que pueda, eres como un hada, y yo solo un demonio que está dispuesto a dejar toda su oscuridad a un lado solo para estar contigo- sonrió, eso jamás será necesario, es un demonio fuertísimo, mi demonio.

Abro los ojos y lo veo sonriéndome, pego mis labios con los suyo y lo beso, dijo que no era necesario el permiso, y con esto me aseguro de que me ha quedado claro, sus brazos me agarran más fuerte y yo me pego más a él.

-No me veces así si no quieres que pase algo mas- su voz se ha vuelto un poco ronca y yo solamente me rio.

-No estoy haciendo nada- mi lengua rosa sus labios y sus dientes atrapan mi labio, haciéndome quejarme del dolor.

- ¿Segura? - Le devuelvo la mordida y frunzo mi ceño.

-Estamos cerca del fin del mundo, dijiste que era tu mujer, y que tú eras mío, llevamos una eternidad unidos, preocupándonos el uno por el otro, buscándonos, reencarnando y muriendo, sufriendo y viviendo injusticias, ¿Por qué tengo que esperar más? Estoy harta, te necesito como yo sé que tú me necesitas, y me parece que este lugar es el lugar más perfecto para estar contigo, unirnos de una vez por todas, ¿Qué más puede pasar? - Gruño y su boca se plantó en la mía.

ZeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora