Capitulo 45

1.9K 181 145
                                    

Se sirvió el último trago de su botella de whisky, y como las demás copas, la bebió de un solo sorbo. La música ensordecedora de Deviltry, la multitud bailando, y las mujeres voluptuosas compitiendo por ganar siquiera una de sus miradas era tan normal, tan común. No representaba ningún reto. El amanecer estaba cerca, pero allí no parecían notarlo; la fiesta continuaba para todos, con su respectiva excepción, como en todos los casos. Liam Payne era quizá, el único que no encontraba goce en aquel lugar acostumbrado a brindarlo al por mayor.

Dolido, recibió el enésimo mensaje de Dmitri comunicándole la ausencia de Louis; noche y madrugada la había pasado con Zayn, lejos de su hogar, en los brazos de un maldito. No existían palabras para describir la cólera que lo ahogaba, la decepción que apresaba su corazón. Los exquisitos lazos de seda con los que Louis se valió para enamorarlo habían mutado en feroces cadenas, y ahora lo arrastraban sobre rugosos firmamentos, sin clemencia.

— ¡Te he estado buscando por todas partes! — Niall azotó la puerta del privado — Necesito hablar contigo.

Liam cerró los ojos, ya lo veía venir...

— ¿Tiene que se en éste preciso momento? — Giró el cuello, con el semblante encrespado — Son las cinco de la mañana, y estoy lejos de la sobriedad.

— No puedo esperar — El rubio se aproximó, su cabello desordenado, y la camisa mal abotonada — ¡Me han despedido, los jodidos burócratas me han deshabilitado de mi cargo como Director General Penitenciario!

— Lo siento, Niall — Susurró, sin lamentarlo en realidad.

— ¡¿Lo sientes, eso es todo lo que dices?! — Ladró, manoteando en el aire — ¡Tengo deudas, muchas deudas, yo tenía negocios ahí dentro, y no simples negocios, son importantísimos! ¡¿Qué voy hacer ahora?! Tienes que ayudarme Liam, si hablas con ellos, me restituirían sin complicaciones, te lo ruego... — El castaño huyó de su contacto, se levantó de su asiento y caminó hasta el bar.

—Desde que murió Geoff te has manejado a tu antojo, nunca me metí en tus asuntos; por el contrario, te promoví para ése puesto y lo desaprovechaste. No puedo hacer más por ti.

— ¡Pero te necesito, soy tu amigo, tienes que auxiliarme! — Liam entrecerró los ojos, sospechoso; amigo... Ya no estaba tan seguro.

— ¡¿Y qué quieres que haga?! ¡Eres el único responsable de tu actual escenario; hubo una maldita revuelta que marcó nuevos parámetros! ¿Pretendes que no haya consecuencias? Mierda Niall, lo extraño sería que después de éste escándalo tu siguieras en el puesto como si nada — Horan infló el pecho, indignado.

— ¡Te he servido! — Le apuntó, temblando de rabia — ¡Todo éste tiempo te he servido...!

—Porque te ha convenido — Atajó, con la sinceridad que sólo la ingesta prolongada de alcohol podía lograr — Te enriqueciste a mí costa, y nunca te reproché nada, en cambio tú, — Le miró con desprecio — tienes el descaro de venir a echarme en cara que me has servido cuando lo único que realmente te pedí lo cagaste con ganas.

— ¡¿Cómo te atreves?! — El rubio deformó sus facciones arrebatadoras en una mueca amenazante — ¡He sido tu puto esclavo!, ¡Siempre obedeciendo tus órdenes, casi besando el suelo donde pisabas! ¡¿Y tú me niegas un favor que puedes realizar sin siquiera despeinarte?! — Liam cimbró la botella de whisky, e iracundo, se enfiló hasta su amigo.

— ¿Así que de esto se trata, mierda? ¡¿De beneficios e intereses?! — Le cogió por las solapas de la chaqueta; que Niall lo rebasara por varios centímetros en estatura no era razón suficiente para amilanarse — Lárgate de aquí, bastardo, o te juro que no respondo.

Prison loversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora