Prison lovers

Zayn

La ciudad vieja y fría de Praga, la capital de fachadas multicolores, de ruinas y palacios, tenía como escenario el cielo nocturno despejado, las estrellas más brillantes, y bajo su manto, el encuentro de dos simples mortales.

En un vecindario solitario, bastante peligroso, junto a un puente que daría miedo cruzar y el río oscuro, caudaloso en ésa época del año, estaban Zayn y Liam, frente a frente, pero a una distancia prudente.

Los hombres del mayor de los hermanos habían sido sometidos por los del menor. Amordazados y atados, fueron emboscados cuando se dirigían a una fiesta, después del arduo trabajo del día. Zayn había sido el último en caer, y aun así, permanecía de pie, con los brazos a los costados, y la mirada fiera.

Liam avanzó algunos pasos. Con su favorita Desert Eagle empuñada, le apuntaba directo al corazón. Sonrisa en rostro, y los ojos brillantes, expectantes.

-Arrodíllate, Zayn. Ésta vez sí lo harás, así tenga que destrozarte las piernas.

-Sería la única manera - respondió con un gesto altanero. Apenas terminó la frase, dos potentes disparos cimbraron en la quietud nocturna.

Zayn cayó, tal y como Liam lo deseaba: de hinojos. Con el rostro contorsionado en un gesto de dolor, pero sin emitir ni un sólo jadeo.

Dmitri, el eterno escolta de Liam, soltó una larga y gozosa carcajada. Los hombres de Zayn, en cambio, se removieron las ataduras, impotentes y con los ojos desorbitados. Gritaron, maldijeron, pero sus quejas fueron silenciadas por la mordaza, y los murmullos que se escapaban, se perdieron entre el sonido del viento y la corriente del agua.

-Has sido un cabrón, todo este tiempo... pero eso ya lo sabes, ¿cierto?

Como respuesta, Zayn escupió el lustroso calzado de Liam.

-Que sepas que lo hago por Louis, sólo por él. El pobre te ha llorado cada día desde que lo abandonaste, y hasta vino a mí, suplicando para que investigara tu paradero. - Un puñetazo y después otro aun más feroz le propinó en la cabeza. Zayn sangró del ojo izquierdo; como una escultura divina que de sus ojos sin vida, lágrimas de sangre brotan.

-Siempre ha sido por él - mostró su mejor sonrisa: la más perversa, y dejó que la sangre corriera. Aún derrotado, su aspecto era amenazante. - ¿Cómo se llama tu noviecita? -Señaló el anillo de compromiso que Liam portaba orgullosamente - ¿También tiene el pelo castaño y los ojos azules? ¿Y el hijo que estás a punto de tener?, ¿Lo llamarás Louis? - Rió malicioso - ¿o quizá Ianthe?

Liam le cogió por el cabello húmedo, y se acercó al oído para susurrarle.

-No me tientes Zayn.

- ¿Es verdad entonces? ¿Acerté, querido hermano?

-Ella no es ningún reemplazo como tu puta muerta. Ella tiene un nombre, y pronto será mi esposa. - Acometió Liam, retrocediendo un par de pasos.

-Sí, apuesto que tiene un bonito nombre... pero, no es Louis - endureció la mirada - él es mío. Siempre fue así, y lo seguirá siendo.

Liam le apuntó con renovada energía y dirección.

-Nunca aprendiste a callarte. Nunca aprendiste a temerle a la muerte. Sí. Esto es por Louis. Adiós, Zayn, adoptado muerto de hambre. Adiós, mi eterna piedra en el zapato.

Y disparó. Una, dos veces, en el corazón de Zayn, que sin tiempo de reaccionar, cayó de lado, desprovisto de gracia. La sangre manchó su camisa blanca, las piernas quedaron torcidas, en una extraña posición, y los brazos a medio extender. El cuerpo de Zayn Malik yació en el suelo, sin vida. Rápido y simple, había dejado de existir.

-Tírenlo al río - Ordenó Liam, con una calma aterradora.

- ¿Qué hacemos con estos? - Inquirió Dmitri, refiriéndose a los sometidos. El último de los Malik se detuvo un momento a pensar.

-Déjenlos ir, que digan a todos que han visto con sus propios ojos cómo Liam Payne asesinó a su grandioso Zayn Malik con sólo dos balas. Que digan, que esto mismo le pasará al que se atreva a retarme. ¡Nadie juega con un ingles y vive para contarlo! ¡Nadie desafía a Liam sin consecuencias mortales! -Concluyó mientras se dirigía a su coche, enfundando el arma. Vio de soslayo a dos de sus hombres cargando el cuerpo de Zayn. Con lentitud lo llevaron hasta la orilla del río, y haciendo un último esfuerzo, lo arrojaron hacia las turbulentas aguas.

Zayn se hundió pesadamente, silencioso. El río lo recibió con anuencia, y lo tragó por completo.

Fría. Así de fría y simple era la muerte.

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El capítulo siguiente es el final. Sinceramente a mi me gusta mas el eplilogo (que probablemente estara dividido en dos partes).

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