ELLAS A TRAVÉS DE MÍ

Prólogo

Quiero hacerlo...Suspiro y pienso que no podré, que es una empresa de otros. Ciertamente tengo escondida una protagonista contradictoria en adjetivos. La vida ha sido generosa, en pocos momentos muy dura pero suficientes y aun así me ha enseñado a crecer desde el dolor, ha enseñado que siempre hay una ilusión en un mañana que se recrea en el instante que se hace eterno y que un final digno vale más que una prolongación sin sueños.
Llegó un día de sol, golpeó mi corazón y fuimos al desierto. Sentadas en las dunas meditamos.
_Vida, vienes a entregarme a la muerte?
Mirando mis ojos tuvo respuesta y dijo.
_No, soy la muerte que viene a entregarte a la vida. Sentémonos a llorar si brotan las lágrimas, a reír viendo pasar a un anciano lo mismo que a un niño sin encontrar la diferencia, sentémonos a contemplar el viento en los árboles y en cada hoja que cae a tierra y deja que el silencio invada tu mundo interno.
Me recordó lo hermoso que es ver caer la lluvia, la diferencia de los colores, una puesta de sol, el canto de los pájaros, el llanto de un niño al nacer, la sonrisa de un anciano, los ojos de los animales, el calor de una madre, el abrazo de un padre, la mano de un amigo, el beso del amante, el arrullo del mar, el grillo en una noche estrellada, el olor de un jazmín, el dulce de las frutas, la sal de las lágrimas, la gratitud, la magnificencia de respirar, los sueños, el universo en todos.
Había vivido tan aprisa, que nunca me detuve a mirar más allá de las palabras que funcionan a veces en un lenguaje de etiquetas y que solo dos fuerzas impulsan la vida con muchos rostros, el amor y el miedo.
Cuando podamos desprendernos de lo que no somos, de lo que nos hicieron, de lo que incorporamos en el camino...La sabiduría siempre estuvo hablando por sí misma, solo que al sentirnos sabios coronamos al ego y rendimos a la competencia.
_Ahora vuelve y vive en verdad, ama profundamente, enfrenta el miedo como lo que es y no olvides que cada una de tus decisiones te lleva a escoger entre un lamento y un milagro... Perdónate siempre que te pierdas y no te preocupes que la verdad y el espíritu se abrirán camino, lo quieras tú o no.