Desde una terraza, en un tercer piso y de noche las luces hacen que la ciudad se vea de un modo distinto e intenso, el frio es más contenido, mucha gente, todos con sueños y Ariela vino a sumergirse en cada uno de ellos. Sus ojos buscan la señal de llamado, donde quiera que esté, su alma gira, se complace sintiendo donde la llaman, en ése lugar que se sabe esperada por quién?...
_Lo sublime de vivir, es el segundo que te reconoce presente. Hoy rajé todo lo que quedaba del vestido de novia en mi cuerpo, no quedé conforme, fui arrancando los trozos de ropa interior roja que incorporé en el camino, el collar de perlas con que simulaba la sumisión se desprendió con un deseo. A mi viejo amor lo guardé a buen recaudo y lo pospuse por un tiempo. No fui culpable cuando mentí, quería jugar a No sé nada de ti pero las mentiras agrietaron una historia que creció sin premeditar. De pronto un mar de No soy yo arrasó con todo y las verdades eran náufragos lanzando bengalas..se nos hizo tarde, no pude recuperar retazos de realidades que se fueron al horizonte sin lo que era yo con él y él conmigo.Su nuevo amigo, le proporcionó la dirección de una señora que alquilaba pisos, ésta misma señora la envió a hablar con un sobrino suyo, dueño de una biblioteca de libros antiguos y como todo aquel que persigue su leyenda personal tiene la suerte del principiante encontró en éste establecimiento un trabajo.
Y allí está Ariela, sentada en la terraza de su nuevo hogar, hablando consigo misma, pero sin miedo y feliz.
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ELLAS A TRAVÉS DE MÍ
AléatoireCuatro historias de fantasía, mensajes espirituales, sueños realizados e irreales con una dramaturgia desentrada y desde una prosa poética.