The Crown || Louis Partridge

Capítulo 22

Me di cuenta que entre los heridos estaba Enzo, así que me preocupé inmediatamente en atenderlo. Curábamos con linternas ya que no podíamos tener luces encendidas por protección. Además que era casi media noche.

— ¿Por qué te mandaron a aquí? — le pregunté a Enzo mientras curabas la heridas — ¿Qué pasó en Noruega?

— Nos mandan en pequeños grupos a... a... Au — tartamudeó un poco del dolor — a apoyar —. Tomó aire intentando reponerse del dolor —. Solo han mandando dos grupos aquí a Inglaterra y enviaron un grupo a Dinamarca la semana pasada —. Quedó en silencio tensando su rostro aguantando dolor de las heridas —. En Noruega están casi todos

— Tranquilo ¿Sí? — pedí — Solo estoy limpiando —. Seguí limpiando las heridas hasta que me tocó coser —. Han traído a Gunnar a Winkfield también — comenté —, aunque sabemos que Gunnar siempre uno de los mejores en el campamento, tengo miedo de lo que pueda pasar

— Justamente cuando... — quiso seguir hablando pero cerró sus ojos, y siguió con los ojos cerrados y en silencio hasta que terminé de coser — cuando te fuiste con el soldado nos anunciaron a todos que nos necesitaban en servicio... Emma se quedó ayudando allá.

Cuando terminé de curarlo lo senté a un costado y seguí curando a más soldados. 

Acabamos casi dos de la mañana que fue cuando se los llevaron. Y cuando se fueron caminé rápidamente hacia mi oficina y vi de nuevo la lista. Rectifiqué lo que vi hace unas horas, el nombre de Louis estaba entre los reclutados a servir, Louis iba a venir a servir una semana a Winkfield y luego lo enviarán a la frontera con el mar en Brighton.

Llamé a Benjamín, que suponía que aún estaba despierto. Él entro a mi oficina quedando frente a mi escritorio.

— Benjamín, ah... — miré la hoja y luego volví a verlo — ¿Sabes si estos soldados pueden ser evacuados a un lugar... más seguro? — fruncí levemente el ceño

— ¿Los noruegos? — preguntó extrañado

— No... — sonreí nerviosa — Los británicos — bajé mi mirada

— Han sido enviados por el gobierno británico... No podemos cambiar nada

— Bien — asentí levemente — entiendo... Ya puedes retirarte 

— Antes de irme, mañana llega la lista de las familias que vendrán a refugiarse

— ¿Todas noruegas? — pregunté intrigada

— Todas las familias lo son — afirmó —, si desea añadir otra... Tendríamos que ver que aún haya algún espacio — elevó sus cejas —. Ahora si me lo permite, con permiso y buenas noches.

Él salió de la oficina y yo me quede en la oficina, sola y con una pequeña luz. Observaba ese papel con tristeza, ver el nombre de Louis ahí me ponía mal, no había forma de verlo ya que tampoco podía salir de aquí.

Coloqué mi mano sobre mi mejilla y sentí una lágrima caer sobre mi rostro.

Apuesto que ahora debe estar despierto por el miedo, una vez grabó una película demasiado realista sobre la guerra y él siempre me contaba lo muy aterrador que le parecía, y no me lo podía imaginar en está situación.

También me preguntó si alguna vez piensa en mí o si en estos momentos lo hace. Porque lo único que quisiera decirle es que aún lo amo. He hecho lo imposible por no pensar en él o no decaer por eso, y es que deseo tanto correr hacia él para darle un abrazo, porque lo único que deseo es que él sepa que por cada día que ha pasado y por cada abrazo que no le he dado me desmoronó más.

¿Se le habrá ocurrido escapar? Porque deseo tanto poder saludarlo de nuevo pero no me puedo arriesgar a eso ni tampoco podría arriesgar a despedirme, porque cuando hay situación de guerra y sales, no sabes si vas a volver vivo.

Sentía mil cortadas de imaginar cualquier cosa que podría pasarle a Louis, me hacía llorar los recuerdos vivos en mi mente. No sé que pasará mañana y si él aún estará. La linterna parpadeaba de las baterías bajas, y era como yo, no estaba bien. Y así también le preguntaba al silencio si todo estaría bien y volvería todo como antes, si volvería a tener lo mío.

Mis dedos se enredaban en mi cabello intentando pensar coherente, estaba asustada, y era la primera vez que sentía lo que de verdad era miedo. Rezaba por Louis, porque quería que este bien, cuando mandan a los soldados nunca sabemos si van a volver. Las personas desesperadas lo hacen y ahora yo también. 

🌕

Al día siguiente estábamos revisando junto a Benjamín la lista de las familias que serían refugiadas en pequeñas casas aquí en Winkfield.

— Benjamín... Quedan dos plazas para dos familias de cuatro personas — fruncí mis labios — ¿Podemos agregar una?

— Si lo va a hacer, tiene que hacerlo ahora, porque en diez minutos tengo que enviar esto firmado por usted y en una hora salen a buscarlas — comentó —. ¿Cuál es el apellido de la familia y dónde viven?

— James Partridge, están en Wandsworth, Londres — respondí y luego bajé mi mirada

— ¿Son británicos? — preguntó confundido

Asentí — Benjamín por favor, necesito que les des refugio... Así sea un lugar pequeño, no los podemos dejar así — pedí con un poco de desespero —, son... Son conocidos míos y no puedo dejarlos a la intemperie — bajé mi mirada —, han habido demasiados ataques en la noche como para dejarlos así

Él aceptó e inmediatamente lo envié a que entregue el documente que ya estaba firmado por mí.

Al día siguiente, le supliqué a Benjamín que por favor me deje visitar a las familias que habían sido refugiadas ya que me enteré que llegaron ayer antes que caiga la noche.

Después de tantas suplicas él terminó aceptando, pero sería la primera y la única vez que me dejaría salir, además que iría demasiado escoltada por soldados.

Saludé a todas las familias y di unas palabras de aliento para estas. Y al terminar ese pequeño discurso dije que iba a hablar familia por familia para atenderlos, y primero me dirigí con la familia de Louis. Estaban un poco desorientados, y les expliqué que yo pedí que les den refugio aquí, donde está custodiado por incontables soldados y tanques de guerra. Su mamá, papá y sus hermanas estaban todos preocupados por Louis, su padre no había sido reclutado.

— Lo único que he podido saber es que va a servir una semana y luego lo enviarán a Brighton que limita con el mar — bajé mi mirada y sentí mis ojos inundarse de lágrimas —, tengo miedo de que cualquier cosa le pase — dije con voz entrecortada