Capítulo 23

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Louis:

Pasaron aproximadamente tres años desde que me reclutaron como soldado, y esto era de nunca acabar.

Tuve un paso de una semana en Winkfield, luego estuve dos años en Brighton y hace seis meses me trajeron a Rusia para combatir junto a más aliados, éramos un grupo gigante pero separados en tanques de guerra por pequeños equipos de cuatro. Hace un mes nos trajeron a un bosque, en mi tanque éramos cuatro; Sebastián, Oliver, Mason y yo. El problema era que ahora somos tres porque Mason murió la semana pasada por una bala que le atravesó, ya llevaron su cuerpo y nos dejaron un poco de comida.

Al principio me costó adaptarme, no era capaz de dispararle a nadie, o de tenerlo enfrente mío amarrado y tener que matarlo, pero me obligaban y ahora solo lo hago porque sé que es lo que tengo que hacer.

Estábamos fuera del tanque comiendo un poco de atún en lata con agua, lo que iba del día era tranquilo, ayer hubieron ataques pero ganamos en eso. Mientras otros que ya terminaban de comer iban a desocupar los tanques del enemigo que quedaron del ataque de ayer por parte de los enemigos. En un pequeño espacio estábamos Oliver, quien era un militar enserio, era el líder de nosotros, Sebastián y yo.

— Se han puesto a pensar — empezó a hablar Oliver —, llevamos seis meses compartiendo un tanque y no sabemos casi nada del otro

— Todas las noches han sido ataques o dormir, no vamos a desaprovechar el dormir un poco — bromeó Sebastián. Los tres reímos levemente de lo que él dijo —. Pero empieza tú, Oliver

— Soy casado... Tengo dos hijos — sus ojos se iluminaron un poco en ese momento —, mi niña cumplió nueve ayer — su voz empezaba a cortarse, y su rostro cambio totalmente — y el menor cumplirá seis en dos meses, no los veo desde que la guerra empezó, y se siente desesperante porque ni siquiera tengo un teléfono para hablar con ellos — arqueó sus cejas y limpio un poco sus lágrimas que estaban a punto de caer. Sebastián y yo le dimos unas palmas en la espalda —. Pero esto no iba a ser así — sonrió — ¿Tú? — miró a Oliver

— Yo me iba a casar dos semanas después que me reclutaron — arqueó sus cejas —, estoy esperando volver a Liverpool para casarme con ella... Yo sé que ella está viva aún — bajó su mirada —, yo sé que sí

— Espero nos invites.

Ellos dos bromearon un rato acerca del matrimonio mientras yo solo los observaba.

— ¿Tú Louis? — preguntó Oliver mirándome — Eres el más joven de los tres

— Ahm... — tomé aire buscando las palabras correctas — yo era actor y modelo — comenté un poco torpe 

— Siempre te me hiciste un poco conocido pero nunca me atreví a preguntar si enserio eras tú — dijo Sebastián con una pequeña sonrisa

Reí un poco — Aparte de eso, mis papás, mis dos hermanas —. Me quedé en silencio pensando en ella hasta que reaccioné —. No... No lo sé —  sonreí nervioso

— ¿No tenias pareja o algo? — preguntó Oliver

— Era novio de la princesa de Noruega — sonreí sin despegar mis labios

— ¿De Ingrid? 

Negué con la cabeza — De ______ — mientras decía eso una sonrisa se formaba en mi rostro —, pero terminé con ella 

— Tú sí eres idiota — dijo uno de los soldados que estaba caminando por ahí y escuchó lo que dije, era uno de los menores, recién reclutados

— Lo dijo él, no nosotros — defendió Sebastián

— Yo iba a viajar a verla Oslo, para volver... Cerraron los aeropuertos y no pude viajar... Me oculté un tiempo con mi familia en mi casa hasta que me encontraron y me obligaron a servir... Y no lo sé — suspiré —, lo único que pido es poder volver a verla.

Seguimos conversando un rato más hasta que llegó la noche.

Mientras nos acomodábamos para dormir y no para un ataque, escuchamos pisadas de al parecer dos personas. Nos miramos todos entre todos confundidos, agarramos nuestras armas y cascos en caso lo necesitemos pero nos calmamos un poco al ver que eran soldados británicos.

— Están viniendo — dijo uno de ellos

— ¿Quienes? — preguntó Oliver acercándose a ellos

— Los soldados... — él iba a seguir hablando pero Oliver interrumpió, al parecer entendió

— Todos a sus tanques ¡Ahora! — gritó.

Todos corrimos a nuestros tanques y nos acomodamos. Mientras Sebastián manejaba yo alistaba las armas y los explosivos en caso lo necesitemos.

Y de un momento a otro solo estábamos disparando, y tirando explosivos por donde sea, solo pude ver el cielo una vez y solo eran luces rojas lo que veía. Toque mi pecho que era cubierto por mi chaqueta militar, aún traía el collar que compartía con ______, lo compramos cuando cumplimos un año.

Yo únicamente seguí disparando, aunque habían momentos que no sabía donde lo hacía, lo único que alcanzaba a ver eran hombres tirados por el piso sangrando.

Hasta que ya no se escucho nada, todo era silencio, no habían gritos, explosiones, quejidos de dolor, nada. Algo dentro del tanque se golpeó, era Oliver que tenía herido el hombro. Agarre un poco de vendaje que dejó Manson para poder cubrir su hombro que estaba sangrando.

— Se acercan — dijo Oliver agonizando

— Oliver, estás agonizando, cálmate — dije mientras hacia un nudo con el vendaje para contener la herida

— No... — jadeó de dolor —, yo los vi, salgan por abajo y huyan... Todos murieron... Estamos solos — cada vez le costaba más hablar

— ¿De que hablas? — preguntó Sebastián

— Vienen más soldados — intentó retomar la respiración que se le cortaba. Cuando él terminó de decir eso, se escucharon fuertes sonidos de afuera y entre los tres nos miramos asustados —, ¡Salgan por abajo y huyan!... Yo estaré bien.

Abrimos la puerta de abajo y salimos como pudimos con Sebastián, chocamos con la tierra, y luego salimos de abajo del tanque corriendo hasta que escuchamos un disparo.

The Crown || Louis PartridgeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora