Heather |Kookv|

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El ser humano nunca decide de quien enamorarse y enamorarse de la persona equivocada puede ser para algunos su fin, un completo infierno cuando no es correspondido.

Así es como Kim Taehyung ha vivido desde hace algunos meses, cuando conoció por primera vez a Jungkook, su mejor amigo.

Se enamoro profundamente de él desde el primer instante en el que cruzaron palabra. Gracias a que ambos tenían gustos musicales parecidos decidieron intercambiar números y así empezar una amistad.

Donde Taehyung anhelaba que Jungkook lo viera con los mismos ojos con los que él lo veía.

Deseaba que Jungkook también lo amará como él lo hacía, esperaba que el mundo de Jungkook también brillará cuando lo veía, deseaba qué el corazón de Jungkook también se emocionará con una simple mirada o toque.

Taehyung soñaba con besarlo, con besar cada uno de sus lunares, más ese lindo lunar en sus labios. Amaba cada parte de su ser.

Jungkook era parte de cada uno de los escritos de Taehyung, de sus poemas qué estaban empapados por sus lágrimas al pensar que sus sentimientos no podían ser correspondidos. Tenía miedo.

Aveces deseaba nunca haber conocido a ese lindo chico alto, de risa y sonrisa encantadora, el cual lo hacía sentirse en paz y seguro.

Odiaba ese sentimiento en su pecho siempre qué lo veía, porque sabía que solo se estaba ilusionando con alguien que nunca le iba a corresponder, pero había veces en las que las esperanzas de que algún día Jungkook le correspondiera a sus sentimientos, pero otros días se daba cuenta de que su mejor amigo nunca lo vería de otra forma más que su mejor amigo.

Odiaba llorar todas las noches por ese chico.

Odiaba qué le hablará de otras chicas, cuando Taehyung se moría por él.

Odiaba qué lo trate bien, como si fueran algo más que simples amigos e ilusinandolo cada vez más.

Deseaba que esa chica que se robo por completo el corazón de su mejor amigo estuviera muerta. Aunque ella era un ángel, era casi imposible odiarla.