XV

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"¿Así has estado tratando a nuestros clientes?"


Cuando escuchó la voz de su ángel se sorprendió bastante y mayor fue su sorpresa al saber que venía acompañado, oír las molestas voces de Miguel y Hekamiah lo enfurecieron ¿Qué diablos hacían esos dos desgraciados con su ángel? después el miedo lo invadió al escuchar como el otro pelirrojo comentaba que la librería olía a demonio, temió por la seguridad de Muriel, si alguno de ellos se enteraba de su amistad correrían a decírselo a Metatrón, aquello no podía pasar, no permitiría que Muriel cayese.


Su sangre hirvió cuando escuchó que Aziraphale si había estado en Alemania, Hekamiah se la había jugado, sin embargo se sorprendió todavía más al escuchar que el peliblanco había acabado con la vida de un demonio ¿Aziraphale matando? Debió escuchar mal, su ángel no sería capaz de matar a una mosca, pero nuevamente se sorprendió al ver como el propio Aziraphale lo confirmaba y sonreía nervioso cuando los lameculos de sus compañeros lo felicitaron ¿Ahora Miguel lo respetaba? ¿Aziraphale y Hekamiah se llevaban bien? Lo que vino después le gustó menos todavía ¿Cómo que se quedarían todos en la librería? Ni siquiera le preguntaron a la pobre Muriel.


A Continuación todos comenzaron a reír entre ellos y gastarse bromas como si se conociesen de toda la vida, el demonio rodó los ojos molesto, escribió una carta a Muriel para poder hablar con ella sobre lo ocurrido y comenzó a llenar una de las tazas con chocolate para la morena, tras ésto agarró la que solía ser la taza de su ángel, tal vez fue la costumbre o tal vez quiso darle al peliblanco una pequeña pista de su estancia en la librería, estaba a punto de verter el chocolate cuando las palabras de su ángel llegaron a él como cuchillas provocando que la taza se escapase de sus manos y cayera al suelo "Disfrutaremos de una deliciosa comida en mi lugar favorito, el Ritz" ¿En el Ritz? ¿Enserio? ¿Acaso su ángel no apreciaba sus comidas como él? Fue entonces cuando abandonó la librería saliendo por una de las ventanas de la cocina.


Caminaba sin rumbo por la calle cuando recibió un fuerte golpe en la cabeza haciéndolo perder el conocimiento.


-Creo que no era necesario golpearlo.- Aquella voz masculina fue lo primero que escuchó, todo su cuerpo estaba entumecido, sus manos estaban atadas al igual que sus pies y sus ojos estaban vendados.


-Ya lo sé, solo me apeteció, fue divertido.- Esta vez habló una mujer.


-Mira, parece que empieza a moverse, desátalo.- El hombre contestó preocupado, si no fuese por lo aturdido que estaba, Crowley habría reconocido aquellas voces de inmediato.


-Venga déjame molestarlo un poco más.- La voz de la mujer sonó apenada.


-No intentes convencerme con tus pucheros, desátalo.- El hombre contestó firme, fue entonces cuando el pelirrojo identificó la voz.


-No, no me jodas que su chuleza real ha vuelto, mira que eres plasta, para tu información ya tienen otro Arcángel Supremo.- El pelirrojo notó como poco a poco era desatado, finalmente la venda de sus ojos fue retirada, estaba oscuro, solo una pequeña luz iluminaba el lugar.


-¿Belcebú tú también? -


-¿Cómo sabe que eres tú? Apenas hay luz.- El hombre preguntó asustado.

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⏰ Última actualización: Feb 25 ⏰

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