Las cosas de Mr Fell y el señor Crowley

Camazot

A lo largo de su existencia sobre la tierra, Crowley sólo había visitado México en una ocasión, aunque ahora, viendo junto a Azirafel cierta pieza de la exposición maya temporal del British Museum, cayó en la cuenta de que había dejado más huella de la que había pensado. Contempló el fragmento de códice en el que se relataba como una doncella enviada a Xibalbá como ofrenda a los dioses había sido seguida por un ángel de alas negras al interior del cenote donde se la había arrojado ritualmente. Sin duda, para todos los presentes, el dios murciélago Camazot que se había manifestado como señal. Y para gran contento del pueblo, más tarde vieron emerger una enorme serpiente negra del agujero lleno de agua. Se relataban también los festejos posteriores a dichas señales, pues los sacerdotes aseguraban que el sacrificio había complacido a los dioses del inframundo y por tanto, las semillas germinarian y las cosechas serían abundantes ese año. Lástima que las lluvias no acompañaron. - ¿Que fue de la chica, Crowley? - quiso saber Azirafel, que había asistido casualmente a aquel ritual, acompañando a los sacerdotes españoles- - Pues...el cenote estaba comunicado con otro por una cueva sumergida. La ayudé a nadar hasta el siguiente- el demonio se rascó la nuca- creo que pensó que era un bagre...salió sin problema usando unas lianas y fue acogida por otro clan que la llamo "la mujer de agua". Se hizo sacerdotisa. Luego volví nadando y salí por el primer agujero, por aquello de los efectos especiales. - Oh - dijo el ángel con una pequeña sonrisa- Lo que no entiendo es por qué el otro clan la aceptó en un lugar de honor... - Fácil - repuso Crowley guiñando un ojo- se lo dijo Camazot.