Capítulo 35

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Con Enzo nos mudamos a Londres después de lo que habíamos pasado juntos, ya estando allá tuvimos que los dos tomar terapia

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Con Enzo nos mudamos a Londres después de lo que habíamos pasado juntos, ya estando allá tuvimos que los dos tomar terapia.

Era muy complicada la situación que estábamos pasando, ninguno de los dos estábamos bien mentalmente, Enzo por su lado siguió yendo a sus entrenamientos para poder jugar en Chelsea y yo trabajaba en las pasarelas de moda, hasta empecé a escribir letras de canciones, tenía que mantener mi cabeza en otro lado para no pensar mucho en lo que paso.

Estaba acostada con el teléfono en mano, eran como las nueve de la mañana y Enzo había salido a entrenar, el esta mas cariñoso conmigo y me trata mejor, casi no tenemos discusiones fuertes.

En ese momento me llegó un mensaje de victoria, es una chica también de argentina que vive en Londres, con Enzo la conocimos en el aeropuerto cuando tuvimos que preguntarle si conocía algún hotel para pasar la noche y al día siguiente ir a la casa que quedaba unas dos horas del aeropuerto, la verdad que me cayó re bien la chica, es un amor y tiene mi edad.

En ese momento me llegó un mensaje de victoria, es una chica también de argentina que vive en Londres, con Enzo la conocimos en el aeropuerto cuando tuvimos que preguntarle si conocía algún hotel para pasar la noche y al día siguiente ir a la casa...

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Justo vi el de Enzo que iba a responder después, entre al chat de Vicky para arreglar mejor con ella.

Justo vi el de Enzo que iba a responder después, entre al chat de Vicky para arreglar mejor con ella

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Obviamente vi que enzo no estaba muy convencido, dice que victoria no le da buenas vibras y no lo entiendo, yo a ella la veo muy amable y buena persona, es verdad que no la conocemos tanto, pero tampoco podemos vivir desconfiando de la gente sin m...

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Obviamente vi que enzo no estaba muy convencido, dice que victoria no le da buenas vibras y no lo entiendo, yo a ella la veo muy amable y buena persona, es verdad que no la conocemos tanto, pero tampoco podemos vivir desconfiando de la gente sin motivo alguno.

La noche se hizo presente y yo me estaba alistando, quería salir y despejarme un rato y olvidarme un rato de todo lo que paso, por el lado de enzo el prefería seguir su carrera como un futbolista profesional, últimamente me rogó intentar otra vez en tener un bebé pero me negué, todavía no me siento bien mentalmente para intentarlo otra ve, seguimos teniendo relaciones pero cuidándonos.

— ¿Te llevo nena? —Enzo entro a la pieza en donde me estaba mirando al espejo y observando el vestido, mi cuerpo sigue como era antes, solo que me di cuenta de que me estaban saliendo estrías, no se notaban de lejos ni de cerca, pero si te ponías analizar si se podía ver que tenia un poco.

— Dios, se ve horrible esto —toque cerca de la apéndice haciendo una mueca, sin darme cuenta ignore la pregunta de Enzo.

— Estas hermosa igual, dale vamos que te llevo —Enzo poso su grande mano en mi cadera y me miro a los ojos por el reflejo del espejo, todavía podía notar el dolor en sus ojos, el estaba muy emocionado por tener ya en sus brazos a nuestra bebe.

— ¿Donde vas a ir vos? —me di la vuelta para mirarlo y pose mis brazos por su hombros, tenia que levantar la mirada por lo alto que el era.

— Voy a juntarme con una amiga, también vamos a un bar —cuando lo escuche quería matarlo, alce las cejas y baje mis brazos para cruzarme.

— ¿que amiga? —pregunte seria, note como el se quería regir en mi cara, yo estaba celosa full.

— Una que conoci en el entrenamiento —el también se cruzo de brazos y me miro con una mirada penetrante, hasta casi me saco la ropa, no mentira.

— ¿ah si? ¿Tan rápido? ¿Acá en Londres encima?

— ¿si sabes que te ves hermosa cuando te pones celosa? Mas de lo mami que estás —supe que lo que me había dicho era mentira y era para que me ponga celosa, el se rio y casi me desmayo al escuchar su risa, es igual de adictiva que antes

— Ya se, soy preciosa —rodee los ojos y me di la vuelta haciendome la ofendida.

Pero su mano agarro mi muñeca y me hizo girar, Enzo me agarro de la cara y me beso, me chapo hasta casi dejarme sin aire, este pibe me puede y me va a poder toda la vida, no puede ser tan hermoso y caliente.

Me siguió besando por varios segundos, camino conmigo hasta hacerme chocar contra la pared, con una de sus manos toco mi orto apretandolo como los viejos tiempos, y con la otra mano me tenia agarrada de la cara, nunca en la vida me había besado con tanta posesión, me hacia saber que era solo de el y de nadie más.

— me volves loco, estoy todo un boludo por tu culpa —me dijo juntando su frente con la mia, mirandole los labios.

— boludo fuiste siempre —lo descansé un poco, el me miro serio y después me dedico una sonrisa coqueta.

— ¿cancelas tu salida con la victoria esa para quedarte conmigo? —me hizo puchero, como concha me podía negar ante eso con la cara que me esta haciendo, este hijo de puta sabe como comprarme.

— ah no se ¿no tenias que ir al bar con una amiga? —me hice la celosa otra vez y me crucé de brazos, estaba nerviosa al tenerlo tan cerca mio.

— yo no necesito amigas, mis dos mejores amigas son estas dos —con sus dos manos me apretó las tetas, este estúpido estaba jugando sucio, yo ya sabia lo que el quería conseguir

— yo si tengo amigos, pero este es mi favorito —toque la pija de Enzo por arriba de su pantalón, el se mordió los labios y me miró juguetón, este me iba a dejar sin caminar en cualquier momento.

— Ya lo despertaste, Hacete cargo ahora —alzo las dos manos haciéndose el boludo, el alto pete que le iba hacer lo iba a dejar por las nubes.

Turro | Enzo Fernández Donde viven las historias. Descúbrelo ahora