Capitúlo 39

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Sinceramente no tome ni una gota de alcohol, estaba preocupada y sentía que algo estaba mal, ¿Enzo se ofreció a cuidar a los hijos de anto? La verdad es algo que el no haría, menos cuando hay que salir de joda

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Sinceramente no tome ni una gota de alcohol, estaba preocupada y sentía que algo estaba mal, ¿Enzo se ofreció a cuidar a los hijos de anto? La verdad es algo que el no haría, menos cuando hay que salir de joda.

Necesitaba volver a la casa otra vez, no es que no confíe en Enzo pero su actitud era rara.

— ¡dale rubia, bailate algo! —emi dijo abrazandome por los hombros, estaba borrachísimo, y siempre que lo estaba se ponia re gracioso.

A lo lejos visualice a leo, quien me hizo una seña para ya irnos, yo asentí y tome a Emi del brazo para llevarlo, eran casi las seis de la madrugada.

Ibamos en el auto, como yo era la mas sobria entonces maneje yo, un poco mas me salteaba todos los semáforos con tal de llegar más rápido.

— che amiga ¿nos queres matar? —dijo emi, yo rode los ojos y lo mire mal por el retrovisor

Estábamos entrando a la casa, yo entre primero, todos nos llevamos la imagen de Enzo y Jessica, los dos en el sillón tomando un vino.

— llegaron temprano —dijo Enzo levantándose del sillón, su mirada cayó en mi, pero yo solo lo miraba con la mejor cara de orto que podría tener

— hola chicos, ¿como la pasaron? —dijo Jessica también levantándose, no sabia si primero matarla a ella o matar a Enzo.

— emm si, ¿y los nenes? —dijo anto un tanto incomoda, Enzo apunto hacia arriba, anto fue a verlos.

Leo me miro, elevo las cejas, todos estábamos con la misma expresión, ninguno entendía que carajos pasaba.

— ahh ahora ya sabemos porque Enzo no fue, para culiar con jessi —Emilio explico riéndose, ahora tendría que matar a tres.

— Veni, Tomatela a dormir —leo lo llevo arriba, yo seguía mirando a Enzo pero después termine desviando la mirada

— bueno, yo ya me tengo que ir —Jessica agarro su bolso, le dio un beso en el cachete a Enzo como despedida, de mi no se despidió, mejor, porque juraría que le arrancaría mechón por mechón.

— ¿vos me estas jodiendo? —le dije a Enzo, apenas cuando Jessica salió por la puerta.

— no mira Camila, no me vengas con esas pelotudeces ahora —dijo sentándose y suspirando.

— ¿que hacia acá? ¿Y por qué ustedes dos solos? —me pare enfrente de el.

— ella vino sola, y bueno nos pusimos a hablar y a tomar algo ¿que tiene? —el explicó sin mirarme.

— ¿te pensas que soy pelotuda? No vino sola, vos la invitaste, y por eso te ofreciste a cuidar a los chicos

— no fue así, no flashes cualquier cosa —se levantó y camino hasta la cocina y se puso a tomar agua.

— ¿y que queres que piense? Esa piba es una ofrecida y vos le estas dando entrada —le dije ya casi gritando, de lo enojada que estaba.

— ¿que yo le estoy dando que? Ni en pedo Camila, déjame de joder

— ¿no? Porque ya lo hiciste una vez —el me miro.

— bueno, te la merecías.

Estalle, agarre lo que tenia mas cerca, en este caso era un vaso lleno de agua, me acerque un poco mas y le tire todo el vaso de agua en la cara, también estaba por tirarle el vaso por hijo de puta, pero me agarro de las muñecas para que no le haga nada

— La concha de tu madre Camila, ¿que poronga te pasa? —yo estaba casi al borde del llanto, no podía creer que me había dicho algo así, yo no me lo merecía en lo absoluto.

— ¿como me vas a decir eso? Sos un forro de mierda —le dije con los ojos llorosos, estaba pasando el momento que mas odiaba, llorar enfrente de alguien, y mas cuando es alguien que amo muchísimo

— perdóname, pero me haces dar bronca cuando insinúas cosas así —me dijo cerca, todavía sujetándome, no sabia si levantar la pierna y que mi rodilla vaya con todas sus fuerzas justo a las pelotas.

Y no fue solo un pensamiento, también una realidad, porque le di la mejor patada en los huevos de la vida, el me soltó y se retorció agarrándose las pelotas.

— que hija de puta —dijo con dolor.

Yo ya tenia lagrimas por toda la cara, los encontré tomando y hablando, pero nadie sabe lo que paso antes de nosotros llegar, y eso me comía la cabeza, agregando que Jessica es hermosa, y mucho mas que yo.

Estaba por subir al cuarto donde compartía con Enzo para llorar tranquila, pero Enzo me agarro del y me giro para que lo mire

— ¿te podes calmar Camila? Por favor, te juro que no paso nada —me intentó abrazar pero lo empuje, aunque ni se movió y se quedo en su lugar, pero para que sepa que no quiero su abrazo.

— ¿que pasa acá? —Julián apareció por las escaleras.

— no pasa nada, todo bien —Enzo me soltó, pasandose una mano por la cara frustrado

Yo me limite a hablar, me quede en mi lugar, limpiándome las lagrimas y intentando calmarme un poco, Julián bajo mirándome y después miro a Enzo.

— ¿que le hiciste?

— ¿que le hice con que? —Enzo le respondió de mala manera

— Bajo y te veo agarrándola así y Camila llorando amigo —Julián se puso a la defensiva, yo mira a Enzo, notando como estaba apunto de estallar

— mira ¿vos también ahora estas flashando?

— no, flashando las pelotas, yo te estoy preguntando nomas, tampoco para que te lo tomes mal —Julián le respondió, yo solo me dedique a ver la pelea que se estaba formando

— ¿sabes que amigo? No te metas, no te metas porque no son problemas tuyos ¿sabes?

Enzo me quiso llevar con el arriba, pero me solté del agarre y fui sola.

Pensé que la discusión iba a terminar ahí, pero siguió, solo que ahora arriba en la pieza.

— ¿por qué te haces la cabeza por todo? ¿No puedo tener amigas ahora? —el dijo sacandose la camiseta para acostarse.

Intente no mirarlo, porque si lo miraba lo iba a perdonar y le iba a pedir que me parta en cuatro, por favor, que hombre pero también un hijo de puta.

— ¿y que queres que piense? Si ya cuando estábamos en la playa estaban raros, los dos —dije dejando el llanto atrás y el enojo adelante

— amor, te juro por mi vida que no paso nada —sono sincero, le creo pero la inseguridad se queda, y no se si para siempre.

— bueno. —desvíe la mirada, el se sentó al lado mio y me abrazo.

— ¿me perdonas? —yo asentí, mantenme chicas.

Turro | Enzo Fernández Donde viven las historias. Descúbrelo ahora